La industria del reciclaje en Chile no solo contribuye a la protección del medio ambiente, sino que también genera importantes beneficios económicos y sociales. En primer lugar, el reciclaje permite reducir la cantidad de residuos que llegan a los vertederos, evitando así la contaminación del suelo y del agua. Además, la reutilización de materiales disminuye la necesidad de extraer recursos naturales, lo que ayuda a preservar nuestros ecosistemas.
Por otro lado, el reciclaje es una industria creciente y por ende una fuente de empleo significativa en nuestro país. Esta industria ha creado oportunidades laborales en diversas comunidades, y en los últimos años hemos visto como emprendimientos se han transformado en empresas con un gran potencial.
La Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP) es una herramienta clave para promover la sostenibilidad y fortalecer la industria del reciclaje en Chile. Si bien su implementación representa un gran avance, también enfrentamos desafíos significativos que debemos tomar en consideración.
Uno de los principales retos es la educación y sensibilización de la población. Aunque el reciclaje ha ganado terreno en los últimos años, aún existe falta de información y comprensión sobre cómo separar correctamente los residuos, cómo se realiza el proceso de reciclaje y cómo las conductas de la población impactan significativamente en el cuidado del medio ambiente.
Otro desafío importante es el desarrollo de infraestructura adecuada para gestionar los materiales reciclables que la población generará. Si bien se han implementado avances en esta materia, aún existen brechas en la cobertura de puntos de reciclaje y en la capacidad de procesamiento de residuos, sobre todo en regiones. Es necesario promover la inversión en plantas de reciclaje y en tecnología que facilite la separación y clasificación eficiente de los materiales.
Además, la colaboración entre el sector público y privado es fundamental. La implementación exitosa de la ley REP requiere de un trabajo conjunto entre el gobierno, las empresas y los ciudadanos. Es necesario establecer alianzas estratégicas que fomenten la inversión y la innovación en la gestión de residuos, así como incentivos económicos para las empresas que adopten prácticas sostenibles.
Es justamente aquí donde aparece otra clave fundamental. El reciclaje es la fuente para reemplazar materias primas vírgenes en los procesos industriales. La economía circular, de la cual escuchamos a diario, cierra su ciclo cuando logramos reintroducir materiales reciclados en nuevos productos. Reconocer los materiales reciclables como el séptimo recurso es un paso fundamental en este sentido. Al otorgarles el valor que merecen, se impulsa su demanda en el mercado industrial. Esto implica establecer regulaciones y medidas que promuevan y favorezcan la adquisición y utilización de estos productos, tanto en el sector público como en el privado.
En ANIR (Asociación Nacional de la Industria del Reciclaje), estamos comprometidos en abordar estos desafíos y trabajar en conjunto con diferentes actores para fortalecer la industria del reciclaje en Chile. Creemos firmemente que el desarrollo de políticas públicas se enriquece cuando estas se fundan en conocimiento, experiencia concreta e información certera. Estamos dispuestos a compartir nuestras mejores prácticas, investigaciones y perspectivas desde nuestro sector, con el objetivo de fortalecer la industria y promover una gestión de residuos más eficiente y sostenible.
Nuestro propósito es claro: promoveremos la valorización de materiales en coherencia con la jerarquía en el manejo de residuos; a través de un enfoque colaborativo, circular y descentralizado, por el bienestar de la sociedad y el medio ambiente. Fomentaremos la jerarquía en el manejo de residuos, considerando en orden de preferencia la prevención, la reutilización, el reciclaje, el compostaje, y la valorización energética, dejando como última alternativa su eliminación.