Poliespán en España, Telgopor en Argentina, Tecnopor en Perú y Unicel en México. Así se denomina en esos países al popular plumavit criollo, conocido técnicamente como poliestireno expandido (EPS), un material plástico espumado muy voluminoso, 50 veces más que el agua, y que es ampliamente utilizado en embalajes, envasado y aislación térmica.
Su extendido uso se debe a importantes ventajas: no se pudre, no se descompone y no se genera moho en su superficie. Sin embargo, no es biodegradable y se estima que tarda aproximadamente unos mil años en desaparecer del planeta, dañando la flora y fauna y ocupando grandes espacios en rellenos sanitarios. Un problema complejo si se considera que en Chile se desechan anualmente unas 20 mil toneladas de plumavit.
Su reciclaje tampoco es sencillo, toda vez que gran parte de su volumen es aire y su acopio utiliza mucho espacio. No obstante, si se tritura y compacta, el EPS se convierte en materia prima para nuevos productos plásticos. Además, en los últimos años, han surgido algunas empresas que están innovando al ocuparlo para producir pinturas y recubrimientos, entre otras alternativas de economía circular.
Situación en Chile
Aportando más datos, Magdalena Balcells, Gerenta General de la Asociación Gremial de Industriales del Plástico (Asipla), precisa que anualmente en Chile se producen cerca de 30.000 toneladas de poliestireno expandido. De ellas, alrededor de un 40% se exporta como envases y embalajes de diversos productos. Por ejemplo, la industria del salmón requiere de altas condiciones de inocuidad, higiene, protección y aislación térmica, "lo que fácilmente obtiene con las cajas de EPS", destaca.
Otro 30% se destina a la construcción y el 30% restante se utiliza en embalaje industrial, productos para el área farmacéutica y otras aplicaciones.
Y aunque el EPS presenta distintos beneficios para la construcción, aislación térmica, ahorrar combustible –aportando a una menor huella de carbono– y menor generación de contaminantes, "su reciclaje en Chile enfrenta diversos desafíos para alcanzar su consolidación. El más importante es la cadena logística", indica la ejecutiva.
Luego explica: "Una de las grandes cualidades del plumavit es también lo que afecta su valorización. Es que su altísimo porcentaje de aire (superior al 95%) lo hace un excelente aislante térmico –por ser muy liviano y voluminoso–, pero también atenta contra una adecuada valorización y transporte del material: en 1 m³ sólo hay, en promedio, 15 kg de EPS. En cambio, por ejemplo, en 1 m³ de cartón hay, en promedio, 200 kg de este producto. Si consideramos que el reciclaje se paga por peso, es lógico que el EPS no tenga una adecuada valorización dentro de la cadena".
Por lo anterior, se estima que a nivel nacional solo se recicla al año un 5% del total del producto que se comercializa en el mercado, es decir, 1.500 toneladas. "Y eso es gracias, sobre todo, al esfuerzo individual que realizan las mismas empresas productoras del material y su compromiso con la economía circular", subraya.
Federico Antico, PhD en Ingeniería Civil y académico de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI), lamenta que la valorización de este tipo de plástico sea baja y que haya muy poca información oficial al respecto. Comenta que, en términos tecnológicos, "existen actualmente varias patentes en Japón y Estados Unidos que presentan opciones de procesos para el reciclaje de EPS, que en muchos casos requieren el uso de solventes y condiciones de temperatura por encima de los 100 °C. Independiente de lo anterior, la logística es un desafío para el reciclado de plumavit, ya que requiere de grandes volúmenes para que su transporte o procesos de extracción del aire sea eficiente".
No obstante, el además director del Magíster en Ciencias de la Ingeniería de la UAI, plantea: "Hay positivos avances, pero que aún no tienen la escala suficiente para alcanzar las metas de reciclado declaradas en el Decreto Supremo 12, publicado en marzo de 2021, que establece metas de recolección y valorización de envases y embalajes que incluyen a los plásticos".
En ese sentido, sostiene que para ir más rápido en este ámbito no se necesita superar brechas de conocimiento, sino que hay que implementar "un marco normativo claro y sostenido que permita la inversión en equipos y recursos humanos para lograr los objetivos planteados".
