Contar con un marco institucional claro, robusto y capaz de coordinar a los distintos actores involucrados es clave para mejorar la gestión de los recursos hídricos. Más aún cuando se enfrentan situaciones de crisis como la sequía estructural y la vulnerabilidad al cambio climático que vivimos en Chile.
Lamentablemente, hasta ahora eso no ocurre en nuestro país. La muestra más contundente es que las facultades institucionales se encuentran dispersas en 56 organismos públicos y las decisiones se toman a nivel central, sin atender muchas veces las diferentes realidades de las 101 cuencas que existen en el territorio.
Sobre ese escenario, en los últimos años se han impulsado distintas iniciativas para abordar esta problemática, lo que se ha traducido en dos propuestas concretas para avanzar hacia una reforma institucional: un proyecto de ley presentado por el Gobierno, centrado en fortalecer el liderazgo y la coordinación al interior del aparato estatal, con el apoyo de nuevos instrumentos; y otra formulada por la plataforma Escenarios Hídricos 2030, que pone énfasis en la creación de organismos de cuenca para la gestión descentralizada del agua. A continuación, revisamos sus principales planteamientos, diferencias y confluencias.
Organismos y Política
El 29 de junio pasado el Gobierno ingresó al Senado el proyecto de ley que propone "una nueva institucionalidad nacional de recursos hídricos", con el fin de "generar un liderazgo claro y velar por la adecuada coordinación de las múltiples instituciones del Estado que cuentan con competencias relacionadas con el agua", señala Óscar Cristi, Director de la Dirección General de Aguas (DGA) dependiente del Ministerio de Obras Públicas.
La iniciativa contempla crear nuevos organismos como: la Subsecretaría de Recursos Hídricos dentro del Ministerio de Obras Públicas y Recursos Hídricos; la Comisión de Ministros y el Comité Técnico de Recursos Hídricos, cuyo propósito sería fortalecer la coordinación intersectorial; el Consejo Nacional de Recursos Hídricos, que incorporaría una mirada transversal; y el Panel de Expertos de Recursos Hídricos para potenciar y apoyar la toma de decisiones de la DGA en materias técnicas.
Al mismo tiempo, plantea la elaboración de una Política Nacional de Recursos Hídricos "con el fin de promover objetivos de interés público y velar por la seguridad hídrica en todas las cuencas del país", destaca Cristi.
Instrumentos de Gestión
El Director General de Aguas también resalta que esta reforma contempla el desarrollo de nuevas herramientas para mejorar la gestión hídrica. "En primer lugar, plantea un Plan Nacional de Recursos Hídricos, que cuente con instrumentos de planificación para que pueda ser implementado por todos los actores involucrados, que se proyecte a 10 años con evaluaciones y actualizaciones al menos cada dos años, y que defina lineamientos y formas de coordinación de las acciones e inversiones del sector público", comenta.
Según Óscar Cristi, el proyecto de ley del Gobierno busca fortalecer el liderazgo y la coordinación institucional al interior del Estado.
A eso se suma una Estrategia Nacional de Información Hídrica, "que se concreta en el desarrollo de un Sistema Nacional Unificado de Información Hídrica, que sea accesible y estandarizado; capaz de vincular las necesidades de la ciudadanía con los generadores de información hídrica, tanto públicos como privados; y que se constituya en un apoyo en la toma de decisiones de todos los actores vinculados", explica Cristi.
Añade que los cambios contemplados se complementan con otros instrumentos y mecanismos para mejorar la gestión hídrica que la DGA ha ido implementando de manera progresiva en el último tiempo. Un ejemplo es el Sistema de Monitoreo de Extracciones Efectivas (MEE), que permite a los titulares de derechos de aprovechamiento de aguas conocer los caudales extraídos desde las aguas subterráneas y superficiales. La autoridad destaca que esto ha permitido fortalecer la información sobre los recursos hídricos, al igual que la mejora de la Red Hidrométrica DGA (3.000 estaciones y 85 nuevas estaciones para 2021), la implementación del sistema hidrométrico en línea en 650 estaciones, y el desarrollo del Atlas de Calidad de Aguas publicado en 2020, entre otras acciones.
