En la comuna de San Nicolás, Región del Ñuble, la agricultora Juana Venegas tiene motivos para sentirse contenta y realizada. Su emprendimiento agroecológico "Delicias Agro Dadindo" está creciendo y, lo que para ella es tanto o más importante, en armonía con el medio ambiente. Esto, porque desde hace un tiempo cuenta con un sistema de riego por goteo, en base a energía fotovoltaica, que implementó gracias a la adjudicación de fondos públicos. La iniciativa le ha permitido mejorar la eficiencia en el riego de cultivos como el ajo y ají, que son la base de su emprendimiento de hierbas medicinales y variados productos gourmet.
Como Juana, son miles los pequeños, medianos y grandes empresarios agrícolas que año a año se suman a la tendencia y acogen la urgencia de hacer un uso más adecuado del agua, insumo fundamental en esta actividad.
Según datos recientes del Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap), un 92% de los productores del sector se reconoce muy vulnerable ante el déficit hídrico que afecta hace más de una década al país. Todos ellos estiman que este problema pone en riesgo su labor agrícola, mientras que un 57% manifiesta que la eficiencia hídrica es vital para realizar su trabajo y un 39% cree que problemas como la falta de regularización de los derechos de agua afectan su capacidad de producir alimentos.
Para poner en contexto, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima que la industria agroalimentaria requiere cerca de 100 veces más agua que las personas. Por ejemplo, necesita unos 1.700 litros para producir medio kilo de arroz, 500 litros para igual cantidad de trigo, 450 litros para medio kilo de maíz y en torno a 430 litros para un kilo de palta.
¿Qué hacer para reducir la demanda de agua en este rubro a nivel nacional? Según el Dr. Miguel Garriga, Académico e Investigador de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, "es necesario traspasar conocimientos a la actividad agrícola en Chile, que consume sobre el 70% del agua, para que incorpore nuevas técnicas culturales, masifique el empleo de sistemas de riego tecnificado y/o use especies más eficientes".
Tecnificación Creciente
Más allá de lo mucho que le falta por mejorar, la industria agrícola chilena registra avances significativos en materia de eficiencia hídrica. Así lo asegura Alejandro Antúnez, investigador en sistemas de riego del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) La Platina, quien comenta: "La restricción hídrica acelerada por el cambio climático, la competitividad en la producción agrícola y la escasez de mano de obra han sido los principales impulsores de los avances en este ítem en nuestro país".
¿Cómo se manifiesta este progreso? El especialista afirma: "El acelerado ritmo de tecnificación del riego en Chile, estimado en más de 10.000 hectáreas por año, ha sido la principal forma de mejoramiento de la eficiencia hídrica. Esto ha ocurrido gracias a recursos aportados por la Comisión Nacional de Riego (CNR), el Indap y empresarios agrícolas".
En particular, destaca el aumento significativo en la tecnificación del riego a nivel intrapredial, "lo que implica la construcción de infraestructura de acumulación, bombeo, distribución y aplicación de agua de riego en los predios", acota.
También releva el uso cada vez mayor de tecnologías que permiten apoyar las decisiones de riego del productor -como sensores de humedad de suelo e imágenes satelitales, entre otras-, y que han sido adoptadas con éxito por parte de los productores más integrados a grandes canales de comercialización, principalmente exportadores de fruta y productores medianos de hortalizas.
Antúnez, empero, expone que un amplio grupo de productores agrícolas, sobre todo pequeños y medianos, se han quedado relativamente al margen de estas tecnologías, "por lo que requieren ser foco de apoyo en la inversión para mejorar la eficiencia del uso del agua de riego".
Riego por goteo en ensayo de tomates.
Agrega que ha avanzado a un ritmo menor el revestimiento de canales, la infraestructura de regulación intermedia de éstos y la repartición de aguas de riego.
Por otra parte, el experto resalta el aporte que el INIA ha realizado a través de importantes estudios en frutales (vides de mesa, olivos, paltos, arándanos, entre otros) y hortalizas (lechugas, tomates y otras) que "permiten a sus productores mejorar la oportunidad de riego y agua aplicada al cultivo, para obtener un buen rendimiento comercial de las especies".
En cereales como el arroz, de alta demanda de agua de riego, el INIA ha podido validar técnicas que consiguen reducir a más de la mitad el volumen de agua aplicado por hectárea. "Y ahora está siendo pionero en el estudio de riego presurizado para optimizar aún más el uso de agua en esta especie. En maíz grano, logró demostrar diversas técnicas que mejoran la eficiencia de planificación de agua de riego en el cultivo", detalla.
En cuanto a recomendaciones de riego, la repartición estatal ha implementado una plataforma con apoyo de imágenes satelitales que entrega consejos a agricultores en un sistema conocido como PLAS (www.inia.cl/agroinformatica/plas/).
El investigador, además, afirma que la red de estaciones agrometeorológicas del INIA (https://agrometeorologia.cl/) brinda un apoyo diario a los agricultores para que tomen decisiones adecuadas de riego. Son más de 330 instalaciones conectadas en línea a lo largo del territorio nacional.
A su juicio, la transferencia tecnológica es fundamental para mejorar el manejo del riego rescatando el conocimiento del agricultor y apoyándolo en la adopción de nuevos sistemas. Ahora bien, en rubros emergentes o respecto a nuevas especies o variedades cultivadas en una macrozona, "suele ser necesario agregar una mayor componente de investigación para el desarrollo de técnicas que permitan mejorar la eficiencia de riego en los cultivos", indica.
¿Uso Eficiente en Paltas?
