Aunque aún está en pañales, el turismo sustentable ha ido ganando posiciones en nuestro país en los últimos años, especialmente estimulado por millares de visitantes provenientes de fuera de nuestras fronteras.
Ante tal emergente realidad, el Servicio Nacional de Turismo (Sernatur) se está preocupando de que todos los estamentos que participan de la actividad puedan cubrir cada una de las necesidades de los turistas actuales, más preocupados del medio ambiente que los de antaño. Para eso, recientemente lanzó una serie de manuales que buscan difundir y promover buenas prácticas entre todos los actores de la industria turística, entre los que se cuentan los establecimientos de alojamiento.
Como señala Sernatur, es necesario que estos sitios evalúen el impacto ambiental que causan dentro de la comunidad y adopten medidas que contribuyan a mitigar sus efectos adversos sobre el entorno, las que al mismo tiempo aportan a la sustentabilidad de la empresa.
Entre sus aspectos esenciales, la guía del organismo estatal estimula la correcta gestión del agua y de la energía en los lugares para alojar. A continuación, detallamos las principales recomendaciones al respecto.
Gestión del Agua
Los establecimientos de hospedaje necesitan agua para el funcionamiento de sus operaciones e infraestructura, en particular servicios de comida, requerimientos del personal, habitaciones, jardines, piscina, cocina y lavandería, entre otros.
Con la llegada de los turistas, el consumo total de este bien aumenta considerablemente y en muchas zonas del país la temporada alta coincide con los periodos estivales de escasas lluvias, lo que agrava aún más la situación.
Ambos factores ponen en peligro los recursos hídricos locales y la importancia de cuidarlos es, al igual que el agua, vital. De ahí que sea necesario adoptar diversas medidas para disminuir y optimizar su consumo. Tome nota de las siguientes:
· Contar con información visible y didáctica para promover que huéspedes y empleados usen eficientemente el agua.
· Prohibir el vertido de sustancias contaminantes por los desagües del establecimiento.
· Identificar y monitorear áreas claves de consumo de agua.
· Monitorear periódicamente su consumo en las distintas áreas y dependencias del lugar.
· Preferir plantas autóctonas o nativas en los jardines.
· Proponer a los clientes la opción de utilizar sus sábanas y toallas por más de una noche.
· Reducir el tiempo de los ciclos de lavado, especialmente sábanas y toallas.
· Utilizar los artefactos, como lavadoras y lavavajillas, sólo cuando se encuentren con carga completa.
· Implementar un sistema eficiente de riego en los jardines.
· Instalar temporizadores para limitar el consumo de agua en baños y cocina.
· Contar con separadores para la adecuada disposición final de aceites y grasas en la cocina.
· Realizar mantenimientos periódicos para evitar la aparición de goteras y filtraciones.
· Contar con un sistema de recolección de aguas lluvia para su reutilización.
· Instalar una planta de tratamiento de aguas servidas exclusiva para el establecimiento.
· Reutilizar las aguas servidas para riego.
Revise este artículo completo en Revista N° 115, págs. 132 a 133 (ed. marzo-abril 2012).