Revista de descontaminación industrial, recursos energéticos y sustentabilidad.

Con Tenida Circular

Con Tenida Circular

Destacamos iniciativas, brechas a superar y oportunidades para que la industria textil y de la moda mejore sus indicadores en sustentabilidad, especialmente a través de la valorización de sus residuos.



Imágenes captadas desde el espacio han mostrado una y otra vez las postales de la vergüenza: montañas de ropa usada y abandonada en pleno desierto de Atacama, principalmente en la Región de Tarapacá. Un problema creciente que afecta a comunas como Alto Hospicio y también a los ecosistemas, considerando que las prendas tardarán unos 200 años en desintegrarse.

Pero los impactos de la industria textil, incluyendo la producción de calzado, van más allá. A nivel global, según antecedentes del Ministerio del Medio Ambiente (MMA), es responsable de cerca del 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), más que el transporte marítimo y los vuelos internacionales combinados.

Además, la producción de textiles, desde el cultivo hasta los procesos de teñido y acabado, requiere más de 1.900 tipos de productos químicos, casi el 8% de los cuales se han etiquetado como peligrosos para la salud humana y el medio ambiente. Y también demanda mucha agua: la producción de una sola camiseta de algodón consume unos 2.700 litros de agua, suficiente para satisfacer las necesidades hídricas de una persona durante 2,5 años.

En ese contexto, Lorna Lares, académica del Departamento de Diseño de la Universidad de Chile, sostiene que el problema "no es solo qué hacemos con la ropa después de usarla, sino también las enormes cantidades de ésta que se producen a nivel mundial. Hay investigaciones que revelan que alrededor de 50 mil toneladas de ropa usada ingresan al país cada año, pero la que se ocupa es menos de la mitad y todo el resto va a vertederos. No existe una disposición para los textiles y tampoco hay una política que pueda normar o regular la importación de ropa usada".

Cambio de paradigma

Para enfrentar las externalidades ambientales negativas del rubro, un número creciente de países está trabajando, de manera prioritaria, en incorporar a su gestión los principios de la economía circular. Es lo que hace, por ejemplo, la Unión Europea, que desde principios de 2024 implementa una nueva ley que busca abordar la gestión sostenible de los productos textiles y reducir significativamente los residuos generados por la industria de la moda. La regulación establece directrices claras para la reutilización, reciclaje y eliminación responsable de los bienes que ésta produce.

En Chile se busca seguir un camino similar. Ximena Ruz, directora ejecutiva de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático (ASCC) de Corfo, explica los motivos: "Nuestro país es el que más ropa consume en Latinoamérica, con un promedio de 50 prendas nuevas al año por persona. Y uno de los principales problemas de su industria textil es la cantidad de residuos que genera: 572 mil toneladas anuales, que representan alrededor del 7% de los residuos sólidos urbanos por habitante. Dada esta magnitud de impactos que genera, es necesario prepararse para las futuras regulaciones. Entonces, es cuestión de tiempo para que los residuos textiles sean considerados un producto prioritario en la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP), así como se hizo con los neumáticos, envases y embalajes, entre otros. En ese contexto, 14 empresas del sector decidieron ponerse manos a la obra y embarcarse en un Acuerdo de Producción Limpia (APL) liderado por la Cámara Diseña Sustentable (CDS)".

Como parte de esa iniciativa público-privada, que se extenderá hasta noviembre de 2025, la ASCC y las empresas involucradas elaboraron una guía técnica que establece una metodología de reporte de prendas de vestir de primera mano, para avanzar en los objetivos del APL. También se constituyó el Comité de Comunicaciones del Acuerdo y se definió la misión y visión compartida de las empresas para comunicar los avances.

Ruz agrega: "La Cámara Diseña Sustentable y las empresas ya están trabajando en desarrollar al menos dos campañas de recolección y valorización de residuos textiles post-consumo, las cuales nos permitirán recopilar información y generar y evaluar indicadores de desempeño".

Además del APL "Economía Circular en Prendas de Vestir de Primera Mano", el sector público lidera, a través del MMA y con la participación de diversos sectores, el proceso de elaboración de la Estrategia de Economía Circular para Textiles. Su objetivo es establecer acciones concretas para prevenir, reducir y prolongar la vida útil de estos recursos mediante su reutilización, reparación, recuperación y valorización.

Con tenida circular 04 550x350Cerca de 15 empresas participan en el APL "Economía Circular en Prendas de Vestir de Primera Mano".

El MMA, asimismo, encargó una consultoría para levantar antecedentes para la evaluación económica y social de la incorporación de los textiles como producto prioritario de la Ley REP.

Brechas existentes

Respecto a las principales brechas a superar para lograr la circularidad de los residuos textiles, Ximena Ruz resalta "la ausencia de una cadena de valor, lo que se debe a la escasez de proveedores de servicios de valorización, su centralización en la Región Metropolitana y la falta de un mercado que favorezca la comercialización de productos resultantes de este proceso. También faltan mecanismos institucionales para impulsar la valorización tanto en financiamiento como en infraestructura, regulación, trazabilidad, investigación y capacidad para generar nuevos materiales y productos a partir de residuos textiles".
Un diagnóstico –que sirvió de insumo para el APL en marcha– sobre el escenario base actual del sector textil en Chile, con foco en las prendas de vestir de primera mano, identificó las siguientes brechas en esta industria para incorporar el modelo de economía circular:

• Ausencia de una cadena armada para la recirculación de textiles.

