La legislación chilena regula, tanto la potabilidad del agua de consumo como también los residuos líquidos industriales (Riles). Ello obliga a las fuentes generadoras de estos desechos a cumplir con una normativa estricta que garantiza la seguridad sanitaria de las personas y del medio ambiente.
Para apoyar a las empresas en el cumplimiento del marco vigente, desde 1979 existe el Laboratorio Químico Carlos Latorre. De gran prestigio en el sector, posee una dilatada trayectoria y además ha sido precursor de las exigencias ambientales y sanitarias que rigen en el país, en lo referente a aguas.
El mercado reconoce el liderazgo de la compañía, cuyos inicios se debieron al esfuerzo del matrimonio Latorre-Carmona quienes, con visión y esfuerzo, propiciaron el establecimiento de un laboratorio inédito para la época.
“Tras 35 años de funcionamiento, el Laboratorio Químico Carlos Latorre cumple con las exigencias del Instituto Nacional de Normalización (INN) para obtener las acreditaciones necesarias en muestreo y ensayo de agua, marcando un óptimo estándar y asumiendo una ventaja comparativa en el mercado, en cuanto a la gestión y calidad de los procedimientos”, comenta Teresa Carmona, Gerente General de la firma.
La ejecutiva agrega que su reputación se ratifica por la constante demanda procedente de pequeñas empresas que externalizan variados ensayos a través del Laboratorio Latorre, “gracias a su solidez y amplitud de los servicios que entrega”.
Con el propósito de brindar una mejor asesoría en el cumplimiento de las exigencias ambientales, en 2015 el Laboratorio renovó sus dependencias, trasladándose a un inmueble ubicado en José Manuel Infante 620, comuna de Providencia. “El recinto tiene características idóneas para estar en sintonía con los desafíos tecnológicos que la industria presenta actualmente”, precisa Teresa Carmona.
La inversión significó un aumento de un 40% en infraestructura, que contempla espacios adecuados con el fin de mejorar todos los procedimientos y asimismo otorgar mayor accesibilidad y circulación a las muestras de agua. “Esto incrementa la calidad del servicio, desde el ingreso de la muestra, hasta la entrega de los resultados de análisis”, añade.
Como avances desde el punto de vista técnico, los laboratorios de Bacteriología y Química cuentan con salas de lavado independientes y mejores condiciones de trabajo en cuanto a espacialidad, iluminación, materialidad del mobiliario, condiciones de ventilación y temperatura.
“La mejor organización de los sectores permite procesos expeditos y un correcto uso de los insumos, generando una mejor gestión y administración”, destaca la ejecutiva.
Junto a las Pymes
Sin embargo, la reputación del Laboratorio Químico Carlos Latorre se debe no solo a su larga presencia en el mercado, sino también a la consultoría y orientación directa que provee a un gran número de Pymes.
Al respecto, Teresa Carmona subraya que una parte importante de estos servicios se dirigen a pequeños empresarios de zonas rurales de modo que puedan mejorar su gestión hídrica y así cumplir con la normativa ambiental.
“Ese fue el legado que nos dejó mi marido, Carlos Latorre, y que años después continuó mi hijo, Juan Ricardo. Ambos dedicaron su vida a la protección y adecuado cumplimiento de las normas sanitarias, ayudando a personas que desconocían el tema por completo”, afirma la Gerente General.
Revise el artículo en versión de papel digital, en Revista InduAmbiente N° 134, pág. 99.