Todas son cifras imponentes, por no decir enormes, en la industria de la construcción. Partiendo por el consumo de materias primas: el 40% del total que se extrae a nivel mundial.
En Chile, su magnitud se puede dimensionar con un dato ambiental: cerca del 34% de los residuos sólidos generados a nivel país corresponden a residuos de construcción y demolición (RCD). Al año 2023, se espera que este tipo de desechos alcance un volumen similar a 15,5 estadios nacionales o tres cerros Santa Lucía. ¡Impresionante!
La necesidad cada vez mayor del rubro de insertarse en la economía circular dio un paso importante en agosto de 2020, cuando se lanzó la "Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035", que lidera el programa Construye2025 –impulsado por Corfo y administrado por el Instituto de la Construcción– junto a los ministerios de Vivienda y Urbanismo (Minvu), Medio Ambiente (MMA) y Obras Públicas (MOP).
Alejandra Tapia, Coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, destaca el sueño en común que esperan alcanzar con la iniciativa: "Un país que gestione sus recursos en forma eficiente, impactando positivamente en los ámbitos social, ambiental y económico. Esto, con la participación de diferentes actores públicos, privados y de la academia".
Con ese objetivo se definieron cinco ejes estratégicos que permitan impulsar la economía circular en construcción: planificación territorial e infraestructura para la gestión de los RCD y la economía circular; coordinación pública para el marco regulatorio y fomento a la economía circular en construcción; ecosistemas y cadenas de valor para mercados de economía circular en construcción; información e indicadores para el desarrollo de mercados, políticas públicas e innovación; y restauración de pasivos ambientales y de riesgos.
Algunos Avances
Alejandra Tapia destaca las diversas iniciativas implementadas y en curso tras un año y meses de puesta en marcha de la hoja de ruta. Menciona las alianzas público-privadas que dieron vida al Acuerdo de Producción Limpia (APL) de esta industria en la Región de Valparaíso y al Comité de Economía Circular en Construcción, liderado por el Instituto de la Construcción. En el sector público, en particular, afirma que "se han instruido dos oficios por parte de los ministerios de Vivienda (nº 430) y Obras Públicas (nº 138) solicitando la inclusión de planes de gestión de residuos en las obras con financiamiento público considerando la norma chilena NCh3562:2019, sobre gestión de RCD. Y en 2021 se desarrolló la nueva norma NCh3727 sobre gestión de residuos en obras de demolición".
En el APL, que se extenderá hasta fines de 2023, cada compañía participante debe fijar metas cuantitativas para prevenir la generación y valorizar sus distintos tipos de desechos, aunque estas últimas no podrán ser menores a un 10% del total de residuos producidos. También contempla la elaboración de un catastro de gestores de residuos que operen en la región y de sitios de disposición final de RCD autorizados, proponiéndose una estrategia de solución a la falta de estos lugares.
En otro hito, la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), el Instituto de la Construcción y Construye2025, guiados por la Corporación de Desarrollo Tecnológico de la CChC, lanzaron el pasado 20 de enero la Estrategia de Economía Circular en Construcción, que presenta los lineamientos para el tránsito hacia una nueva cultura del sector. Su propósito es avanzar hacia el desarrollo sostenible, social, ambiental y económico de la industria, a través del apoyo a iniciativas que involucran a los sectores público, privado y académico.
En lo relativo a la institucionalidad, la especialista resalta la constitución de la Mesa Interministerial de Construcción Sustentable y de comisiones regionales en la materia. Esto, "con el fin de fortalecer y desarrollar redes colaborativas en el sector público para la gestión sustentable de los RCD y la economía circular en construcción a escala regional y local. Actualmente, 11 de las 14 mesas regionales han relevado la gestión de los residuos como temática a abordar", acota.
Un nuevo avance en este ámbito fue la reciente aprobación de un proyecto para el desarrollo de perfiles y planes formativos para capacitar a trabajadores en el manejo de RCD.
Gracias al impulso de Corfo, en tanto, se están desarrollando ocho iniciativas, seleccionadas en un reto de innovación en economía circular en construcción, que ayudarán a disminuir la pérdida de recursos utilizados en el rubro.
