Revista de descontaminación industrial, recursos energéticos y sustentabilidad.

¿Qué Pasa con los Medidores?

¿Qué Pasa con los Medidores?

Claves para elevar el cumplimiento de la norma que regula los requisitos de los medidores de caudal de aguas residuales.



El científico británico Michael Faraday nunca debió imaginar que sus descubrimientos en el campo del electromagnetismo, en el siglo XVIII, tendrían influencia más de 250 años después en países tan lejanos como Chile.

¿De qué manera? Por ejemplo, los medidores de caudal, que se utilizan principalmente en aplicaciones de agua potable y aguas residuales, se basan en su conocida Ley de Inducción.

Los citados equipos están regulados en nuestro país por la norma chilena 3205: “Medidores de caudal de Aguas Residuales-Requisitos”, cuyo alcance y campo de aplicación son los siguientes:

·     Establece los requisitos para la instalación, verificación del correcto funcionamiento, contrastación y calibración de los medidores de caudal de aguas residuales, incluidas las aguas servidas y los residuos industriales líquidos (riles).

·     Se aplica a los medidores de caudal tanto fijos como móviles, utilizados en plantas de tratamiento de aguas servidas (PTAS) y en establecimientos industriales.

·     Abarca a todos los medidores de caudal que generan información del volumen de aguas residuales (aguas servidas y riles), que solicita la autoridad competente, además de los datos para los monitoreos requeridos según la normativa de emisión.

·     Se puede aplicar también para los medidores utilizados por las empresas para el control interno.

Problemas Detectados

Las labores de verificación del cumplimiento de tal norma se han intensificado por parte de la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) durante los últimos años. En este periodo, el organismo fiscalizador se ha centrado en aclarar algunos conceptos relacionados con la aplicación práctica de la regulación y proponer alternativas de solución a situaciones que no se visualizaron al momento de su elaboración y oficialización, a fines de 2013. De hecho, a partir de 2022, la SISS trabajó con varias empresas sanitarias y firmas especialistas en el instructivo “Aplicación de la Norma NCh 3205”, formalizado en marzo de 2023, que propone justamente algunas salidas a los problemas detectados.

Junto a lo anterior, en la SISS resaltan las deficiencias estructurales que presentan muchos sistemas de medición de caudal y la antigüedad importante del parque de estos equipos que actualmente opera en nuestro país. Por eso, preparará un instructivo técnico que servirá de herramienta sencilla y clara a utilizar tanto por la propia SISS como por las empresas reguladas.

Para Daniela Vargas, subdirectora de la División de Aguas Servidas del capítulo chileno de la Asociación Interamericana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental (AIDIS Chile), la percepción sobre el cumplimiento de esta normativa tiende a ser parcial, ya que “tal situación depende de los proveedores (mercado) en lo referido a equipamiento, contrastación y calibración, así como del usuario que es la empresa sanitaria”.

Apelando a sus conocimientos y experiencia, acota que “para una empresa sanitaria mediana y/o pequeña es difícil contar con personal e instrumentación propia para cumplir con las exigencias de los caudalímetros, por lo que generalmente opta por servicios subcontratados. Esta modalidad, a su vez, necesita que las sanitarias cuenten con personal capacitado para operar como mandantes y revisores de las acciones que se realizan en una actividad de la norma”.

Agrega que las calibraciones de los equipos no son sencillas de realizar porque el Instituto Nacional de Hidráulica (INH) no siempre está disponible para efectuarlas y tienen un costo monetario y logístico importante. “Este ítem obliga a las empresas sanitarias a contar con caudalímetros de reemplazo mientras los medidores fijos se calibran, lo cual hace que dejen algunos sin funcionar solo porque no tienen la calibración al día”, revela.

Que pasa con los medidores-03 300un mayor cumplimiento de la norma se dificulta por “deficiencias estructurales en los sistemas instalados", menciona Daniela Vargas.

Dos Fases

En la Superintendencia explican que, si bien es cierto que la norma NCh 3205 ya tiene más de una década desde su publicación, “en los primeros años su fiscalización se realizó solo en los casos puntuales en los que se dudaba de las mediciones de caudal en las PTAS de las empresas sanitarias. Posteriormente, desde el año 2017 a la fecha, la verificación de su cumplimiento se ha efectuado de una forma más integral a través de auditorías con un equipo externo. Esto, para hacer una revisión documental y de terreno más detallada, siendo necesaria, incluso, la inspección de la fórmula de cálculo que tienen los equipos en su software”.

Más concretamente, a partir de 2017 la SISS se ha encargado de:

·      Elaborar fichas para revisar los caudalímetros de forma remota debido a la pandemia.

