Los siguientes datos son alarmantes: la actividad humana ha alterado el medio ambiente terrestre en un 75% y el marino en un 66%. Además, más de 40 mil especies de anfibios, mamíferos, árboles y crustáceos, entre otros, se encuentran en peligro de extinción en el mundo, según la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
¿Qué pasa en Chile? La realidad no es muy diferente: la mitad de los ecosistemas y dos tercios de las especies a nivel local se encuentran vulnerables ante distintas amenazas, de acuerdo a datos del Ministerio de Medio Ambiente (MMA).
En ese contexto, el pasado 14 de junio el proyecto que crea el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP) pasó con éxito su último trámite en el Congreso y quedó ad portas de convertirse en ley. Para eso, al cierre de esta edición, solo faltaban algunos trámites administrativos.
La denominada "Ley para la Naturaleza", que llevaba 13 años de discusión legislativa, permitirá que el país cuente con un organismo público dedicado de manera exclusiva a resguardar las áreas protegidas del país y de la biodiversidad que se encuentra al interior y exterior de esos territorios.
La ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, destaca sus beneficios: "El SBAP es una poderosa herramienta para hacer frente a la grave crisis de pérdida de biodiversidad y de cambio climático que golpea a Chile y al mundo entero. Como Gobierno estamos convencidos de que enfrentar la crisis de pérdida de especies y ecosistemas es un imperativo, y la creación de este organismo es una condición habilitante para aquello, porque dotará al país de un servicio público 100% enfocado en la protección de naturaleza terrestre y marina, que además contará con el financiamiento para gestionar las áreas protegidas".
Seis Claves
Para un mejor entendimiento, a continuación, aportamos seis aspectos claves sobre lo que será el SBAP y sus alcances:
• Permitirá enfrentar la triple crisis ambiental:
La pérdida de biodiversidad es uno de los principales riesgos globales y una de las tres amenazas que componen la llamada "triple crisis ambiental". Sumado a las crisis de cambio climático y de contaminación, la depredación de la naturaleza es un problema que afecta a todo el mundo y Chile no es excepción. El problema es que nuestras economías, medios de vida y bienestar dependen de nuestro activo más preciado, que es la naturaleza.
"Gracias al SBAP, Chile podrá contar con un servicio que gestionará de forma integrada el cuidado de las áreas protegidas, tanto terrestres como marinas, públicas y privadas", afirman en el MMA.
• Contribuirá con más recursos:
El SBAP fortalecerá la normativa y aumentará significativamente el aporte fiscal del Estado para la conservación y protección ambiental, más aún, considerando que Chile posee amplias áreas protegidas tanto marinas (42%) como terrestres (22%).
En el MMA agregan: "Actualmente el país vive en una dispersión en el cuidado de la naturaleza, existiendo una multiplicidad de instituciones, funcionarios, patrullajes, monitoreos descoordinados, duplicidad de vehículos, herramientas e instrumentos, entre otras situaciones. La aprobación de esta iniciativa representará un aumento de casi un 58% del presupuesto anual destinado a la institucionalidad ambiental, potenciando la participación privada en la gestión de las áreas protegidas y duplicará la cantidad de guardaparques en servicio".
• Aportará nuevos instrumentos para conservar la naturaleza:
El proyecto que crea el SBAP contiene más de 30 nuevos instrumentos para la conservación del patrimonio natural. Estos son los más destacados:
-Servicio Nacional de Áreas Protegidas: Su misión será gestionarlas de manera eficaz e integral bajo diversas categorías de protección, incorporando mecanismos de participación ciudadana, así como estrategias e instrumentos de gestión y de financiamiento para contribuir al cumplimiento de los objetivos de conservación de la biodiversidad y del patrimonio natural y cultural del país vinculado a estas áreas naturales.
-Sistema de Información y Monitoreo de la Biodiversidad: Incluirá los inventarios de ecosistemas terrestres, marinos y acuáticos continentales, entre ellos los humedales y glaciares, así como de especies y su variabilidad genética.
-Programas de monitoreo de los ecosistemas y de las especies y su variabilidad genética. Con esto se buscará generar información continua sobre el estado de la biodiversidad y de los servicios ecosistémicos, a escalas nacional, regional y local.
-Planificación ecológica: Definirá prioridades de conservación de la biodiversidad. El Ministerio del Medio Ambiente elaborará, periódicamente, una planificación ecológica del país, que incluirá la identificación de los sitios prioritarios; la clasificación de ecosistemas y las cuencas hidrográficas; la identificación de los usos del territorio y de actividades que tengan efectos perjudiciales en la biodiversidad; buenas prácticas para la conservación de la biodiversidad, y otros antecedentes que proponga el Comité Científico Asesor.
-Planes para ecosistemas amenazados: Se evaluará y propondrá al MMA una clasificación de los ecosistemas del país según su estado de conservación, sobre la base de antecedentes científico-técnicos.
-Planes de especies exóticas invasoras (EEI): Este instrumento de gestión de rango legal está enfocado en evitar y prevenir el ingreso, detener la propagación o erradicar especies exóticas invasoras. Su relevancia radica en que Chile hoy cuenta con 25 de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo.