Rol de las Importaciones
Considerando otra arista, Magdalena Balcells revela que a Chile ingresa una cantidad indeterminada de EPS como productos de embalaje, envases de comida y otros. "Son estas aplicaciones, principalmente, las responsables de la mala imagen del material, puesto que, en general, las importadoras no se hacen cargo de éste una vez utilizado. En nuestro territorio no se producen vasos o contenedores de comida de EPS, pero existen debido a su importación, generando problemas graves de contaminación, a tal punto que hoy se prohíben en el contexto de la entrada en vigor de la Ley de Plásticos de Un Solo Uso", especifica.
Si bien el precio de la logística es un gran escollo a superar para avanzar en el reciclaje del producto, la especialista subraya que el EPS es un plástico derivado del petróleo con un amplio espectro de usos. "Su adecuado reciclaje no sólo aporta al cuidado del medio ambiente, sino que es capaz también de generar otros productos iguales o distintos, en un amplio rango de aplicaciones. Para las empresas productoras de EPS en Chile su reciclado es fundamental como parte de su cadena productiva, pues se trata de materia prima relevante dentro del proceso de fabricación", expone.
Ejemplos de Reciclaje
En relación a ejemplos de valorización de este material una vez que se convierte en residuo, Antico valora la producción de pinturas y revestimientos para la construcción por parte de la empresa Poliestirec, que recicla al mes unas 4 toneladas y media de EPS. También menciona el caso de Aislapol, que declara haber reciclado más de 60 toneladas de EPS a través de alianzas con otras empresas.
Agrega que hay otros usos de plumavit reciclado, como el que se da en la construcción de muros contra terreno con el empleo de sacos rellenos con residuos de la construcción. "Aunque hoy su uso e implementación solo depende del proyecto y no es una práctica estandarizada. Existen otras opciones ya validadas en el mundo donde el EPS puede utilizarse para producir madera artificial, lo que aún no sucede en Chile, pero tiene un gran potencial", indica el académico de la UAI.
Bleco es un bloque sustentable a base de cemento y residuos de plumavit triturado que no utiliza áridos gruesos en la mezcla.
Por su parte, la gerenta general de Asipla menciona a empresas fabricantes, y otras en alianza con ellas, que hacen investigación y desarrollo y, por medio de la innovación, están llevando adelante numerosos proyectos con el fin de buscar más y mejores alternativas de uso al poliestireno expandido.
En esa línea, destaca a la empresa Aislapol, que en 2020 y en el contexto de la crisis sanitaria por la pandemia de Covid-19, desarrolló junto con el Ministerio de Salud dos cajas isotérmicas pasivas, de distinta capacidad, especialmente acondicionadas para transportar vacunas desde los centros de almacenamiento hasta los centros de salud a lo largo de todo Chile. "En este caso se aplicaron innovaciones de ecodiseño, ya que, además de ser cajas reutilizables e incorporar entre un 5% y un 7% de poliestireno expandido proveniente del reciclado de otros productos fabricados por la empresa, se incluyó el logo del Minsal, permitiendo una adecuada identificación del producto, sin utilizar etiquetas y otros tipos de plásticos que implicaran la generación de residuos y deterioro de la caja", relata.
Enseguida resalta que el EPS "tiene un potencial de transformación y circularidad enorme: puede ser ampliamente reciclado por medios físicos, mecánicos o químicos; despolimerizado para volver a generar EPS; fundido para formar parte de otros plásticos para fabricar, por ejemplo, 'ecotablas'; y tratado químicamente para elaborar pinturas y barnices. También se puede combinar con otros materiales para fabricar muebles, revestimientos, productos para la construcción y otros. Puede ser fundido y revestido para producir molduras y utensilios varios. Y a través de procesos de pirólisis se logran obtener del EPS aceites de altísimo poder calorífico, que son beneficiosos para la cadena energética al permitir una combustión más limpia y eficiente".
