Revista de descontaminación industrial, recursos energéticos y sustentabilidad.

¿Red de salares (des)protegidos?

Flavia Liberona
Bióloga y directora ejecutiva de Fundación Terram



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En abril de 2023 el Presidente Gabriel Boric presentó la Estrategia Nacional del Litio, donde se anunció la creación de una Red de Salares Protegidos. Hoy, después de casi un año, conocimos en detalle los "criterios" para determinar cuáles son los denominados salares estratégicos y cuáles formarán parte de dicha red.

Según el anuncio, se definieron cuatro proyectos como salares estratégicos, en los cuales el Estado aseguraría su presencia. De acuerdo a la información oficial, esto representa el 49% de la superficie de los salares del país.

No obstante, lo que más nos preocupa son los "criterios ambientales" utilizados para identificar y proponer los salares que quedarán bajo protección, presentados por el Ministerio de Medio Ambiente al Consejo de Ministros para la Sustentabilidad. Desde el Ministerio señalaron que no formarán parte de la Red los salares -o porciones de ellos- que tengan actualmente presencia de faenas mineras de explotación de minerales, pero no explicita de qué minerales se trata, por tanto, es de suponer que no solo sería litio.

Es evidente que lo que primó al establecer esta propuesta de Red de Salares no tiene que ver con criterios respecto de su valor ecológico, la biodiversidad o su importancia hidrológica. Lo que se define como criterio es que NO serán protegidos aquellos salares que tienen recursos minerales de interés para el Estado y los privados, sin importar el valor de su biodiversidad, como tampoco importa el daño o impacto ambiental que se genere en el ecosistema y las comunidades locales.

En este sentido, el Gobierno en una actitud autocomplaciente señala que con este anuncio se protegerá el 33% de los salares, pero cabe preguntarse, ¿qué pasa con el 67% de superficie de salares restantes? Ya sabemos que el 49 % es estratégico para el Estado, mientras un aproximadamente un 18% será dejado a merced del interés de privados, por lo que podrán ser usados y destruidos por distinto tipo de actividades extractivas.

Además, lo que tampoco nos dicen es cuál será la figura de protección oficial a utilizar, ya que no es lo mismo un Parque Nacional que una Reserva Nacional, pues mientras en el primero no se pueden realizar actividades extractivas, en las reservas sí. Esto es fundamental si consideramos la cantidad de concesiones de explotación y exploración minera que alojan los salares y lagunas salobres del norte del país, donde una investigación de Fundación Terram reveló que cerca del 64% de la superficie de salares de San Pedro de Atacama poseen concesiones de explotación ya constituidas.

Poniendo raya para la suma, desde Fundación Terram creemos que una vez más en esta pasada ganó la partida el promover la extracción de recursos naturales, con bajos estándares de protección ambiental, ya que se permitirá extraer minerales en el 67% de los salares restantes, mientras que –supuestamente– se protegerá solo el 33%. Esto, sin importar cuáles tienen un mayor valor ecológico, es decir, que haya especies y ecosistemas únicos que serán destruidos. El desarrollismo más tradicional y menos sustentable por ahora está ganando la partida del litio.

Columna publicada en InduAmbiente nº 187 (marzo-abril 2024), página 34.