Hace dos años, Chile logró el hito ambiental de tratar prácticamente el 100% de las aguas servidas de sus áreas urbanas, donde reside cerca del 86% de la población.
Pero el trabajo no ha sido fácil ni tampoco barato. En efecto, según la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Sanitarios (Andess), en los últimos 13 años esta industria ha invertido más de 4.500 millones de dólares, de los cuales 1.697 fueron destinados específicamente al tratamiento de aguas servidas.
“Este hito ha permitido posicionar a Chile como líder en la región en materia de descontaminación de aguas servidas y dentro de los primeros a nivel de la OCDE, si consideramos las áreas urbanas”, destaca Guillermo Pickering, Presidente de Andess.
El ejecutivo añade que otro beneficio aparejado ha sido la descontaminación de los bordes costeros y el saneamiento de ríos y lagos, “lo que ha potenciado al país en el ámbito turístico, así como también en materia de exportaciones”.
Además, Pickering resalta que el país ha accedido a un importante ahorro en salud pública, gracias a que las enfermedades entéricas producidas por la ingesta de aguas contaminadas casi han desaparecido tras llegar a la meta alcanzada.
Expansión
Sin embargo, pese a la expansión conseguida en cuanto a cobertura, en el gremio saben que el trabajo no se detiene, puesto que solo el crecimiento natural de la población basta para que la demanda de servicios provistos por las plantas de tratamientos de aguas servidas (PTAS) se incremente.
Pickering comenta: “Los sistemas de tratamiento son diseñados para atender a una determinada población; por lo tanto, en la medida que éstas crecen y aumenta la demanda por servicios sanitarios, las empresas van incorporando las ampliaciones de los sistemas de tratamiento en sus planes de desarrollo”.
En cada caso, agrega el líder gremial, se evalúan diferentes mejoras desde los puntos de vista técnico y operacional, diseñando los sistemas de manera que puedan satisfacer la mayor demanda en el tiempo.
Según consigna el Informe del Sector Sanitario 2013, elaborado por la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS), el sector sanitario urbano está compuesto por 59 empresas, de las cuales 53 se encuentran efectivamente en operación. Asimismo, atiende áreas de concesión exclusivas en las 15 regiones del país y abarcan un universo de más de 16 millones de habitantes en 364 localidades.
De acuerdo al documento, a lo largo del territorio nacional existen 280 PTAS. La operación de estas unidades es seguida y fiscalizada por la SISS.
“La calidad del efluente de los sistemas de tratamiento es estrictamente controlada por las autoridades de la SISS, del Ministerio de Medio Ambiente y de la Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante (Directemar)”, explica Guillermo Pickering.
Y añade: “Sin perjuicio de lo anterior, las empresas siguen desarrollando procedimientos de monitoreo y control de sus operaciones que les permitan detectar en tiempo real situaciones que pudieran estar alejadas de la condición óptima de operación”.
Control de Olores
En la actualidad, el Ministerio del Medio Ambiente trabaja en la redacción del futuro “Reglamento para la Prevención y Control de Olores”, cuya elaboración se estima que podría completarse en 2015. Esta herramienta permitirá que fuentes emisoras adopten mejoras en sus tecnologías y prácticas de control y prevención de olores, como también apunta a sentar las bases para la elaboración de una futura norma ambiental para atender dicha problemática ambiental.
Revisa este artículo completo en Revista N° 131, páginas 74 a 77.