Hace varios años ya que en Chile se viene tratando de impulsar el reciclaje. De hecho, se han ido sumando diversas iniciativas públicas y privadas para hacerlo, pero el resultado es aún bastante exiguo: apenas el 10% de los residuos que hoy se generan en el país se recupera y reutiliza.
La situación, eso sí, podría comenzar a mejorar pronto, ya que el proyecto de ley sobre Responsabilidad Extendida del Productor (REP) y Fomento al Reciclaje, con la que se espera dar un salto muy significativo en esta materia, podría estar promulgado en el primer semestre de este año.
A mediados de enero, la iniciativa fue aprobada en particular por la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputados, y quedó ad portas de pasar a segundo trámite en el Senado. “Confío en que será ley antes del próximo 21 de mayo de 2015”, sentencia el parlamentario Daniel Melo, presidente de la mencionada Comisión que ha jugado un rol bien relevante en la tramitación de esta iniciativa legal que es prioridad para las autoridades.
Por su parte, el Ministro del Medio Ambiente, Pablo Badenier, ha señalado al respecto: “Para este Gobierno es prioritaria una la ley de Fomento al Reciclaje, ya que nuestro país ostenta el récord de tener la mayor tasa de generación de residuos sólidos domésticos a nivel latinoamericano”.
Cabe indicar que en Chile se generan casi 17 millones de toneladas de residuos sólidos al año, de las cuales 6,5 millones son domiciliarios. Y en Latinoamérica ningún país supera el 15% de material reciclado.
Alcances del Proyecto
En términos generales, el principal objetivo de este proyecto de ley es establecer las bases para generar una cultura de reciclaje en el país.
En ese contexto, busca que los fabricantes e importadores de nueve productos prioritarios se hagan cargo de ellos una vez terminada su vida útil, responsabilizándose de la gestión de los residuos que se deriven de su comercialización y consumo. Los productos priorizados son: aceites lubricantes; aparatos eléctricos y electrónicos (incluidas lámparas y ampolletas); diarios, periódicos y revistas; envases y embalajes; pilas y baterías; medicamentos; neumáticos; plaguicidas; y vehículos.
El Ministerio del Medio Ambiente fijará metas de recolección y valorización de dichos residuos, que corresponderá a un porcentaje del total de lo que se fabrica o se importa. Estas metas irán aumentando en forma gradual a medida que pase el tiempo.
Para alcanzar esas metas, los productores deberán organizar y financiar sistemas de gestión en los que podrán participar los municipios y los recolectores de base, entre otros actores que les ayuden a recuperar sus productos.
Asimismo, existirá un fondo para el reciclaje destinado a financiar proyectos, programas, estudios y acciones para prevenir la generación de residuos y fomentar su valorización.
Los municipios podrán celebrar convenios con sistemas de gestión. Además, deberán procurar destinar áreas bajo su administración para el almacenamiento de residuos y, si es necesario, incorporar en sus ordenanzas municipales la obligación de recolectar los residuos de forma segregada.
Lea el artículo completo en Revista 132, páginas 18 a 21.