En el área de la transformación de descartes de plumavit en pinturas y recubrimientos, que se utilizan mayoritariamente en la etapa de terminaciones y sellado de proyectos inmobiliarios, sobresale la labor de dos empresas de upcycling, que implica crear productos nuevos y de mayor valor a partir de materiales reciclados. Son Poliestirec, en la Región de Los Lagos; e Idea-Tec, en el Biobío.
¿Cómo es el proceso? "La transformación empieza cuando el plumavit entra al proceso de picado y mezclado con sustancias que eliminan el aire desde el material y lo disuelven, generando una sustancia conocida como resina. Luego, ésta se mezcla con componentes como talco para formar la pintura sustentable que no solo permite mejorar un muro, sino que también el mundo, ya que contribuye a reducir la huella de carbono", destacan en Idea-Tec.
En Poliestirec, en tanto, resaltan que su esmalte al agua "es un producto ambientalmente amigable que reduce la huella de carbono del planeta utilizando residuos de poliestireno expandido y nano partículas fotocatalíticas. Otorgan a la superficie donde se aplique la capacidad de descontaminar el ambiente que lo rodea transformando el CO2 y material particulado fino en compuestos indefensos para la salud".
Otras Iniciativas
Otra solución constructiva que emplea EPS es Bleco, desarrollada por la empresa Maxiclaje Gestión y Reciclaje. Se trata de un bloque sustentable de 60x20x20 centímetros a base de cemento y residuos de poliestireno expandido triturado que no utiliza áridos gruesos en la mezcla. Es más liviano y más grande que materiales semejantes tradicionales, lo que produce un ahorro de tiempo en mano de obra y también de energía en la construcción. Resalta, asimismo, por su resistencia al fuego y al impacto, buen comportamiento acústico, baja conductividad térmica y ser fácil de cortar y de instalar.
Cabe indicar, por último, que también han surgido alternativas para reemplazar el plumavit. Un ejemplo reciente es el desarrollo de una lámina de cochayuyo termoprensado con características mecánicas parecidas al EPS, por parte de estudiantes de ingeniería de la Universidad Católica. El objetivo del proyecto es aprovechar "un recurso natural disponible y cultivable a lo largo de nuestra costa, para sustituir un material sintético por otro producto con menor huella de carbono, biodegradable e igual de resistente", concluyen.
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Recuadro:
El Aporte del PCP
Transitar hacia una economía circular de los plásticos es una necesidad en el mundo actual, considerando la grave y masiva contaminación que existe en el planeta debido a la mala gestión de este material una vez que se convierte en residuo. Ese es el objetivo del Pacto Chileno de los Plásticos (PCP), Circula el Plástico, una iniciativa/acuerdo liderada por Fundación Chile y el Ministerio del Medio Ambiente.
En 2020, el PCP elaboró un documento técnico sobre plásticos problemáticos y de un solo uso, entre los cuales figura el poliestireno expandido, muy utilizado para producir bandejas y embalajes en el retail. "En esta línea, el compromiso Nº 1 del Pacto es tomar acciones para reducir los envases y productos plásticos innecesarios a través del rediseño, la innovación o modelos de entrega alternativos, lo que involucra al EPS", afirma Tania Bishara, consultora senior del PCP.
Como logro, destaca que en el marco de la Ley 21.368, que regula la entrega de plásticos de un solo uso en locales de expendio de alimentos, se prohíbe desde febrero de 2022 la entrega de productos de poliestireno expandido como vasos, tazas, tazones, cubiertos, platos, copas, cajas o envases de comida preparada, y bandejas, entre otros.
DATOS:
9,6%
Del plástico consumido en Chile en 2020 se recicló, lo que equivale a 92.716 toneladas, de acuerdo al segundo estudio sobre el tema realizado por Asipla. De ese volumen, un 14% fue de origen domiciliario y un 86% de origen no domiciliario/industrial.
13
De febrero de 2022: fecha en que comenzó la prohibición de utilizar productos de un solo uso de plumavit como, por ejemplo, contenedores.
1%
Es la participación del EPS en el mercado de envases de plástico a nivel global, según el reporte 2022 del Global Commitment.
Artículo publicado en InduAmbiente 180 (enero-febrero 2023), páginas 22 a 25.