El Ordenamiento Territorial (OT) es una variable estratégica si se quiere lograr un desarrollo sustentable de las comunas y regiones de Chile. No obstante, el territorio nacional es actualmente un recurso cada vez más demandado para la satisfacción de múltiples necesidades y convivencia de variados usos no siempre compatibles entre sí. Un buen ejemplo al respecto es Tiltil, donde la suma de proyectos con externalidades ambientales negativas ha generado un conflicto ambiental y social.
Asimismo, los sucesos climáticos extremos que ha vivido Chile en los últimos años le dan sentido de urgencia a la necesidad de planificar el ordenamiento de los centros poblados con una mirada a largo plazo e integrando el componente ambiental.
Aunque existen instrumentos formales de OT –como los planes reguladores intercomunal, comunal, metropolitano o regional– ¿qué tan ordenado está el territorio en nuestro país y cuánto han aportado a ese objetivo herramientas como la Evaluación Ambiental Estratégica (EAE)?
Un debate con muchas aristas y propuestas sobre la materia, que reunió a actores con diferentes visiones, se plasmó en el foro-desayuno que a continuación reproducimos en su parte medular.
Invitados:
EDUARDO ASTORGA
Abogado y Profesor de Derecho Ambiental
JAVIERA VALENCIA
Geógrafa de Fundación Terram
HUGO ROMERO
Profesor del Departamento de Geografía, Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile
CATHERINE SANTIBÁÑEZ
Project Manager, Environment & Infrastructure, Amec Foster Wheeler
JAIME ESPÍNOLA
Gerente de Regulación de la Asociación Gremial de Generadoras de Chile.
InduAmbiente: ¿Cuánto se ha avanzado en Chile en la inclusión de instrumentos de ordenamiento territorial que consideren variables de sustentabilidad?
Romero: Primero que todo, creo que ahora existe una demanda por este tema que no hubo antes de parte de los diversos sectores del país. Es algo nuevo. Ha Habido sí, en las últimas décadas, cierta preocupación por la ordenación del territorio porque es una idea muy antigua que en Europa tiene cerca de 30 años. En América Latina, Chile es el único país que no ha avanzado lo suficiente en generar las leyes e instituciones necesarias para abordarlo. Ahora bien, en el último tiempo uno viene escuchando al sector político, principalmente, manifestar la necesidad que existan instrumentos sobre OT. Y este requerimiento es compartido por las comunidades y empresarios. O sea, se ha ido generando un consenso para avanzar en esta dirección, aunque los argumentos que se dan son diversos y muchas veces contradictorios. Esto define un escenario políticamente complejo. En todo caso, si se analizan los éxitos y dificultades que ha tenido la aplicación de instrumentos en la materia en otros países del mundo –tanto americanos, europeos como asiáticos– se puede concluir que no son procesos exentos de problemas. Porque este tipo de herramientas tiene que formar parte de un conjunto de reformas mayores.
Además, siempre se parte de la base que el territorio no está ordenado, en circunstancias que sí lo está en todo el mundo de acuerdo a ciertas reglas y principios que lo regulan. Lo que ocurre es que cualquier intervención social en el territorio implica un desorden dentro de ese orden, por lo que hay que realizarla con mucho cuidado para que no sea destructiva. Hay que demostrarles a las comunidades que esas intervenciones son favorables para ellas.
Lea este artículo completo en InduAmbiente N° 148 (septiembre-octubre 2017) páginas 61 a 70.