Revista de descontaminación industrial, recursos energéticos y sustentabilidad.

MEJOR COMO SUBPRODUCTOS

MEJOR COMO SUBPRODUCTOS

Residuos agroindustriales pueden transformarse en productos de uso agrícola.



La clasificación de algo como “residuo” dependerá del destino final que se le dé a ese resto de producción. Si se le encuentra un valor comercial o aplicación entonces se le considera un subproducto. Por otro lado, no sólo tenemos que pensar que residuo es aquel que se genera post consumo, como ocurre con el vidrio, plástico, cartones, papeles, entre otros. Residuo es también cualquier subproducto resultante de un proceso agroindustrial al cual no se le encuentra algún valor comercial explicito. Por lo tanto, la solución es disponerlo de alguna forma, generalmente fuera de la planta productora a través de un tercero, lo cual implica pagar por el servicio.

Afortunadamente, se visualiza un cambio con la próxima entrada en vigencia de la Ley sobre la Responsabilidad Extendida del Productor (REP), cuyo objetivo es avanzar en la reutilización, reciclaje y valorización de los residuos. Esto forzará a las empresas a ser creativas e innovadoras y a no generar “residuos” a través de la valorización de sus subproductos. Por lo tanto, la oportunidad da origen a la innovación al valorizarse subproductos del sector agroindustrial para la generación de productos con valor comercial y propiedades especiales, permitiendo la creación de un negocio innovador. Además del ámbito económico se deben considerar los aspectos ambientales, como por ejemplo evitar la extracción innecesaria de materias primas, impedir el agotamiento de los recursos naturales y, sobre todo, dejar de “enterrar” estas materias primas.

¿Qué pasaría si de la noche a la mañana se prohibiera eliminar o disponer materiales orgánicos en rellenos sanitarios? Sin duda que estos “desechos” dejarían de ser un problema para transformarse en una oportunidad de negocios. Eso ya ocurrió en gran parte de los países europeos, donde a la fecha se ha generado una gran diversidad de productos a partir de diferentes subproductos de procesos agroindustriales. Algunos de tantos ejemplos son Ergofito, Farture, TerraCycle e ILSA.

Potencial como Fertilizantes

Muchos subproductos del sector agroindustrial, catalogados como residuos no peligrosos, tienen un gran potencial para su uso en los sectores agrícola y forestal como fertilizantes o mejoradores de suelos. Lo anterior es relevante considerando que Chile es un importador neto de fertilizantes, con aproximadamente 1,1 millones de toneladas anuales de estos productos.

En Europa, la italiana ILSA, una de las empresas más importantes de este continente en biotecnologías para la nutrición y bioestimulación de las plantas, se especializa en producir fertilizantes naturales a través de un proceso de hidrólisis enzimática del descarte de las curtiembres. En Italia, donde el mercado de fertilizantes es de 5 millones de toneladas métricas, cerca de un 13% de los productos utilizados corresponde a fertilizantes a base de nitrógeno orgánico. Por otro lado, en Brasil el consumo de fertilizantes organominerales casi se ha duplicado en los últimos 10 años, sobrepasando los 3,5 millones de toneladas en 2011. La tendencia es clara: los agricultores buscan que los productos que consumen tengan mayor eficiencia, aporten todos los nutrientes que la planta requiere durante su ciclo de cultivo y que no dañen el medio ambiente.

Realidad en Chile

En Chile contamos con material muy valioso que podemos utilizar para empleo directo o para formular productos organominerales para uso agrícola. Un ejemplo lo constituyen las tierras filtrantes (diatomita), ampliamente utilizadas en empresas del sector alimentario: agar-agar, cerveceras, vitivinícolas, jugos...

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