Revista de descontaminación industrial, recursos energéticos y sustentabilidad.

POR LA RUTA DEL SOL

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Cintac, filial de Grupo CAP, ha instalado unos 90 mil m2 de plantas fotovoltaicas entre Coquimbo y el Biobío.



Viñas, bodegas, centros de distribución, industrias, hospitales y comercios. En los últimos cinco años son diversos los rubros que han incorporado paneles fotovoltaicos sobre cubierta como una solución para generar su propia energía y reducir lo que consumen de la red eléctrica.

Desde 2016, Cintac, filial de Grupo CAP, participa en este sector y ya totaliza 90 mil metros cuadrados de paneles fotovoltaicos instalados sobre cubiertas entre las regiones de Coquimbo y Biobío, lo que lo convierte en el mayor instalador del país.

“El interés por estos sistemas ha crecido por varias razones: un costo más accesible en contraposición al alza sostenida de las cuentas eléctricas, y por una mayor conciencia medioambiental que ha llevado a las empresas a reducir sus emisiones de CO2, y a utilizar energía renovable no convencional”, explica Andrés Weinreich, Subgerente de Energía Cintac.

Cintac Sta Cruz 550 x 350En Santa Cruz, Cintac implementó una planta con 300 kWp de potencia.

Cabe indicar que la producción de electricidad con fuentes renovables, como la de la planta solar de Cintac, evita la emisión anual de más de 1.600 toneladas de CO2 a la atmósfera, similar a plantar cerca de 100.000 árboles al año.

Traje a la Medida

El ejecutivo agrega que el sistema de Energía Cintac es un “traje a la medida” para cada empresa en términos de extensión y potencia requeridas. Además, la empresa es especialista en cubiertas, pues a través de su marca Instapanel ha instalado cerca del 50% de las cubiertas de la industria.

“Cuando se puso en boga el tema solar en Chile, la gente entendía que el negocio era tener grandes cubiertas con paneles solares, pero las ganancias se producen fuertemente cuando se tiene una cubierta suficiente para generar la cantidad de energía que se consume. Por ejemplo, una bodega tiene un consumo menor que el de una industria, y su planta tal vez no ocupe todo el techo, pero es suficiente como para asegurar el autoconsumo de la energía de la luminaria, los computadores y algunos centros de clima más pequeños”, explica Weinreich.

¿Cómo funciona el sistema? En términos simples, los fotones de luz son capturados por el panel solar a través de sus celdas. Este panel tiene un circuito que transforma la energía solar en corriente eléctrica, la cual viaja desde los paneles hacia un inversor. Este equipo se encarga de convertir la corriente continua en corriente alterna, que es la de uso habitual en empresas y hogares.

Cintac 550 x 350La planta construida por Cintac en sus naves industriales en Maipú tiene 3 MWp de potencia y es la mayor sobre cubierta de Sudamérica.

Así, por medio de los paneles fotovoltaicos, el autoconsumo puede llegar al 70% de lo que se consume tradicionalmente en la red y se complementa por otra vía, la inyección de energía, que por ley debe ser valorizada y comprada por las distribuidoras a los usuarios. “El ahorro puede ser de 100% de la cuenta de la luz, pues el saldo de energía que el usuario inyecta a la red se valoriza como si estuviera autoconsumiendo”, destaca el ejecutivo.

Opciones de Financiamiento

En promedio, la inversión inicial en los paneles fotovoltaicos es de US$ 1 millón para generar 1 MWp de energía o lo que es equivalente a $70 millones por 100 KWp, que es en promedio lo requerido por una bodega. “Hace cinco años, la inversión se recuperaba en 12 años y hoy eso se consigue en 6 años porque los costos han bajado. Además, las plantas duran hasta 25 años, por lo que una vez recuperada la inversión solo se obtienen ahorros”, acota.

La instalación de los paneles se puede financiar de dos formas: con el “sistema fotovoltaico llave en mano”, modalidad en la que el cliente hace la inversión y opera la planta por sí mismo. O a través del “sistema de venta de energía fotovoltaica” (o ESCO), en el cual Cintac invierte en los paneles y le vende al cliente la energía generada a un precio menor que la de la red eléctrica convencional. Esto, por un período de 15 o 20 años, porque posteriormente el sistema pasa a ser del cliente.  

En el país, no solo ha avanzado la comercialización de los paneles fotovoltaicos, sino también el conocimiento en torno al tema.

Partió en Casa

Para Cintac la experiencia con los paneles fotovoltaicos partió en casa. En marzo de 2016, la compañía instaló en las cubiertas de naves industriales de su planta en Maipú la mayor planta fotovoltaica sobre cubierta de Sudamérica.

¿La razón? Su interés de contar con un suministro sustentable de energía en sus procesos productivos sin depender 100% de la red eléctrica.  Así, hoy cuenta con 30 mil m2 de paneles fotovoltaicos con una potencia de 3 MWp, equivalente al consumo anual de electricidad de alrededor de 2.000 hogares, todo con una inversión de US$ 4,5 millones.

El impacto medioambiental positivo de esta planta también es considerable. “Si se toma como referencia uno de los productos tradicionales de Cintac, los perfiles de acero galvanizados que componen el sistema Metalcon, la energía solar de la planta mitiga completamente la huella de carbono asociada al acero galvanizado, obtenida a partir de análisis de ciclo de vida (ACV)”, añade Weinreich.

Cintac Wallmart 550 x 350Instalación de 100 kWp desarrollada para Wallmart Acuenta.

Esta planta es parte de un masterplan que se podría extender a la planta de Cintac en Lonquén para totalizar 8 MWP, 80 mil m2 construidos, y una inversión de US$ 12 millones.

El próximo año, la empresa prevé instalar paneles fotovoltaicos en viviendas o industrias que por su ubicación no tienen acceso a la red eléctrica y que, por lo tanto, dependen en 100% de este sistema. En tal caso la inversión inicial es alrededor de un 20% mayor, pues las plantas fotovoltaicas requieren de baterías y tienen un sistema de almacenaje. No obstante, en términos de costos sigue siendo una opción competitiva, ya que las industrias que no tienen acceso a la red eléctrica utilizan generadores a diésel, cuyo costo puede ser hasta tres veces más caro que la energía convencional.

FiltroVivo

Hace más de cuatro años que Cintac empezó a implementar iniciativas que le permitieran reducir sus emisiones, cumpliendo con la normativa vigente e incluso adelantándose a los nuevos planes en materia de descontaminación. Entre estas medidas está el recambio de combustible fósil por gas en calderas y la instalación de un innovador sistema llamado FiltroVivo en su planta en Lonquén.

Básicamente, se trata de un sistema de descontaminación natural que permite retener material particulado (MP). De hecho, gracias a su aplicación la planta de Lonquén, con un grupo electrógeno de 800 [kVA], pasó de emisiones sin filtro de 52,9 [mg/m3] a 4 [mg/m3] de MP, es decir, permitió una mitigación de 92,4% de material particulado.

En el detalle, Filtrovivo se compone de una estructura de seis biofiltros vegetalizados, cuyas raíces son portadas por un sustrato orgánico que cumple la función de retener el MP emitido por la fuente, para luego convertirlo en nutrientes para las plantas. O sea, los contaminantes son retenidos por el sustrato y utilizados para alimentar a las plantas, mientras paralelamente se mitiga la contaminación atmosférica.

Artículo publicado en InduAmbiente N° 160 (sept-oct 2019), págs. 32-34.