Óscar Cristi también pone énfasis en el desarrollo de los Planes Estratégicos de Gestión Hídrica a nivel de cuenca, un trabajo que apunta a "conocer la oferta y la demanda actual de agua; establecer su balance hídrico y sus proyecciones a los años 2030 y 2050; diagnosticar el estado de información, infraestructura e instituciones que toman decisiones respecto al recurso hídrico; y proponer acciones público-privados, que permitan suplir la demanda de agua y la adaptación al cambio climático". Agrega que hasta ahora se han abordado 32 cuencas y en 2022 se espera llegar a 61, correspondiente al 71% del territorio.
Gobernanza desde las Cuencas
Relevar la gestión del agua desde las cuencas y los territorios es un aspecto central y diferenciador en la propuesta que presentó a fines de octubre Escenarios Hídricos 2030 (EH2030) para, según dicen, "avanzar hacia las reformas necesarias en torno a la institucionalidad".
Desde 2016, esta plataforma –coordinada por Fundación Chile, Fundación Futuro Latinoamericano y Fundación Avina– ha impulsado el diálogo entre actores públicos y privados para generar información y propuestas con miras a que el país pueda alcanzar la seguridad hídrica, en beneficio de las comunidades, el medio ambiente y los distintos sectores productivos.
En ese contexto, Paul Dourojeanni, Líder de Gobernanza Hídrica en Fundación Chile, expresa: "Valoramos la propuesta del Ejecutivo, consideramos que significa un avance; existen varios aspectos en los cuales coincidimos; sin embargo, hay otros que no están presentes que creemos son complementarios al proyecto presentado".
Añade: "La iniciativa de EH2030 ve como esencial la creación de organismos de cuenca para la gestión descentralizada de recursos hídricos, aspecto que no está referido en el proyecto de ley. Este es el aspecto más trascendental de nuestra propuesta, dado que es el nivel donde el país se encuentra con un mayor grado de atraso. Realizamos un profundo análisis y en el proceso de construcción de la propuesta –donde participaron más de 700 personas de 371 instituciones de múltiples sectores de todo el país–, el diálogo relevó que es necesaria la creación de comités de gestión de recursos hídricos de cuenca, por un lado, y de organismos técnicos que los acompañen. Esto, en conjunto con el fortalecimiento de las organizaciones de usuarios de agua, municipalidades, servicios sanitarios rurales, entre otros organismos que realizan la gestión día a día en los territorios".
Advierte que los desafíos actuales y futuros requieren nuevas competencias institucionales para hacer frente a la urgencia de los problemas. "Una de las grandes falencias de nuestro sistema institucional es la falta de un claro liderazgo que permita tomar decisiones que trasciendan los ciclos políticos con la debida participación de los diferentes sectores, que tenga una mirada transversal para atender los diferentes usos y necesidades del recurso, con una base técnica y científica robusta", sostiene.
Dourojeanni subraya que estos elementos están presentes en la propuesta de EH2030 que fue "construida colectivamente desde los territorios".
Luego detalla parte de los planteamientos: "En el nivel de cuenca se contempla la necesidad de un organismo con dos órganos, uno técnico y otro de carácter político (autoridad y comité), que dé cuenta de la realidad territorial y de sus habitantes. A nivel nacional, en tanto, también se considera una entidad que cuente con un estamento técnico y otro político, es decir, una Autoridad Nacional de Recursos Hídricos y un Comité Nacional de Recursos Hídricos".
La propuesta de EH2030 fue construida colectivamente desde los territorios, destaca Paul Dourojeanni.