Desde Construye2025, Alejandra Tapia busca promover la valorización de los residuos y generar las capacidades para su gestión.
Y en el área regulatoria, se avanza en la elaboración del "Reglamento sanitario para el manejo de residuos de las actividades de la construcción y demolición", el cual lidera el Ministerio de Salud.
¿Desafíos? "Para este año, promover la valorización de los residuos y generar las capacidades para su gestión. Sin embargo, paralelamente es necesario trabajar en la eliminación de barreras, por lo que se está desarrollando el estudio Propuesta de Marco Regulatorio Integrado y Fomento a la Valorización de los RCD", revela la asesora de Construye2025.
Otros grandes desafíos se relacionan directamente con las metas de la Hoja de Ruta RCD 2035 (ver recuadro).
Brechas y Desincentivos
A propósito de barreras y/o brechas que existen en nuestro país para la valorización de los RCD, Alejandra Tapia asegura que "uno de los principales desincentivos es el bajo costo que tiene la disposición final de los residuos debido a su baja regulación y fiscalización. En Chile, 7 regiones no cuentan con lugares de disposición autorizados (Minvu, 2019), cuyos requisitos de funcionamiento no están definidos. Además, la normativa vigente es fragmentada, poco conocida, y no existen criterios estandarizados a lo largo del país por parte de las entidades que tienen competencias. Y no existen modelos de gestión conocidos para los RCD".
Añade otro punto muy importante y habilitante para que se puedan valorizar éstos y todos los residuos: "Su separación in situ para evitar la mezcla y contaminación entre residuos, así como para facilitar su gestión y optimizar las operaciones de manejo".
Karen Aguilera, Gerenta General de Revaloriza, empresa que implementa en Viña del Mar el primer centro de tratamiento y valorización de RCD en Chile, también desglosa las barreras que existen en este campo:
• Falta de fiscalización.
• Falta de cuerpos legales que promuevan la valorización y de subsidios para que existan lugares que realicen esta labor.
• Carencias de comunicación entre los organismos públicos que tienen que incidir en la gestión de RCD, sobre todo de las direcciones de obras, seremis de salud y ministerios del Medio Ambiente y Obras Públicas.
• Desconocimiento y falta de compromiso socioambiental de las empresas generadoras de residuos.
• Existencia de sitios ilegales de recepción de RCD sin promover su valorización.
• Falta de trazabilidad y su exigencia en las declaraciones ante el Registro de Emisiones y Transferencias de Contaminantes (RETC). "Si bien hoy es una obligación, quien no declara no tiene problemas", asegura la ejecutiva.
Plantea también que, al ser pioneros, "proyectos como el nuestro se enfrentan a la actual 'burocracia circular´. Aunque para todos es mejor la circularidad en lugar de la linealidad, la tramitación puede tomar mucho tiempo dado que son muchos los organismos que inciden".
Oportunidades
Pese a las trabas, ambas profesionales ponen en relieve las oportunidades que ofrece el incipiente mercado de la valorización de RCD.
Karen Aguilera expone que este nicho en crecimiento "complementa las directrices de la Ley REP y de otros cuerpos normativos en los cuales hoy se trabaja. Por ejemplo, durante este 2022 se publicará el Reglamento Sanitario de RCD que promoverá la valorización por sobre la disposición final. Además, en la NCh163 se incorporarán dos conceptos nuevos que nacen gracias a la valorización: los de áridos reciclados y áridos artificiales".
Sostiene también que es de vital importancia que organismos públicos como el MOP, el Minvu y el Serviu "puedan exigir en sus bases de licitación de proyectos tanto la valorización de los RCD como la incorporación de materias primas secundarias, como los áridos reciclados, como base y sub base para caminos. Con ello se daría cumplimiento cabal a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de ciudades sostenibles y resilientes".
