Revista de descontaminación industrial, recursos energéticos y sustentabilidad.

El ruido en la Evaluación Ambiental Estratégica

Sonia Reyes
Seremi del Medio Ambiente
Región Metropolitana



300-Sonia Reyes
Desde hace más de 20 años conmemoramos el Día Internacional de la Conciencia sobre el Ruido con el fin de sensibilizar a la ciudadanía respecto de que el ruido es un problema ambiental que tiene impactos en la salud y bienestar de las personas, por lo que es importante prevenirlo en todos los espacios cotidianos.

En las ciudades es donde más ruido ambiental se genera, siendo el tránsito vehicular la mayor fuente emisora. Le siguen las fuentes fijas como las actividades industriales, comerciales, deportivas y, algo que ha generado molestia en varias ciudades chilenas: los conciertos y espectáculos.

Junto con afectar la capacidad de concentración, el ruido merma la calidad del sueño, la capacidad auditiva y también nuestra capacidad de comunicación. Con el fin de tener una radiografía de lo que ocurre con este contaminante el Ministerio de Medio Ambiente ha elaborado mapas de ruido en cuatro áreas metropolitanas: Santiago, Valparaíso-Viña del Mar, Concepción y Coronel, los cuales se pueden revisar en este sitio web

Estos mapas permiten visualizar los niveles de ruido en cada ciudad y conocer los sectores más afectados por este contaminante, con lo cual se pueden generar diagnósticos, simular medidas de control y promover las medidas más eficaces, así como también identificar aquellos lugares con bajos niveles de ruido que deben ser protegidos.

De acuerdo con la experiencia internacional, la exposición de la población al ruido no se resuelve únicamente disminuyendo la emisión del ruido por las múltiples fuentes que existen (por ejemplo, carreteras, industrias, aeropuertos), sino también, con un adecuado ordenamiento territorial que resguarde la localización de las fuentes emisoras de ruido y la distancia respecto de los receptores (personas).

Por ello, como Seremi del Medio Ambiente hemos incorporado el ruido como una variable a considerar en la Evaluación Ambiental Estratégica (EAE) de planes reguladores comunales e intercomunales en la Región Metropolitana. La planificación territorial es una herramienta muy eficaz para regular del impacto del ruido ambiental sobre la población, en la medida en que establece una distribución de usos del suelo e infraestructuras orientada a minimizar la exposición de la población a fuentes de ruido poco saludables.

Entre los criterios que se impulsan a través de la EAE para mitigar la exposición al ruido de la población urbana, se encuentra la restricción de usos de suelo sensibles al ruido como zonas residenciales, escuelas y colegios, hospitales y centros de salud en áreas con altos niveles de ruido. Con ello, se busca evitar la generación de urbanizaciones aledañas a aeropuertos, industrias molestas o autopistas, por ejemplo. También es relevante impulsar zonas de bajos niveles de ruido, como la transformación de vías de tránsito vehicular a paseos peatonales y uso exclusivo de bicicletas.

¿Y en nuestra convivencia diaria, cómo podemos prevenir el riesgo por ruido? Una opción es, por ejemplo, ubicar los equipos ruidosos lejos de los puestos de trabajo, instalar ventanales de doble vidrio en nuestras casas, o utilizar cercos vegetales (que absorben los ruidos) entre viviendas o a lo largo de instalaciones más ruidosas. Es importante tomar conciencia de los impactos del ruido, pero también de las acciones que podemos realizar como sociedad para mitigarlos y para disminuir la exposición de la población a este contaminante.