En relación a esto último, Dourojeanni señala que coinciden con el Ejecutivo en cuanto a la necesidad de avanzar en la creación de una instancia a nivel nacional que funcione como comité o consejo nacional, con una composición de carácter transversal tanto de instituciones público, privadas como de la sociedad civil, que permita guiar la elaboración de una Política Nacional que trascienda los ciclos de gobierno.
También concuerdan en que se requiere elevar la jerarquía institucional en la materia, aunque creen que el proyecto de ley gubernamental relega a la DGA a una posición secundaria que se debiera relevar. Al respecto, resalta que la propuesta de EH2030 pretende "avanzar en el corto plazo aprovechando todas las capacidades existentes. Actualmente, la Dirección General de Aguas, concentra cerca del 70% de las macro funciones de liderazgo. Por esto, la propuesta promueve primero fortalecer este organismo para transformarlo en una Autoridad Nacional, dejando las funciones operativas y de apoyo en los organismos públicos que existen, para que gradualmente se pueda ir fortaleciendo la institucionalidad de forma adaptativa a los desafíos, a partir de un claro liderazgo político y técnico".
Sistema Integrado
La propuesta de EH2030 postula también crear un Sistema Nacional de Gestión de Recursos Hídricos, que integre la Política Nacional establecida a través de procesos participativos amplios, los instrumentos de gestión y las instituciones.
En la Política se debieran definir los instrumentos de carácter público, como el Plan Nacional de Gestión de Recursos Hídricos, los planes de cuencas, y los sistemas de información. El primero establecería "las acciones y programas de medidas, con plazos determinados, para alcanzar los objetivos y metas de implementación de acciones y medidas que exceden el ámbito de cuencas", expone Dourojeanni. Los planes de cuencas, en tanto, son instrumentos vinculantes que apuntan al uso sostenible de los recursos hídricos en sus ámbitos de acción; mientras que el Sistema Nacional de Información permitiría hacer seguimiento y evaluar el cumplimiento de los planes de cuenca y el plan a nivel nacional.
Desde EH2030 también creen necesario impulsar algunos instrumentos y acciones para que los organismos de cuencas puedan desempeñarse adecuadamente, como: los planes estratégicos de gestión de recursos hídricos por cuencas, el mejoramiento de la red de monitoreo, las normas secundarias de calidad de aguas, el fortalecimiento de organizaciones de usuarios, el aumento y formalización de la participación local, y el estudio de mecanismos para financiar el funcionamiento de los organismos y medidas propuestas.
En Busca de Confluencias
En relación a la posibilidad de incorporar los planteamientos de EH2030 en el proyecto de ley del Gobierno, en la DGA muestran apertura. "La Mesa Nacional del Agua conformó una Mesa Técnica de Gobernanza a nivel de cuenca que está conformada por representantes del sector público (DGA y CNR), entidades gremiales y asociativas (Asociación de Canalistas de Mallarauco y SNA) y la academia e investigación (Universidad Católica y CSIROS Chile, Agencia Investigación Científica Aplicada) para desarrollar una propuesta de gobernanza que considere la participación de los actores de cada cuenca y que entregará su primera propuesta durante diciembre. Una de las primeras actividades fue invitar a Escenarios Hídricos 2030 a presentar su propuesta para ser considerada", indica Óscar Cristi.
En cuanto a la idea de fortalecer la DGA para transformarla en la Autoridad Nacional de Recursos Hídricos, la autoridad señala: "Como gobierno nos parece que en esta etapa es más pertinente y realista partir con la institucionalidad planteada en el proyecto de ley".
A su vez, Paul Dourojeanni concluye: "Una de las estrategias fundamentales de los países que han avanzado en la mejora de la institucionalidad es la definición de una hoja de ruta que vaya más allá de un ciclo de gobierno. Por esto creemos que la conversación no se debe acabar con este proyecto de ley, sino que debe trascender para buscar progresivamente las modificaciones del marco institucional que nos permita dar solución a los nuevos e importantes desafíos que la crisis climática nos impone".
Artículo publicado en InduAmbiente 173 (noviembre-diciembre 2021), páginas 26 a 28.