Unas 40.000 toneladas de lodos, derivados del tratamiento de residuos líquidos industriales (Riles), generan anualmente las empresas socias de Chilealimentos que han participado en los Acuerdos de Producción Limpia. Hoy, la mayor parte de esos biosólidos se dispone en rellenos sanitarios, lo que representa altos costos para las agroindustrias y reduce la vida útil de estos centros de recepción de desechos.
Sin embargo, es muy probable que este panorama cambie positivamente ya que una reciente modificación al D.S. Nº 3/2012 “Reglamento para el manejo de lodos provenientes de plantas de tratamiento de efluentes de la industria procesadora de frutas y hortalizas”, aprobada por el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad, amplía la posibilidad de usarlos como mejoradores de suelos, siempre que se cumplan con ciertos parámetros y obligaciones claramente definidas.
De este modo, se abre una alternativa para que las plantas productoras de pulpas de frutas, jugos concentrados, productos congelados y deshidratados, entre otros, avancen hacia la economía circular y la sustentabilidad.
Sin Límite de Humedad
Una de las principales novedades que establece la modificación del D.S. 3/2012 es que se elimina el artículo que impone un límite de humedad (máximo 70%) en los lodos para poder aplicarlos en suelos. Esta exigencia ha sido muy difícil de cumplir para las procesadoras de frutas y hortalizas por lo que se han visto obligadas a enviar sus lodos a los rellenos sanitarios.
Al mismo tiempo, la reforma establece lineamientos para la aplicación de biosólidos con mayor contenido de humedad. Así, para aquellos con consistencia pastosa o semisólida, en que se dificulte el esparcimiento homogéneo, se ordena inyectarlos al suelo o depositarlos en surcos que deberán ser tapados de forma inmediata.
Adicionalmente, se aumentan los requerimientos para el control de olores. Las plantas industriales deberán hacer limpiezas programadas y tendrán restricciones de tiempo de almacenamiento. También habrá un plazo máximo de acumulación en el predio y la aplicación de los lodos al suelo se deberá programar considerando la dirección del viento.
Finalmente, se fijan exigencias para el control de coliformes. Para suelos destinados a cultivos hortícolas o frutícolas que estén en contacto directo con la superficie y que se consuman habitualmente crudos, el límite será una densidad de coliformes fecales menor a 1.000 NMP (número más probable).
Hasta el cierre de esta edición, la modificación al D.S. 3/2012 se encontraba a la espera de la firma de las autoridades correspondientes para someterla a toma de razón por parte de la Contraloría, tras lo cual se publicará en el Diario Oficial.
Artículo publicado en InduAmbiente N° 166 (septiembre-octubre 2020), pág. 22.