Revista de descontaminación industrial, recursos energéticos y sustentabilidad.

BIOMASA CON ENERGÍA

BIOMASA CON ENERGÍA

Calderas a biomasa podrían contribuir a descontaminar el sur de Chile.



Desde hace tiempo la leña ha estado en el banquillo de los acusados, sindicada como la gran responsable de la contaminación atmosférica en la zona centro-sur del país. Y así es, en términos de que es el combustible más usado para calefacción residencial y, al mismo tiempo, su ignición libera niveles descomunales de contaminantes.

Sin embargo, no es la única fuente. Junto con las estufas y artefactos domiciliarios, la  utilización de calderas industriales también hace una importante contribución de emisiones, puesto que su operación se realiza con fósiles. Petróleo diésel, gas y carbón.

Desde hace décadas en el mundo –y más recientemente en Chile–, se desarrollan soluciones para hacer más limpia su operación. Una de ellas es el aprovechamiento de biomasa. Al respecto, en Temuco se está ejecutando un proyecto piloto de calderas a biomasa forestal, destinado a calefacción residencial, impulsado por Aguas Araucanía.

La iniciativa, que hasta ahora ha implicado una inversión de más de 100 millones de pesos, beneficia a cuatro viviendas de la villa San Sebastián. Implicó la construcción de una caldera de dimensiones reducidas sobre un terreno anexo al conjunto habitacional. Desde esta unidad salen conexiones hacia las casas, con el fin de entregarles energía térmica generada desde subproductos forestales.

Los resultados del piloto serán determinantes ya que, si son positivos, la empresa proyecta invertir alrededor de 1.800 millones de pesos en la implementación del sistema en toda la villa, lo que supone calefaccionar 224 viviendas, emplazadas en un predio de 70.000 metros cuadrados.

Menos MP 2,5

El proyecto se basa en el concepto de calefacción distrital, método que considera la producción centralizada de calor en una caldera a partir de combustión de biomasa forestal no procesada. Ahí se calienta un fluido conductor que luego se distribuye mediante una red de ductos hasta llegar a los puntos de consumo, que son las viviendas. En cada una de ellas se habilita una subestación encargada de transferir el calor del fluido conductor a la casa, donde se usa para la generación de calor o de agua caliente sanitaria.

La subestación, además, controla las temperaturas, tanto del agua sanitaria como también de la calefacción.

Después de entregar su calor, el fluido conductor regresa a través de tuberías hasta el punto de generación, donde vuelve a ser calentado.

Previo a la prueba de campo, se efectuaron evaluaciones respecto al consumo de cada inmueble. “Las viviendas no disponían de instalación interior, por lo que también se debió diseñar y evaluar su calefacción central por radiadores en cada recinto”, comentan en la sanitaria.

Y agregan: “Las cargas térmicas y la demanda de energía de las casas se evaluó con cerramientos mejorados según la normativa térmica vigente, y tal como están construidas en la actualidad, es decir, sin ningún tipo de aislación”.

La calefacción distrital es una modalidad muy común en Europa, aunque en Chile aún está en pañales. Así lo afirma el Seremi del Medio Ambiente de la Araucanía, Marco  Pichunmán, quien sostiene que los residuos contaminantes derivados de este proceso son prácticamente nulos. “El combustible utilizado como base del diseño es biomasa de residuos forestales, por ser económicamente la opción más conveniente y con una potencia calórica 30% mayor a la leña”, destaca la autoridad.  

Aguas Araucanía señala que, gracias a este piloto, por cada casa que se conecta al servicio, podrán eliminarse del aire de Temuco 200 kg por año de partículas de MP 2,5. Mientras que si el sistema se amplía a toda la villa se eliminarán de la atmósfera aproximadamente 47 toneladas anuales del particulado fino y 182 toneladas de CO2.

Artículo completo en InduAmbiente 140 (mayo-junio 2016), páginas 80 a 83.