En la última década, Chile ha sufrido una aguda sequía que se ha calificado como “estructural”. El 76% de la superficie del país, donde vive el 65% de la población, está afectada por la falta de agua, la desertificación y los suelos degradados. De hecho, durante 2018 se declararon 76 comunas en escasez hídrica.
Esta inquietante realidad se vuelve crítica si revisamos las proyecciones futuras. En términos de disponibilidad, por ejemplo, en la Política Nacional para Recursos Hídricos publicada en 2015, se indica que Chile posee un déficit de agua de 82,6 metros cúbicos por segundo, cifra que aumentará a 149 m3/s al año 2025. Estudios internacionales, incluso, nos ubican entre los 30 países con mayor riesgo hídrico para esa misma fecha.
¿Cuáles son las causas de este seco panorama?, ¿qué acciones se deben adoptar desde el sector público y privado para afrontarlo?
Todo esto es parte de lo que analizamos con los especialistas invitados a este Foro-Desayuno donde tratamos un tema fundamental para el desarrollo sustentable del país y, más importante que eso, para la vida y el bienestar de todos quienes lo habitamos.
Invitados:
ÓSCAR CRISTI
Director General de Aguas.
MÓNICA RÍOS
Asesora del Ministerio de Obras Públicas en temas hídricos.
ULRIKE BROSCHEK
Subgerente de Sustentabilidad de Fundación Chile y Líder de Escenarios Hídricos 2030.
FRANCISCO GANA
Jefe de Estudios de la Sociedad Nacional de Agricultura.
PATRICIO HERRADA
Gerente de Estudios de la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Sanitarios.
MAXIMIANO LETELIER
Director Ejecutivo de la Corporación Reguemos Chile.
InduAmbiente: Reconociendo que la crisis hídrica es un problema que nos involucra a todos y que tiene múltiples causas, ¿podrían señalar los principales motivos de la escasez de agua que vive hoy el país para construir un diagnóstico compartido de la situación?
Cristi: En los últimos años hemos transitado desde una situación de relativa abundancia a una creciente escasez de agua que está reflejando desbalances estructurales. Antes hablábamos de dos o tres años de sequía; pero hoy tenemos regiones que llevan más de una década en este escenario, por lo que estamos enfrentando una situación de escasez estructural que tiene distintas causas. Entre ellas están la disminución de la oferta del recurso como efecto del cambio climático y el aumento de la demanda por diversas razones, como el crecimiento de la población y de las actividades productivas como la agricultura, que presionan por un recurso cada vez menor. A eso se suman agravantes como el sobre otorgamiento de derechos de agua y la extracción ilegal del recurso.
Algunas cifras relacionadas con las aguas subterráneas, por ejemplo, muestran que la combinación de estos factores está poniendo en peligro la sustentabilidad de varios de nuestros acuíferos. Hoy tenemos aproximadamente un 33% de los sectores hidrológicos de aguas subterráneas con sobre otorgamiento, y estamos llegando a un 50% de las áreas relacionadas con acuíferos que están con alguna restricción especial.
También vemos que los caudales, las precipitaciones y los glaciares van disminuyendo, por lo que el panorama se torna un poco dramático, reforzándose la idea de que estamos transitando hacia una situación de creciente escasez.
Broschek: Comparto gran parte del diagnóstico del Director en relación a las problemáticas relacionadas, por una parte, con el cambio climático que disminuye la disponibilidad de agua y, por otro lado, con la sobreexplotación del recurso que ha sido reportado en diferentes estudios, entre ellos el último informe de la OCDE.
Para complementar, quisiera mencionar dos problemas más. El primero tiene que ver con la gestión del agua en el territorio y la falta de un espacio público-privado dentro de la institucionalidad que permita coordinar mejor el manejo del recurso a nivel local.
Lea este artículo completo en InduAmbiente 158 (mayo-junio 2019), páginas 56 a 65.