·      Levantar en tres ocasiones un catastro del estado de los caudalímetros a nivel nacional. Estos equipos son alrededor de 900 en los sistemas de tratamiento de aguas servidas. Del total, a diciembre de 2023, más de un tercio ya habían sido auditados en 113 PTAS (más del 37% del total en PTAS de concesionarias) pertenecientes a 26 empresas sanitarias.

·      Desarrollar un instructivo complementario a la Norma NCh 3205 que fue recientemente presentado a una parte importante del sector sanitario.

Según la SISS, dicho instructivo apunta no solo a aclarar aspectos de la norma que no quedaron totalmente resueltos, sino que también a despejar otros puntos que no están señalados explícitamente en el texto legal. Un ejemplo en ese sentido es el cálculo del error de contrastación, que es la prueba que permite verificar en terreno si el equipo mide correctamente el caudal o no. “Anteriormente, había que hacer algunas suposiciones que provocaban diferencias en el resultado final”, afirman en la entidad.

El instructivo también obliga a las empresas santiarias, que hacen la prueba de contrastación con recursos propios, a entregar un informe que contenga: la identificación del caudalímetro patrón y del contrastado, copia de los certificados de calibración, registros de las variables primarias, mediciones del equipo patrón y del equipo contrastado, cálculos intermedios, cálculo de caudales y errores, resultados finales, fecha, responsables y lugar de la contratación. Es decir, incluye información necesaria para acreditar que la prueba se realizó correctamente y el resultado es confiable.

Nuevas Tecnologías

¿Qué tipos de medidores de caudal son más idóneos para determinar los volúmenes de aguas residuales? En la SISS aseguran que, en general, “los expertos recomiendan los sistemas cerrados como los caudalímetros de tubo con sensor electromagnético, que pueden durar hasta 5 años sin la necesidad de recalibración. Y en los sistemas abiertos, que requieren de una estructura hidráulica estandarizada y de un sensor de nivel, hemos visto casos en que se ha optado por nuevas tecnologías como un equipo perfilador láser o sensores de radar que miden nivel y velocidad sin contacto, lo que independiza al instrumento de la estructura hidráulica”.

Gracias a las distintas acciones implementadas, en la SISS manifiestan que “el cumplimiento de la norma NCh 3205 ha ido creciendo en la medida que se realizan las auditorías y la revisión del catastro de caudalímetros. Estos procesos han generado, en varios casos, el inicio de procedimientos de sanción a causa de los incumplimientos detectados”.

Vargas, en tanto, expresa que un mayor cumplimiento de la norma se dificulta por “deficiencias estructurales en los sistemas instalados en afluentes, efluentes y bypass, a lo que se suma en ocasiones una antigüedad importante del parque de medidores de caudal que está en operaciones en nuestro país. Esto supone un desafío para el sector, puesto que hay que regular aquellos equipos que funcionan antes de la aplicación de la norma. Y ésta también debe comenzar a permitir equipos de mayor tecnología y dejar de lado aquellos que ya están casi obsoletos. Además, la obligación de frecuencia de contrastación, que hoy es por equipo de medición, debiese ser por volumen descargado. Una empresa que vierte 500 m3/día debe contrastar con la misma frecuencia que lo hace una de 20.000 m3/día de descarga. Tiene que existir una diferenciación ya que el impacto de la medición no es proporcional”.

Que pasa con los medidores-02 550los medidores de caudal, se utilizan principalmente en aplicaciones de agua potable y aguas residuales, basándose en la Ley de Inducción.

Si bien valora los esfuerzos de la SISS para elevar el cumplimiento de la normativa, llevando fiscalizadores a terreno y generando manuales e instancias de discusión y conversación, la representante de AIDIS es partidaria de implementar más acciones con ese objetivo, “como contar con un rol activo del INH y con un banco de prueba nacional, el cual sea obligatorio para los medidores de caudal que entran a nuestro país. Así se podría evitar la recalibración de equipos, que es una tarea que los fabricantes explícitamente no recomiendan en sus manuales”.

La especialista también aboga por la ampliación del mercado en este campo, con más actores que presten los servicios requeridos y aporten el soporte logístico necesario para la realización de mediciones de caudal que cumplan con las exigencias.

DATOS:

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Días como máximo, luego de un proceso de mantenimiento correctivo de los medidores de caudal que signifique su reparación o reemplazo, tienen las empresas sanitarias para efectuar una nueva verificación por contrastación de estas tecnologías contra un equipo patrón calibrado.

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Tipos de controles, para la verificación de los medidores de caudal, establece la NCh 3205: Calibración de fábrica (antes del uso), verificación en terreno (en cada uso del equipo portátil), contrastación contra un equipo patrón (semestral) y calibración por estar fuera de especificación en la contrastación (recalibración).

Artículo publicado en InduAmbiente nº 186 (enero-febrero 2024), páginas 54 a 56.