Revista de descontaminación industrial, recursos energéticos y sustentabilidad.

Un Escenario Incierto

Un Escenario Incierto

Una revisión del conflicto social generado en torno al tranque El Mauro.



En los últimos años, la IV Región ha estado en la primera fila de los problemas de asociados a la disponibilidad del recurso hídrico. Numerosas localidades abastecidas por camiones aljibe y una cada vez más restringida actividad agrícola hablan por sí solas de un panorama adverso, que no es tanto mejor en otros puntos del país.

En este escenario otro tema entra a escena, que es el de las tensiones suscitadas entre los usuarios de una misma cuenca por el acceso al agua y los impactos que las actividades productivas ejercen sobre las reservas del vital elemento.

Claro ejemplo de ello es la controversia que hace años vive Caimanes, pequeña localidad situada en la precordillera de la comuna de Los Vilos, a raíz de la operación del tranque de relaves El Mauro, perteneciente a Minera Los Pelambres, del Grupo Antofagasta Minerals.

Desde el principio, los alrededor de 1.200 habitantes del poblado se opusieron a la instalación de un depósito de residuos mineros en su vecindario. Pero, tras sortear favorablemente un proceso judicial, en 2008 la compañía finalmente inició la operación del gigantesco acopio, emplazándolo a solo ocho kilómetros de Caimanes y a 50 kilómetros de la faena. La obra civil hoy alberga millones de litros de desechos, entre sulfuros, hierro, cobre y cal.  

Con este propósito, la minera levantó un muro de contención de roca y arena, de 250 metros de altura. Su implementación provocó el desvío del escurrimiento natural del estero El Pupío, que abastece del recurso hídrico a la población aledaña, constituida por la localidad de Caimanes, principalmente, y Salamanca.

Las comunidades denuncian que, a raíz de lo anterior, el recurso hídrico está amenazado en su calidad, debido a la cercanía de los relaves, y dramáticamente disminuida en su cantidad de escurrimiento.

En cuanto a su salubridad, las organizaciones sociales denuncian que el recurso está contaminado por metales pesados, hipótesis que dos estudios independientes refrendan.

Sin embargo, Andrés Morán, Gerente de Asuntos Públicos de Antofagasta Minerals, afirma que en los últimos dos años se han realizado más de 400 muestras que corroboran que el agua en el estero Pupío no está contaminada y que también cumple con la norma requerida para consumo humano.

Batalla en la Corte

El problema se inició hace más de 10 años, cuando el tranque era solo un proyecto. En 2008, la oposición de la ciudadanía se formalizó mediante una demanda que interpusieron dirigentes de la comunidad. 

Este primer proceso judicial se extendió hasta octubre de 2014, cuando la Corte Suprema ordenó la reposición del libre escurrimiento natural de las aguas del estero Pupío hacia Caimanes. Esto, señala el dictamen, a través de la demolición o remoción total o parcial del muro de contención del tranque u, opcionalmente, presentando un plan que permitiera a la población recuperar el agua a través de la implementación de “otras obras principales o complementarias”.

Como respuesta, la firma propuso un Plan de Ejecución de Obras, que el Juzgado de Letras y Garantía de Los Vilos rechazó en marzo pasado.

El programa elaborado por Los Pelambres consideraba la habilitación de canales de contorno para la captación de las aguas lluvias que caen y escurren sobre las quebradas y laderas adyacentes al tranque El Mauro con el fin de, posteriormente, facilitar su conducción libre de contaminación hacia la cuenca del estero Pupío. 

A pesar de esto, en su resolución del 6 de marzo, el tribunal de Los Vilos sentenció que el Plan de Ejecución de Obras Propuesto por Minera Los Pelambres era insuficiente y que, “a consecuencia de lo anterior, procédase por la demandada a la demolición o remoción total o parcial del muro de contención del tranque de relaves El Mauro a fin de permitir el escurrimiento natural de las aguas del estero Pupío a comunidad de Caimanes, libre de contaminación de desechos provenientes del tranque El Mauro”.

Lea este artículo completo en Revista 133, páginas 16 a 19.