• Mínimos mecanismos de trazabilidad.

• Ausencia de cuerpos legales, normativas y directrices en materia de salubridad para el reúso de textiles.

• Centralización de las iniciativas.

• Dificultades logísticas para la selección y separación de los residuos textiles por tipos de fibra.

• Carencia de proveedores que presten servicios de valorización.

• Brechas tecnológicas y de infraestructura para el reciclaje y revalorización.

• Altos costos de la gestión de residuos textiles, de las campañas de recogida y del reciclaje.

• Falta de apertura del mercado de productos a partir de la valorización.

• Brecha cultural y falta de información y/o conocimiento sobre la disponibilidad de iniciativas de valorización.

• Falta de apoyo financiero, condiciones habilitantes y capacidades de transformación.

Aunque destaca la importancia de la valorización de los residuos textiles, la directora ejecutiva de la ASCC manifiesta la necesidad de que el rubro "incorpore dentro de su modelo de negocio la prevención de la generación de residuos, integrando el enfoque de ecodiseño. La Estrategia de Economía Circular para Textiles marcará pautas claves para esta industria. En el futuro, se podrían considerar incentivos fiscales para empresas que adopten prácticas sostenibles, así como la prohibición de ciertos productos textiles no reciclables. Además, se requiere regular la importación de ropa usada, considerando la diferencia entre ropa usada y residuo. En ese sentido, los países exportadores y no el importador deben realizar esta diferenciación. De igual manera, se debe contar con un sistema que permita la trazabilidad y certificación de la calidad de la ropa de segunda mano que ingresa".

Oportunidades

El diagnóstico, que lideró la CDS con el financiamiento de la ASCC y la participación de 15 empresas de todos los tamaños, identificó también un conjunto de oportunidades para que el rubro textil incorpore estándares circulares. Tome nota:

• Mayor control sobre la importación de ropa y accesorios para un provisionamiento responsable.

• Estructura legal clara y beneficiosa para impulsores del reciclaje y valorización de textiles.

• Beneficios tributarios para el desarrollo de nuevos productos o mejora de procesos que contribuyan a la recirculación de residuos textiles.

• Mayor control sobre el fenómeno "fast fashion", por ejemplo, relacionados con descuentos excesivos.

• Mejoras en las garantías, basadas en la calidad y ecodiseño.

• Medir y estandarizar indicadores de recuperación y valorización, y su fiscalización.

• Promoción de hábitos de consumo responsable.

• Desarrollo de una industria/modelo de negocio viable a partir de la valorización.

• Mayor cantidad de empresas gestoras.

• Generación de alianzas entre empresas comercializadoras y gestoras.

• Potenciar iniciativas público-privadas.

• Trabajo de escala con factibilidad económica.

• Descentralización de las iniciativas de valorización.

• Instalación de procesos para la recuperación por tipo de fibra.

Con tenida circular 02 550x350"Nuestro país es el que más ropa consume en Latinoamérica, con un promedio de 50 prendas nuevas al año por persona", revela Ximena Ruz.

En un reciente seminario sobre economía circular en la industria textil, Franklin Cepeda, Gerente de Procitex, empresa dedicada a la valorización de residuos textiles a gran escala, planteó seis desafíos a enfrentar para incrementar la valorización textil en Chile: la polimaterialidad de prendas, la falta de trazabilidad desde origen, el poco incentivo para su recepción y acopio, la carencia de regulaciones para fabricantes y retail, insuficientes empresas de valorización masiva, y la necesidad de mayor innovación y tecnología.

Ejemplos de iniciativas

Poco a poco se han ido extendiendo en la industria textil y de la moda los proyectos inspirados en la economía circular. Una de las empresas pioneras ha sido Paris, que en línea con este modelo y el Objetivo de Desarrollo Sostenible Nº 12, de producción y consumo responsable, implementa desde el 2013 el programa "Ropa x Ropa". La iniciativa permite a los clientes depositar sus prendas en desuso en un contenedor azul disponible en todas las tiendas de la marca. La vestimenta es seleccionada para su donación a fundaciones, vendida en mercados especializados o reciclada para generar material textil. Hasta la fecha, Paris ha reciclado más de mil toneladas de ropa, evitando que termine en los vertederos.

Además, ParisLAB ofrece el servicio de reparación y personalización de ropa.

Otro ejemplo es el de Ellese, marca del rubro que inauguró en junio su primera tienda sustentable en el Mall Plaza Los Dominicos y lanzó este año dos colecciones en base a poliéster reciclado, contribuyendo a la limpieza de los mares y promoviendo un ciclo más circular en la moda. Las prendas cuentan con certificaciones que garantizan el seguimiento de materiales en toda la cadena de suministro.

DATO:

96%
De las prendas de vestir en Chile son importadas, por lo que el Servicio Nacional de Aduanas aportará con información semestral sobre su ingreso al país, lo que permitirá dimensionar el alcance de la futura implementación de la Responsabilidad Extendida del Productor para textiles.

Artículo publicado en InduAmbiente nº 189 (julio-agosto 2024), páginas 18 a 21.