Han sido recurrentes las denuncias respecto a que en algunas zonas de escasez hídrica en Chile se privilegia el riego de cultivos por sobre el abastecimiento de la población. Es lo que se ha reclamado, por ejemplo, en la provincia de Petorca, donde la producción de paltas tiene uno de sus epicentros.
¿Consume mucha agua este fruto? En una entrevista, Francisco Contardo-Sfeir, Director Ejecutivo del Comité de Paltas de Chile, sostuvo que la realidad de su cultivo en Chile es muy distinta a la de otros países.
"Acá, un kilo de paltas utiliza en promedio 427 litros de agua, según un estudio del INIA, dándole los productores de paltas asociados al Comité un uso cada vez más eficiente al agua. Por ejemplo, en la V Región -donde se concentra el 67% de los cultivos del país-, el riego tecnificado alcanza una cobertura del 97% por el empleo de sistemas de microaspersión y goteo. No hay otra especie con tal nivel de tecnificación y eficiencia en el uso de agua en la zona", comentó.
Lo anterior fue ratificado por el estudio "Estado del arte ambiental de plantaciones de Persea americana Mill en Chile", publicado a comienzos de 2022 por el Centro Regional del Agua para Zonas Áridas y Semiáridas de América Latina y el Caribe (Cazalac). Los investigadores concluyeron que la amplia cobertura de riego tecnificado entre los productores de paltas permite calificar como eficiente el uso del recurso hídrico, estimándose un consumo aproximado de 8.980 m3 de agua por hectárea en las zonas muestrales.
Con ese resultado, los paltos se ubican dentro del rango promedio de consumo de agua frente a otros cultivos frutícolas, incluso por debajo de algunas de las principales producciones agrícolas del país.
El reporte también consignó la reducción de todo tipo de plantaciones frutales en la provincia de Petorca, desde las 14 mil a 4 mil hectáreas en 2020, incluyendo la disminución de la superficie reservada a paltos.
Actualmente, a nivel nacional, algunos innovadores proyectos de riego aplicados a la producción de paltas están generando importantes avances en eficiencia hídrica. Por ejemplo, según reporta el Comité de Paltas de Chile, el agua tratada con la tecnología suiza AQUA4D, que en nuestro país ofrece IST Group, se filtra más fácilmente en los microporos del suelo, aumentando su humedad y, por consiguiente, reduciendo las necesidades de riego. Además, se ha comprobado que con su empleo las plantas absorben más fácilmente los minerales y las sales dañinas se alejan de la rizosfera.
Estación meteorológica automática en un huerto de paltos.
Otras Soluciones
Para aportar, asimismo, a la eficiencia hídrica de la industria agrícola criolla, la empresa Geco Enterprises, con el apoyo de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), desarrolló un prototipo de sensor portátil (proyecto Optiriego) de fácil uso para disminuir hasta en un 30% el uso de agua en el riego en frutales y hortalizas. Ya fue utilizado en pruebas de campo en cultivos de tomates en las comunas de Pichidegua y San Vicente de Tagua Tagua, en la Región de O'Higgins.
En una publicación en el sitio web de la FIA, la especialista a cargo del proyecto, la ingeniero civil agrícola Dvor Wulfsohn, planteó que "existen variadas técnicas y tecnologías para determinar los requerimientos de agua de las plantas. Las bombas de presión de tipo Scholander se consideran hasta hoy como la herramienta más precisa, ya que determinan el potencial xilemático y, de esta manera, el estado hídrico del cultivo. La tensión sube a medida que disminuye el contenido de humedad del suelo y aumenta la demanda evaporativa en la atmósfera. Son muy sensibles a la variación de agua y, por lo tanto, exactas. No obstante, son de alto costo de adquisición, mantención y uso de mano de obra, lo que las pone lejos del alcance de los productores pequeños y medianos, que representan el 85% de la agricultura chilena".
Sostuvo, además, que entre 2018 y 2021 se trabajó en el diseño, evaluación y validación del prototipo de sensor portátil, capaz de capturar datos de temperatura (ambiente y hoja), humedad relativa y luz PAR que llega a la hoja. Con esos datos se calcula un índice de estrés hídrico. Al término de las mediciones, la tecnología entrega una recomendación de regar o no regar, la cual dependerá de la estrategia hídrica que defina el productor.
También utilizando tomates, un grupo de investigadores de INIA La Cruz, la Universidad de Chile y la Universidad Arturo Prat, que forman parte del proyecto Anillo de Investigación en Ciencia y Tecnología "PASSA" de Conicyt, están desarrollando diferentes estrategias y empleando distintas formulaciones para aumentar la tolerancia de este cultivo a la falta de agua o a la salinidad, con lo que se podría ahorrar agua en su producción y seguir cosechándolo en terrenos que actualmente se ven afectados por este tipo de estreses abióticos.
Alternativas interesantes para avanzar en el uso eficiente del agua en la agricultura.
DATOS:
5
Tecnologías de bajo costo para que los productores agrícolas puedan enfrentar mejor la sequía en sus cultivos de hortalizas, destaca la empresa de biotecnología Eficagua. Son los tensoactivos e hidrogeles (mejoradores de humedad), micorrizas (bioestimulantes radiculares), vigorizantes y filtros solares (protectores de estrés climático).
73%
Del agua en Chile es consumida por el sector agrícola, que la ocupa para regar 902.158 hectáreas, según el VIII Censo Nacional Agropecuario y Forestal, correspondiente al año agrícola 2020-2021.
Artículo publicado en InduAmbiente 177 (julio-agosto 2022), páginas 10 a 13.