Chile está tipificado como un país vulnerable a los efectos del cambio climático, de acuerdo a los criterios establecidos en la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Para afrontar la vulnerabilidad, es importante desarrollar e implementar políticas públicas que permitan adaptarnos a lo que viene. Esto significa prepararnos para minimizar los impactos de la crisis climática en los habitantes del territorio nacional, la infraestructura, los sistemas productivos y los ecosistemas.
Las políticas públicas deberían priorizar medidas de adaptación, especialmente en las regiones más vulnerables como la zona central o mediterránea. No obstante, la discusión nacional y las acciones gubernamentales se han centrado más en la descarbonización y la reducción de emisiones. Aunque esto es necesario, falta implementar acciones de mediano y largo plazo para enfrentar la vulnerabilidad climática. Para alcanzar la carbono neutralidad, es crucial no solo reducir emisiones, sino también aumentar la absorción de gases de efecto invernadero (GEI), con un papel fundamental de la vegetación nativa.
Por otra parte, la región de Valparaíso es y será una de las más afectadas por la crisis climática en Chile. Ejemplos claros son la prolongada sequía en Petorca, los repetidos incendios, y las lluvias que provocan socavones en Concón. Observar estos eventos ayuda a entender la magnitud del cambio climático y la necesidad de generar acciones para enfrentarlo.
En este sentido, Fundación Terram, a través del proyecto Tayú en Valparaíso, ha elaborado dos documentos claves que fueron presentados a organizaciones locales y enriquecidos con sus aportes. El primero aborda las brechas y propuestas de política pública para afrontar la pérdida de formaciones vegetacionales nativas, con recomendaciones y propuestas para la región y el país. Entre éstas destacan la pronta aprobación del Servicio Nacional Forestal y la implementación de una ley de prevención y combate de incendios forestales que no permita el cambio de uso de suelo, entre otras cosas.
Además, este trabajo permitió identificar 33 conflictos socioambientales relacionados con la pérdida de vegetación nativa, los cuales quedaron plasmados en un catastro que reseña cada caso y su afectación a la vegetación nativa.
Hoy en día, conservar y restaurar ecosistemas es clave para mitigar los efectos del cambio climático. Es fundamental que Chile adopte políticas públicas que no solo se enfoquen en la reducción de emisiones, sino también en la adaptación y conservación de la vegetación nativa, especialmente en regiones vulnerables como Valparaíso.
Los documentos se pueden encontrar y descargar en este link: www.terram.cl/documentos
Columna publicada en InduAmbiente nº 188 (mayo-junio 2024), página 55.