Cambio climático, mega sequía y escasez hídrica son conceptos que se han vuelto tan cotidianos como alarmantes. Son frutos de una realidad que nos golpea y sacude a diario, y que está llevando a muchas personas y organizaciones a tomar conciencia y enfrentar sus efectos.
Ingrid Morales, Gerenta General de la empresa Inquinat, asegura que esta situación país "nos está obligando a considerar el reúso de agua, lo que era impensado hace unos 10 años. Hacerlo se veía como un costo que nadie estaba dispuesto a pagar, en cambio ahora muchas empresas que necesitan posicionar su imagen están evaluando e incorporando esta práctica".
Enseguida menciona un caso: "Las embotelladoras, hace cerca de una década, empezaron a reducir el agua requerida para producir un litro de agua embotellada, pasando de 3 a unos 2 litros en la actualidad. Y su expectativa es seguir bajando el consumo. Para eso han hecho estudios que hoy les permiten ahorrar y reusar el agua. Por ejemplo, para lavar estanques, pisos y máquinas en éstas y otras empresas no se requiere un agua de gran calidad o muy limpia, por lo que de otros procesos se pueden recuperar caudales para estas funciones. Además, agua que se botaba en muchas industrias se le está dando ahora un segundo uso para el riego de plantas, áreas verdes y jardines".
La ejecutiva precisa que el mayor gasto de agua en Chile se da en el riego, sobre todo con el sistema de tendido que ocupa canales. "Sin embargo, actualmente existen sistemas inteligentes coordinados por satélites para regular en qué momento y cuánto se riega. Esto, a través de métodos por aspersión, goteo u otros más eficientes. También hay una tendencia a plantar especies que demandan menos agua", destaca.
Análisis y Soluciones
Ingrid Morales plantea que tratar conjuntamente las aguas de distintos orígenes es muy difícil. "Por eso, primero, se debe analizar cada tipo de caudal –proveniente de duchas, casinos, torres de enfriamiento, rechazos del proceso de osmosis inversa y otros– para luego efectuar el tratamiento más adecuado que posibilite dar un nuevo uso a estas aguas que, en un gran porcentaje, se destinan al riego de áreas verdes. En minería también se usan para el control del polvo atmosférico y en otros casos nuevamente como agua industrial. De hecho, contamos con clientes con efluente cero", revela.
Inquinat, en particular, realiza estudios que aportan una visión global de los puntos de consumo y salida del agua, determinando las calidades y cantidades de los efluentes que se generan.
Para el tratamiento de estos residuos líquidos ofrece distintas tecnologías:
• Filtración convencional para eliminar sedimentos y otros residuos.
• Ultrafiltración: Elimina además los microorganismos, la fracción orgánica, sin tener que recurrir a filtros multimedia, de carbón u otros.
• Osmosis inversa e intercambio iónico: Se opta por este tipo de tecnologías para reducir las sales minerales del agua, dependiendo el uso que se le dará. Por ejemplo, se emplean resinas especiales de intercambio iónico para disminuir el contenido de arsénico, boro, nitratos o sulfatos y darle al agua la calidad requerida.
• Electrodiálisis reversa: Sistema parecido a la osmosis inversa, pero que mezcla intercambio iónico con membranas. Permite la reducción de las sales minerales en el agua con una menor presión, bajando el gasto operacional del equipo.
• Desinfección: Es la última etapa del tratamiento y para eso se recurre, sobre todo, a sistemas de ozonización o ultravioleta.
La especialista aclara que "las tecnologías a ocupar se determinan caso a caso dependiendo del estudio preliminar. Influye la calidad del agua del efluente, ya sean aguas grises, industriales u otras, ocupándose en el tratamiento una batería de tecnologías en secuencia para obtener un agua con calidad potable, para riego o uso industrial, esta última para alimentar calderas o circuitos de enfriamiento, o para el lavado de equipos".
Además de resaltar el interés creciente de las empresas por reusar sus aguas, la gerenta general de Inquinat comenta que "hoy en día las licitaciones, tanto para construir plantas de tratamiento de aguas servidas como de residuos industriales líquidos, exigen que no más allá del 10 a 15% del agua tratada se bote, lo que implica incorporar en los proyectos sistemas de reúso o recirculación de agua".
Añade que esta tendencia se incrementaría con el otorgamiento de un subsidio o cofinanciamiento estatal a las empresas, como el que hoy reciben muchas Pymes para instalar paneles fotovoltaicos.
Artículo publicado en InduAmbiente 173 (noviembre-diciembre 2021), páginas 44 a 45.