Alejandra Tapia profundiza en las expectativas que genera la producción de áridos reciclados a partir del reciclaje de residuos inertes. "Según un informe del Ministerio del Medio Ambiente, si se considera una generación de 5 millones de toneladas de residuos inertes al año, valorizable en un 50%, convertida a metros cúbicos (densidad 800 Kg/m3), es posible conseguir un volumen de 2 millones de m3 de áridos reciclados. A un valor comercial de $7.000 el m3 (base estabilizadora), se podría obtener un valor de venta anual de MM$14.000 (480.000 UF aprox.), con la creación de unos 2000 empleos", asegura.
El cálculo anterior adquiere más importancia considerando que la demanda actual de áridos en Chile se estima en cerca de 11 millones de metros cúbicos anuales, de los cuales las plantas formales solo tienen capacidad para aportar 4 millones, por lo que se presume que los 7 millones restantes provendrían de la extracción ilegal.
Los restos de hormigón constituyen entre el 50% a 60% de los residuos que quedan tras una demolición.
Primeros Ejemplos
Durante el último año, parte de la atención del sector construcción ha estado puesta en Revaloriza, la planta pionera en tratamiento y valorización de RCD que se está instalando en Viña del Mar. "Se encuentra con más de 50% de avance y ya estamos recepcionando y valorizando hormigón y asfalto. Lo que generamos son áridos reciclados que pueden ocuparse como carpetas de rodados para evitar el levantamiento de material particulado y el uso de camiones aljibes para humectar caminos, protegiendo otro recurso escaso como el agua. Esperamos estar al 100% en marzo próximo", cuenta Karen Aguilera.
Su máxima responsable destaca, asimismo, que la instalación valorizará no solo RCD, sino también residuos de otras industrias que no sean peligrosos ni asimilables a domiciliarios. Esto incluye, aparte de hormigón y asfalto, metales, cartón, plásticos y maderas, principalmente.
Por su parte, Flesan, empresa líder en el mercado de las demoliciones, ha ido de manera creciente recuperando, reutilizando y reciclando los materiales de las construcciones que desmantela como paso previo a la demolición. Para eso apuesta por la innovación y la tecnología de punta.
Otra firma del sector, Demoliciones H y L, realiza una labor similar al intentar reutilizar la mayor cantidad de materiales que son susceptibles de recuperar. Con ese fin se apoya en la trazabilidad, pues "es la única forma de cuantificar dónde y qué tipo de residuos genera una demolición y en qué lugar serán dispuestos", aseguran.
En Reviste, a su vez, recuperan madera y otros residuos de la industria de la construcción "para hacer los revestimientos sostenibles más auténticos y socialmente responsables de Chile", porque su manufactura está a cargo de personas privadas de libertad con la colaboración de Gendarmería de Chile.
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RECUADRO:
Ejes y Desafíos
La Hoja de Ruta RCD 2035 incorpora cinco ejes que orientan las acciones a seguir y las metas. Alejandra Tapia subraya la importancia de los desafíos asociados a tres de ellos y que deberían cumplirse al 2035:
• Planificación territorial e infraestructura para la gestión de los RCD y la economía circular. Metas:
-Contar con áreas urbanas del país con zonas para la instalación de plantas de valorización, estaciones de transferencia y sitios de disposición final autorizada.
-Que en todas las regiones exista infraestructura para su valorización, con plantas y estaciones de transferencia.
• Coordinación pública para el marco regulatorio y fomento a la economía circular en construcción. Al 2035 se espera que:
-El 100% de las licitaciones públicas de edificación e infraestructura incorporen una gestión sustentable de los RCD generados en obra.
-Exista un marco regulatorio y normativo para las materias primas secundarias que se utilizan en la fabricación de productos de construcción.
-La Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones considere los requisitos mínimos –estandarizados y según diferentes escalas de proyectos– para la gestión de los RCD en obra, obtención de permisos de demolición y edificación, recepción final de obras y su implementación en línea en las direcciones de obras municipales.
• Ecosistemas y cadenas de valor para mercados de economía circular en construcción. Meta:
-Que el 70% del volumen de los RCD se valorice mediante reutilización y reciclaje para la fabricación de nuevos productos.
Artículo publicado en InduAmbiente 174 (enero-febrero 2022), páginas 16 a 19.