Chile posee amplias áreas protegidas tanto marinas (42%) como terrestres (22%), las cuales, con la puesta en marcha del SBAP, verán fortalecidas su resguardo y conservación.
• Limita concesiones con fines comerciales:
En las tres categorías más estrictas de áreas protegidas (parques nacionales, monumentos naturales y reservas de región virgen) se prohibirán las concesiones para explotación de recursos naturales con fines comerciales.
No obstante lo anterior, las concesiones de la industria salmonera que cuentan con autorización y están operando podrán seguir instaladas en esas zonas. Esto, luego que una comisión mixta en el Congreso rechazara la indicación del Gobierno que proponía lo contrario, y esta decisión fuera ratificada luego por ambas cámaras.
En las áreas protegidas solo podrán autorizarse actividades de investigación científica, educación o turismo que requieran la instalación de infraestructura y tengan una duración mayor a un año.
• No eliminará a la Conaf:
Una vez en marcha, se hará un proceso de traspaso de todas las áreas protegidas administradas por la Corporación Nacional Forestal (Conaf) al SBAP con todos sus recursos financieros. El resto de los programas de Conaf continuarán operando, como los referidos al control de incendios forestales o fomento forestal.
• Incorporó propuestas de los pueblos originarios:
Para elaborar el proyecto de ley se realizó una consulta indígena (en conformidad con lo dispuesto por el Convenio 169 de la OIT) en la que participaron 10.870 personas, muchas de ellas representantes de 1.992 organizaciones de pueblos indígenas. Esto, en 657 encuentros realizados en las diferentes etapas del proceso de consulta en las distintas regiones del país.
Las organizaciones participaron durante todo el proceso, generando propuestas que se plasmaron en un informe final sistematizado a nivel nacional, lo que motivó el ingreso de indicaciones por parte del Ejecutivo en 2017, las cuales se encuentran incorporadas como articulado en la ley.
Próximos Pasos
El Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas viene a completar la institucionalidad ambiental creada por la Ley 20.417, conformada actualmente por el Ministerio del Medio Ambiente, la Superintendencia del Medio Ambiente, el Servicio de Evaluación Ambiental y los tribunales ambientales.
Desde la publicación de la ley en el Diario Oficial habrá un plazo de un año para dictar el Decreto con Fuerza de Ley para crear el SBAP, lo que permitirá definir los aspectos administrativos que le darán forma. Con el Informe Financiero aprobado en enero del año 2023, el SBAP contará con presupuesto desde su primer año de implementación, lo que le permitirá comenzar a desplegarse en todo el territorio nacional.
Entre los hitos más relevantes destaca el traspaso del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas (SNASPE), hoy en CONAF, que se realizará al tercer año desde la creación del SBAP.
Gracias a la nueva regulación, se evaluará y propondrá al MMA una clasificación de los ecosistemas del país según su estado de conservación, sobre la base de antecedentes científico-técnicos.
Importancia y Desafíos
A juicio de la bióloga María Isabel Manzur, quien contribuyó decididamente a la aprobación de la ley, ésta es "muy importante porque completa la institucionalidad ambiental de Chile, implementa la Convención de la Diversidad Biológica, es clave para la aplicación de la Ley de Cambio Climático y ordena todo el tema de la biodiversidad en un solo servicio. Eso es el paraíso terrenal, porque en Chile la institucionalidad ambiental y las normas sobre el tema están todas dispersas. Las áreas protegidas dependen de cinco ministerios. Y eso es imposible de ordenar. Entonces, ahora tenemos un solo servicio que aglutina todas las áreas protegidas y eso va a ser mucho más eficiente", señaló en una entrevista a radio Biobío.
Para Javier Simonetti, académico del departamento de Ciencias Ecológicas de la Universidad de Chile, esta ley es un paso sustancial para la protección de la naturaleza chilena, puesto que, al concentrarse esta labor en un organismo especializado, "se generará una gestión articulada del patrimonio biológico del país, caracterizado por su elevado endemismo. Es un avance sustantivo, pero el futuro no está exento de desafíos, como lograr regular o mejor terminar con los permisos sectoriales al interior de las áreas protegidas. No obstante, esta ley es un hecho histórico en pos de proteger nuestra naturaleza y nos otorga más y mejores herramientas para ello".
Federico Luebert, académico del departamento de Silvicultura y Conservación de la Naturaleza del mismo plantel, indica otro desafío: "Las áreas protegidas de Chile no se encuentran homogéneamente repartidas en el territorio. Uno de los desafíos actuales y futuros es corregir este desbalance territorial y poner bajo protección distintos tipos de ecosistemas propios tanto del centro como del norte de Chile que actualmente se encuentran con muy poco o sin resguardo. Existe una concentración de áreas protegidas en la zona sur del país, mientras que la zona norte y central cuentan con pocas, siendo esta última el área más diversa y más amenazada por las actividades humanas".
Artículo publicado en InduAmbiente nº 182 (mayo-junio 2023), páginas 42 a 44.