Entre molinos se han comenzado a “entender” en la gran minería nacional. Los de un tipo, los eólicos, están aportando sus primeros megavatios de potencia eléctrica al rubro; y los de otra clase, los SAG, muy demandantes de energía, están aprovechando este recurso limpio y renovable.
Es una relación de mutuo beneficio, que crecerá exponencialmente en los próximos años, y que contribuirá significativamente a la sustentabilidad de la principal actividad productiva de nuestro país.
Lo anterior, considerando los numerosos contratos a largo plazo que gran parte de las principales empresas mineras que operan en Chile ha suscrito, en el pasado reciente, con importantes productores de energía eléctrica renovable.
Dado el nuevo escenario que se configura, la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) proyecta que el consumo de electricidad proveniente de energías renovables y limpias en la minería del cobre crecería del actual 10,5% a un 49% en los próximos tres años. Al 2023, las empresas mineras sumarán 13,1 Tera Watts hora (TWh), unos 13.000 Gwh/año, a partir de proyectos basados en energía solar y eólica, principalmente, que cubrirían casi la mitad del total de la demanda eléctrica proyectada para ese año (26,7 TWh).
Esto contribuiría de manera importante a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), ayudando a cumplir con los compromisos del sector frente al cambio climático.
El informe revela que los mayores contratos de abastecimiento con fuentes limpias corresponden a Escondida y Spence con 6,6 TWh/año, y Anglo American con 3 TWh/año.
El organismo técnico advierte, además, que el consumo eléctrico en la minería del cobre podría llegar a 33,1 TWh al año 2030. Esto se explicaría por razones estructurales como el envejecimiento de las minas, la caída en las leyes del mineral y el decaimiento de los minerales oxidables, lo que conduciría a una producción enfocada en concentrados, proceso altamente intensivo en el uso de electricidad.
Cabe indicar que las compañías mineras tienen al menos tres mecanismos para incorporar energías limpias:
- Mediante un proyecto de ERNC desarrollado por la propia empresa para abastecer algún proceso, como ocurre con Gabriela Mistral de Codelco o Centinela de Antofagasta Minerals.
- A través de contratos PPA (acuerdos de largo plazo para la compra de energía renovable) en los cuales las mineras participan en la inversión de un proyecto de ERNC, como lo han hecho Zaldívar y Quebrada Blanca, entre otros.
- Vía contratos PPA en los que la compañía, como cliente, solicita a un generador que el suministro sea con energías renovables, tal como lo han realizado Chuquicamata y Collahuasi.
Algunos Ejemplos
A continuación, detallamos la mayoría de los casos de mineras que están en proceso de incorporación de energía eléctrica renovable a su matriz.
• Enami
En 2021, la Empresa Nacional de Minería (Enami) logrará un hito: que el 100% de abastecimiento eléctrico de todas sus instalaciones proceda de fuentes renovables. El recurso provendrá de plantas solares fotovoltaicas, tras un contrato de largo plazo firmado con Acciona Energía en 2018. Solo falta que el complejo metalúrgico de Paipote, formado por la fundición Hernán Videla Lira y la planta Manuel Antonio Matta, en Copiapó, comiencen a operar con energía limpia. Tras ello, evitará la emisión a la atmósfera de más de 300.000 toneladas de CO2 equivalente al año.
Para acreditar el origen renovable de la energía, la compañía estatal incorporó la plataforma Greenchain.
• Teck Carmen de Andacollo
Gracias a un contrato de largo plazo, la compañía minera comenzó el 1 de septiembre pasado a incorporar energías renovables a sus operaciones. La mina de cobre ubicada en la Región de Coquimbo obtendrá 72 MW (550 GWh/año) de la creciente cartera de energía renovable eólica, solar e hidroeléctrica de AES Gener. La transición a energía renovable sustituirá el uso de combustibles fósiles y eliminará aproximadamente 200.000 toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero al año.
Ambas empresas también tienen un acuerdo para suministrar energía renovable (más del 50% de la demanda) al proyecto Quebrada Blanca Fase 2, actualmente en construcción.
• Zaldívar
En 2018, Minera Zaldívar y Colbún firmaron un acuerdo que comenzó a regir en julio de 2020 y que tendrá una duración de diez años. Gracias al contrato -por 550 GWh/año y respaldado por fuentes de energía renovable hidráulica, solar y eólica-, la cuprífera podrá reemplazar emisiones equivalentes a 350 mil toneladas anuales de GEI.
• Antucoya
A partir de enero de 2022, será la segunda compañía del Grupo Antofagasta Minerals que utilizará sólo fuentes renovables para producir cobre. Esto, gracias a un contrato de largo plazo que suscribió con Engie Energía, que le aportará alrededor de 300 GWh/año. De esta manera, podrá evitar la emisión de unas 134 mil toneladas anuales de gases de efecto invernadero, lo que equivale a sacar de operación cerca de 36 mil vehículos al año.
• Doña Inés de Collahuasi
En abril de 2020 comenzó a materializarse un contrato que esta minera adjudicó a Enel Generación con un suministro eléctrico renovable de 1 TWh/año, que proviene de sus diferentes centrales de ERNC. Para alcanzar el 100% de suministro eléctrico renovable, la productora de cobre firmó en julio pasado otro contrato, esta vez con Sonnedix, que le proveerá unos 150 GWh, equivalente al 12% del consumo energético de la compañía. El recurso será provisto por la central fotovoltaica Sonnedix Atacama Solar, que con una inversión de US$180 millones se encuentra en construcción en la comuna de Pica, la misma donde se ubica la faena Cordillera de Collahuasi.
• Escondida y Spence
En 2019, BHP suscribió contratos separados para Escondida y Spence, por 3 teravatios hora cada uno, con Enel Generación y Colbún, los cuales comenzarán a regir en agosto de 2021 y enero de 2022, respectivamente. Los acuerdos desplazarán unas 3 millones de toneladas de CO2 por año a partir de 2022 en comparación con los contratos basados en combustibles fósiles. Esto es el equivalente a las emisiones anuales de alrededor de 700 mil automóviles con motores de combustión. El objetivo de BHP es que el 100% de la energía de las dos operaciones provenga de fuentes renovables para mediados de la actual década.
• Anglo American
A partir de 2021, sus faenas Los Bronces, El Soldado y Chagres comenzarán a recibir energía eléctrica desde fuentes renovables de Enel Generación. El acuerdo considera un consumo de hasta 3 Tera Watts hora al año, gracias a lo cual la compañía reducirá en más de un 70% sus emisiones totales, equivalentes a dejar fuera de circulación 270.000 autos.
Cabe destacar también que la minera instaló la primera planta fotovoltaica construida sobre un depósito de relaves e incorporó buses eléctricos para el transporte de sus trabajadores.
• Candelaria
Esta faena de cobre de la región de Atacama comenzará a ser provista de energía renovable a partir de 2023, tras un contrato firmado con AES Gener en 2018. Considera un suministro de 1.100 GWh/año.
Artículo publicado en InduAmbiente N° 166 (septiembre-octubre 2020), págs. 54-56.