Revista de descontaminación industrial, recursos energéticos y sustentabilidad.

EXIGENTE GESTIÓN

EXIGENTE GESTIÓN

Pisciculturas aplican nuevas medidas para tratar sus aguas residuales.



La Anemia Infecciosa del Salmón (ISA) no sólo infectó a millones de ejemplares de esta especie en Chile entre el 2007 y 2010. También infectó la confianza que se tenía en este pujante sector productivo, catalogado por muchos de sus actores como ejemplo de manejo sanitario y ambiental. Sin embargo, un virus demostró lo contrario y no sólo provocó una brusca caída de la producción y una gran cesantía en las regiones del sur donde opera, sino que hizo que esta industria, obligada por la autoridad y la dura realidad, se replanteara su conducta en ambos temas.

Actualmente, con una “cara” renovada, la salmonicultura nacional muestra un gran repunte en sus principales indicadores, especialmente en términos productivos, transformándose nuevamente en protagonista en el concierto mundial.

Aunque la crisis del ISA se desató en los centros de cultivo en el mar, en todo el ciclo productivo de los salmones se han incorporado nuevas y mejores prácticas que buscan minimizar el riesgo de un nuevo desastre sanitario y ambiental. En ese contexto, en las pisciculturas -en cuya agua dulce se realiza el primer periodo de engorda- han aumentado las exigencias para el adecuado tratamiento de las aguas y la gestión de los lodos. Esto es lo que se está haciendo hoy en día en ese sentido.  

En Afluente y Efluente

En abril de 2012, el Instituto Tecnológico del Salmón, Intesal, publicó la actualización de las medidas sanitarias que rigen a este sector, informando que todas las pisciculturas que reciban y desoven reproductores deberán tener implementado un sistema de desinfección de afluente con las siguientes especificaciones técnicas:

•    Tratamiento UV: Presentar transmitancia de agua de al menos un 80%.
Dosis: 70 mJ/cm2/seg, la cual se ha estimado con lámparas de mercurio de baja presión.

•    Tratamiento con ozono: Dosis de entre 0.5 y 1 mg/L por 3 minutos. Se exceptúan de dar cumplimiento a esta medida las pisciculturas que utilicen aguas de primer uso (agua de pozo o vertientes), siempre que éstas no tengan presencia de peces nativos.

Y si el tratamiento de patógenos es en el efluente, las pisciculturas que reciban y desoven reproductores tendrán que contar con un sistema de desinfección con estas especificaciones técnicas:

•    Tratamiento UV: En caso que la piscicultura opte por la desinfección con UV, deberá considerar las siguientes etapas:

- Pretratamiento de riles: Implementación de un tamiz o rejilla que permita la retención de sólidos gruesos.
- Tratamiento primario: Retención de sólidos finos, por ejemplo mediante decantadores, filtros rotatorios u otro sistema que asegure una transmitancia del agua de al menos un 80%. Si se emplea un filtro rotatorio se debe utilizar un tamiz más fino de 30 a 45 ?m.
- Desinfección de riles: La dosis a aplicar es de 70 mJ/cm2/seg, la cual se ha estimado con lámparas de mercurio de baja presión.

•    Tratamiento con ozono: Dosis de entre 0.5 y 1 mg/l por 3 minutos. Se exceptúan las pisciculturas que reciben y desovan reproductores que hayan tenido un ciclo completo en tierra.

Disposición de lodos

En relación a los lodos resultantes del proceso de tratamiento de las aguas, Intesal instruyó que los lodos provenientes de los sedimentadores o filtros rotatorios que se entreguen o destinen a una instalación para su disposición final se deben disponer en forma biosegura, de acuerdo a la Resolución Sernapesca N° 1882/2008.

El organismo técnico también informó que hay que ensilar los biosólidos en contenedores cerrados y estancos, para lo cual debe agregarse ácido fórmico o ácido acético a estos residuos orgánicos hasta que adquieran un pH homogéneo inferior a 4.


Artículo completo, en InduAmbiente 119 (noviembre-diciembre 2012), páginas 110-111.