Revista de descontaminación industrial, recursos energéticos y sustentabilidad.

Eficiencia a la Vista

Eficiencia a la Vista

Proequipos trabaja para aumentar la recuperación de agua y reducir los consumos en la planta potabilizadora de San Pedro de Atacama.



Alcanzar un 70% de recuperación de agua y reducir los consumos de energía y productos químicos. Esos son algunos de los objetivos que se ha propuesto lograr Proequipos en la planta que abastece de agua potable a los habitantes de San Pedro de Atacama, comuna ubicada a 3.200 metros sobre el nivel del mar, en la región de Antofagasta.

En el año 2022, la empresa firmó un contrato con la Municipalidad para reponer los módulos de osmosis inversa de la planta potabilizadora y aportar autonomía al sistema utilizando energía fotovoltaica.

El proyecto –financiado por el Gobierno Regional y adjudicado a través de licitación privada– responde al aumento en el consumo hídrico, que en los últimos cuatro años ha crecido por distintos motivos, con la consiguiente instalación de nuevas redes de agua y alcantarillado para una población de unos 2.500 habitantes.

Como aval para ejecutar la tarea, Proequipos suma más de 35 años de experiencia fabricando y entregando soluciones llave en mano de sistemas de tratamiento de agua en proyectos de desalación, y de eficiencia y recuperación del agua, con más de 100 plantas desaladoras y de otras tecnologías instaladas en el país. "Contamos con profesionales de todas las especialidades para realizar la ingeniería, diseño, fabricación, suministro, montaje y puesta en marcha de equipos y plantas. Además, ofrecemos servicio técnico postventa a lo largo de todo el país", añade su gerente general, Edmundo Órdenes.

Módulos y Contenedores

En la actualidad, un comité de agua potable rural se encarga de administrar la planta potabilizadora, para producir 120 m3/h con una recuperación del 50% del agua proveniente de pozos.

De ahí que el gran desafío para Proequipos, más allá de la reposición de los módulos de osmosis inversa, "es obtener la mayor recuperación del agua posible, optimizando la planta para el usuario final, llegando a recuperar un 70% del agua, un 20% más eficiente que la anterior en recobro, consumo de energía, productos químicos y consumibles", señala el ejecutivo.

El sistema de potabilización de aguas mediante osmosis reversa consta de 4 módulos independientes, cada uno de los cuales recibirá agua prefiltrada por filtros multimedia y un tratamiento previo con solución de cloro para oxidación de fierro, arsénico y manganeso. Mientras tres módulos funcionen, un cuarto estará en modo espera para entrar en operación cuando el sistema lo requiera.

El sistema está diseñado para que, en caso de aumentar la demanda, se pongan en operación los 4 módulos, produciendo 189 m3/h de agua potable.

"Los módulos de osmosis inversa están instalados en contenedores acondicionados de 40 pies, interconectados entre sí como una sala de operación común que facilita el tránsito interior", agrega el especialista.

En un quinto contenedor, de integración de energía y control, estarán dispuestos los gabinetes eléctricos de fuerza y control, necesarios para el funcionamiento de la planta de potabilización, abastecidos por una solución híbrida compuesta de tres fuentes energéticas: un sistema fotovoltaico, generadores de electricidad a petróleo y la red de electricidad pública. También habrá una pantalla HMI general incorporada con respaldo de telemetría, que reúne la información de cada uno de los módulos de osmosis reversa, convirtiendo a este contenedor en un sistema de control centralizado.

La planta es del tipo modular Plug & Play, facilitando su traslado y montaje. Considera el equipamiento para su normal operación, así como las áreas para mantención de equipos e instrumentos.

¿Cómo Opera?

El agua de pozo a tratar proviene desde de una piscina de acumulación, la cual es impulsada por cuatro bombas, una para cada módulo, siendo prefiltrada a través de sus respectivos filtros multimedia (FMM). El agua en su trayecto es clorada cumpliendo dos funciones: oxidar el fierro, el manganeso y el arsénico; y bacteriológicamente neutralizar la acción de las bacterias.

Los FMM serán de operación automática y cada vez que se ensucien se realizará el retrolavado con agua filtrada, acumulada en un estanque de 40 m3, que será succionada por una bomba centrífuga. Las aguas de retrolavado se conducirán hasta una piscina de evaporación. "Este sistema de pre tratamiento permite entregar una excelente calidad de agua a la etapa de osmosis reversa", resalta su director comercial.

La planta de tratamiento produce 47,25 m3/h de agua que se acumulan en un estanque, el cual posee un sensor de nivel que habilita o detiene el equipo de osmosis según el módulo en operación. En su secuencia, permite la partida o detención de las respectivas bombas de alta presión que impulsan a un caudal de 67,5 m3/h por módulo. Existe una dosificación previa de meta bisulfito (secuestrante de cloro) para proteger las membranas de la acción oxidante, y de antiincrustante para inhibir, principalmente, la presencia de carbonatos y sílice en el agua como elementos incrustantes, y para retener otras sustancias disueltas presentes en el agua hasta un 99,5%.

Con la implementación de este proyecto se logra un hito importante en la solución de un problema contingente en el suministro de agua potable de San Pedro de Atacama. Además, consolida a Proequipos como uno de los principales proveedores de plantas para tratamiento de aguas, desarrollando soluciones e integrando nuevas tecnologías como la fotovoltaica.

Artículo publicado en InduAmbiente nº 185 (noviembre-diciembre 2023), páginas 26 a 27.