El problema es recurrente. Cada vez que hay un partido del Real Madrid en el estadio Santiago Bernabeu la calidad del aire de la capital española se deteriora. ¿La causa? El aumento considerable del tráfico vehicular.
Tanto Madrid como la gran mayoría de los principales centros poblados españoles presentan algún grado de polución más allá de los parámetros aceptados por la normativa europea y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Según su reporte 2014, el 95 % de los españoles respiraron aire contaminado durante tal periodo y cerca de 27.000 murieron por enfermedades derivadas de los elevados índices de smog.
El informe revela que Madrid, Barcelona, Valencia y Murcia son las ciudades que más superan habitualmente los límites recomendados. Y que los contaminantes presentes en mayores niveles en éstas y otras urbes hispanas son material particulado, dióxido de nitrógeno, ozono troposférico y dióxido de azufre, este último generado por las refinerías.
Precisamente por superar las concentraciones permitidas de dióxido de nitrógeno entre 2010 y 2015, la Comisión Europea abrió un expediente sancionador a España.
Dentro de lo positivo, el reporte de la OMS reconoce una reducción de los índices contaminantes más altos debido a cuatro factores: el menor tráfico y actividad industrial como resultado de la crisis económica; la disminución de las emisiones de los nuevos vehículo; el crecimiento de las energías renovables en sustitución de centrales de carbón y petróleo; y la reubicación de antiguos medidores de calidad del aire orientados al tráfico en zonas suburbanas o rurales.
Crece el Reciclaje
Cada español generó en 2013 poco más de 449 kilos de basura, de la cual el 30% se recicló o se convirtió en compost, el 10% se incineró y el 60% restante terminó en vertederos sin tratamiento, un porcentaje que duplica la media de la Unión Europea (31%), según un informe publicado por la oficina estadística Eurostat.
Y en 2014, el volumen de residuos reciclados –incluyendo desechos metálicos, papel y cartón, madera, vidrio y plástico– se situó en 17,35 millones de toneladas, un 1,5% más que en el año anterior. Por su parte, el negocio generado por su venta alcanzó alrededor de 2.000 millones de euros.
En ese periodo operaron en España unas 350 empresas de reciclado de residuos, las cuales procesaron en más de 400 plantas desechos como los ya mencionados más aparatos eléctricos y electrónicos.
En 2015 se espera que esta industria crezca en alrededor del 2%, hasta situarse en cerca de 18 millones de toneladas recicladas, considerando un marco de gradual consolidación del crecimiento de la actividad económica.
Por otra parte, para reducir los desechos plásticos, cada español utiliza actualmente unas cien bolsas de este material al año, muy por debajo de las cerca de 300 unidades de 2007. Es una reducción drástica que aproxima al país a los objetivos de la directiva europea recién aprobada sobre esta materia: 90 bolsas por habitante en 2019 y 40 en 2026. Tres razones explican la disminución: el cobro de la bolsa, las campañas de sensibilización y la apuesta por la bolsa reutilizable.
Aguas y Ruido
En España operan modernas plantas de tratamiento de aguas residuales urbanas pero también existen algunas deudas en este servicio. Por eso la Comisión Europea, en abril pasado, lo demandó por falta de depuración de estos residuos líquidos en numerosos núcleos de población, afectando principalmente a zonas de Andalucía, Cataluña y Galicia.
Lea este artículo completo en Revista InduAmbiente N° 136, pág. 104 a 106.