Alcanzar el peak de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en el año 2025 para luego comenzar a reducirlas y llegar a 95 MtCO2eq al 2030, con miras a ser carbono neutral a mediados de siglo. Esos son parte de los compromisos esenciales establecidos por Chile en la Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC) que oficializó ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, el pasado 9 de abril.
Así, nuestro país se transformó en uno de los primeros en cumplir con la obligación, establecida por el Acuerdo de París, de renovar cada cinco años los compromisos voluntarios para afrontar esta problemática ambiental global.
Principales Ejes
"Cuando superemos la crisis, entraremos en una etapa de reactivación que debe ser sustentable, donde los planes de recuperación deben considerar como factor fundamental la crisis climática y su impacto social sobre las personas y el territorio. Por eso presentamos nuestra nueva NDC, con metas y compromisos ambiciosos que permitan enfocar nuestros planes de recuperación con un objetivo claro: avanzar a paso firme en la transformación hacia una economía baja en emisiones y resiliente al clima, con grandes ventajas sociales, ambientales y económicas para mejorar la calidad de vida de las personas".
Así lo sostuvo la Ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt, durante la presentación de la NDC que tiene cuatro ejes principales: mitigación, adaptación, integración y los medios de implementación (desarrollo de capacidades, transferencia tecnológica y financiamiento), cada uno con metas específicas.
Además, incorpora un inédito Pilar Social como componente estructural en los compromisos del país para enfrentar el cambio climático y avanzar, en paralelo, en la Agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, establecida por la ONU. Eso implica que las medidas a implementar deberán atender variables como la transición justa para el proceso de descarbonización de la matriz energética, la seguridad hídrica o la igualdad de género.
Mitigación y Adaptación
La nueva NDC establece compromisos claramente más ambiciosos que los indicados por Chile en 2015. Además -tras recoger observaciones de representantes de la sociedad civil, científicos, empresas y sector público- mejora algunos aspectos de la propuesta presentada el año pasado por el Gobierno.
Así ocurre por ejemplo en materia de mitigación, donde se fija por primera vez un presupuesto de emisiones de GEI, el cual no superará las 1.100 MtCO2eq en la presente década. Y también se plantea una meta absoluta de emisiones: 95 MtCO2eq al 2030, luego de alcanzar el peak en 2025.
Arturo Brandt, Senior Broker de TFS Green y consultor especialista en cambio climático, destaca "que se haya incorporado un presupuesto de carbono, ya que determina de antemano las emisiones de GEI durante un periodo de tiempo determinado. El desarrollo de políticas públicas deberá tener presente este presupuesto". Al mismo tiempo valora la definición de una meta absoluta, que no está sujeta al crecimiento del PIB como ocurría con la anterior NDC.
Por su parte, el economista Gary González resalta que se haya adelantado en dos años la fecha en que se llegará al peak de las emisiones, en relación a la propuesta inicial. "Gran parte de esta mejora en ambición se explica por las dos nuevas unidades termoeléctricas que se retirarán antes de 2024. Lamentablemente, el plan de retiro de centrales a carbón, que implica sacar 28 unidades termoeléctricas de aquí a 2040, es voluntario para las empresas, por lo cual aún se desconoce las fechas de retiro de 18 plantas", indica el representante de Fundación Terram. La organización forma parte de la Mesa Ciudadana de Cambio Climático, desde donde valoraron la nueva NDC, considerando que "aún existe trabajo por delante en cuanto a su implementación".
Otro compromiso novedoso en la nueva NDC es disminuir al menos un 25% de las emisiones totales de carbono negro al 2030 en relación al 2016.
A eso se suma la contribución que pueden hacer los bosques a la mitigación, con medidas como el manejo sustentable y recuperación de 200 mil hectáreas de bosque nativo al 2030, con una planificación a largo plazo y cumpliendo con parámetros de rendimiento; y la forestación de 200 mil hectáreas, de las cuales al menos 70 mil serán de bosque nativo.
Otros aspectos nuevos son los relacionadas con el resguardo de los océanos, los humedales y las turberas como elementos que pueden ayudar a mitigar el cambio climático.
En adaptación se especifican compromisos como el aumento de información y mecanismos de gestión respecto de los impactos del cambio climático en recursos hídricos. Para eso, por ejemplo, al año 2025 se debería haber implementado un indicador, a nivel nacional y a escala de cuenca hidrográfica, que permita avanzar en la seguridad hídrica del país.
De igual manera, al 2030 se puso como metas elaborar planes estratégicos para las 101 cuencas del país, y que todas las empresas sanitarias tengan implementado un plan para gestión de riesgos derivados del cambio climático.
Entre los compromisos de integración, en tanto, Chile se propone contar al año 2021 con un Plan Nacional de Restauración a Escala de Paisajes con miras a recuperar 1.000.000 hectáreas al 2030, priorizando las zonas con mayor vulnerabilidad social, económica y ambiental.
Estrategia Financiera
En cuanto a los medios para implementar los compromisos asumidos, la NDC señala que durante 2020 comenzará a operar la Estrategia Financiera frente al Cambio Climático (EFCC).
Arturo Brandt sostiene que "es importante que se considere la participación del sector financiero local en forma activa. Esto debe incluir a los bancos, compañías aseguradoras, fondos de pensiones, entre otras instituciones que irán comprendiendo que financiar la carbono neutralidad es una nueva oportunidad de negocios, si consideramos, por ejemplo, los riesgos asociados a las inversiones en carbón".
En el mismo sentido destaca la intervención del Ministro de Energía, Juan Carlos Jobet, durante la presentación de la NDC, "quien indicó que el balance entre beneficios y costos de adoptar la neutralidad climática al 2050 arroja beneficios por US$37.100 millones, sin incluir los co-beneficios por reducciones de emisiones locales y efectos en mejoramiento de salud". El Secretario de Estado señaló además que "alcanzar la meta de carbono neutralidad significaría oportunidades de inversión de entre US$27.300 y US$48.600 millones al 2050". Cabe recordar que el sector energía es el responsable de un 78% de las emisiones de GEI en Chile.
En contrapartida, Brandt señala que "se echa de menos un mayor detalle de los instrumentos económicos para alcanzar la carbono neutralidad, aunque algunos de ellos están considerados en la reforma al Impuesto Verde, que, por primera vez avanza hacia un sistema de permisos de emisión comercializables".
Otro aspecto relevante de la NDC es que las medidas están priorizadas según su costo-eficiencia y agrupadas en seis ejes de acción, con su respectiva contribución a la carbono neutralidad al 2050: industria y minería sostenible (25%); producción y consumo de hidrógeno (21%); edificación sostenible de viviendas y edificios públicos-comerciales (17%); electromovilidad, principalmente de sistemas públicos (17%); retiro de centrales a carbón (13%); y otras medidas de eficiencia energética (7%).