Una familia en Osorno, en pleno invierno, va de regreso a casa tras salir del supermercado, cuando uno de sus integrantes ordena al asistente de su teléfono celular: “Siri, enciende la estufa”. De esta forma, activa el nuevo calefactor a pellet que tiene instalado en su vivienda para que ésta se encuentre climatizada al momento de llegar.
Esta escena ilustra solo algunos de los beneficios de reemplazar los viejos artefactos a leña, por otros equipos provistos con tecnología reciente que se están implementando como parte del Programa de Recambio de Calefactores que ejecuta el Ministerio del Medio Ambiente (MMA).
Esta iniciativa, que se puso en marcha en 2011, es una de las medidas centrales de los Planes de Descontaminación Atmosférica (PDA) vigentes entre las regiones de O’Higgins y Aysén. De hecho, está en marcha en 10 de los 13 PDA en ejecución: Valle Central de O’Higgins, Curicó, Talca-Maule, Chillán-Chillán Viejo, Los Ángeles, Concepción Metropolitano, Temuco-Padre Las Casas, Valdivia, Osorno y Coyhaique.
“El Programa de Recambio es una pequeña parte, pero muy importante, de lo que estamos haciendo para reducir la contaminación desde Rancagua hasta Coyhaique”, comenta Marcelo Fernández, jefe de la división de Calidad del Aire y Cambio Climático del MMA.
Su implementación contribuye al control del material particulado fino (MP 2,5), al que en Chile están expuestas unos 10 millones de personas en concentraciones promedio diarias superiores a lo establecido por la norma chilena, de 50 µg/m3 (microgramos por metro cúbico), y aún más lejos del límite sugerido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que en septiembre pasó de 25 a solo 15 µg/m3 en 24 horas.
Renovación Tecnológica
El programa partió con una experiencia piloto realizada en Coyhaique, en 2011, donde se reemplazaron 300 calefactores a leña por otros que usaban el mismo combustible, pero eran más eficientes. Después, la experiencia se replicaría en otras ciudades del centro sur del país, a medida que fueron entrando en ejecución los respectivos planes de descontaminación atmosférica.
Fernández afirma que a partir de 2018 se introdujeron medidas para acelerar y ampliar su implementación. En ese marco, el presupuesto destinado a los recambios aumentó de manera significativa (ver gráfico 2), pasando de $8.700 millones en 2017 a $15.000 millones en 2020. Es decir, un incremento de 73%.
El mayor aporte proviene de recursos regionales: “El FNDR (Fondo Nacional de Desarrollo Regional) hoy significa 2/3 de los recursos del Programa de Recambio”, precisa el experto, mientras que el tercio restante lo pone el MMA.
Otro cambio relevante ha sido la profundización del recambio tecnológico, lo que implicó un impulso al uso del pellet y la incorporación de sistemas eléctricos con tecnología split inverter (ver gráfico 1).
En paralelo, se fue eliminando de manera progresiva el recambio por otros artefactos a leña, de tal modo que 2019 fue el último año en que se utilizó esta alternativa. “La reducción de emisiones que se lograba por sacar un calefactor a leña y poner otro similar era, por lo menos, cuestionable”, indica el jefe de Calidad del Aire del MMA (ver gráfico 4).
Actualmente, el objetivo del Ministerio es seguir impulsando el recambio con sistemas eléctricos, que generan 0% de emisiones intradomiciliarias. “Apostamos a que en 2022 el recambio eléctrico sea una tercera parte y los pellets, los otros dos tercios”, agrega el ingeniero.
Mejor Aislación
Por otro lado, Marcelo Fernández pone el acento en la importancia de dar un enfoque integral a las medidas adoptadas para mejorar las condiciones de calefacción al interior de las viviendas. Es decir, si bien los pilares centrales de los planes de descontaminación son el recambio de calefactores y los subsidios de aislación térmica, el ingeniero se inclina más a hablar del concepto de vivienda sustentable. Lo anterior, según argumenta, “porque si una vivienda está lo suficientemente bien construida es probable que no necesite calefacción”.
Por este motivo, señala que la cartera de Medio Ambiente hoy apunta a lo que considera es el problema de fondo: “La pobre aislación térmica con que se construía en Chile”.
En ese sentido, comenta que “todos nuestros planes de descontaminación establecen que las viviendas nuevas deben construirse con mejores estándares de aislación. Eso significa que una casa con estándares óptimos va a requerir menos energía para calefacción y, por lo tanto, contaminará menos, cualquiera sea el combustible que utilice”.
La aislación térmica es un factor clave dentro del concepto de “vivienda sustentable”.
Fernández explica que, a propósito de este punto, el MMA implementó una alianza con el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) con el fin de que esta cartera destine recursos frescos para financiar el recambio de 8.500 calefactores. En la práctica, esto implica la integración de dicho programa con el de aislación térmica, en una iniciativa que entró en ejecución este año.
“Eso significa que las personas que se adjudiquen el subsidio de aislación térmica también podrán optar al recambio al mismo tiempo y, por lo tanto, esas viviendas se intervendrían una sola vez”, precisa el profesional.
Sin Pagar de Más
Marcelo Fernández indica que desde sus inicios el Programa de Recambio de Calefactores ha procurado mejorar la calidad de vida de la población y reducir el aporte de emisiones procedentes del sector residencial, sin que ello implique un mayor gasto para las familias.
Por eso, sostiene que el costo de operación de los calefactores recambiados está calculado para ser prácticamente similar al de uso de leña.
En efecto, destaca que en los últimos tres años se ha logrado reducir los costos unitarios de los recambios debido, principalmente, a un aumento de la disponibilidad de proveedores y la consiguiente mayor competencia.
En el caso de las estufas a pellet, entre 2014 y 2020 se consiguió bajar el costo de un equipo de 7 kW en un 54%, en promedio, de $1.260.000 en 2014 a $580.000 en 2020. “Más recursos, con calefactores más baratos nos permite ampliar nuestra tasa de recambio”, destaca.
Por otra parte, la tecnología inverter también experimentó una baja, de 23% en los últimos cuatro años.
En términos de acceso, el Programa de Recambio está diseñado bajo una modalidad de cofinanciamiento. El copago que se solicita por parte de los usuarios es según cada PDA, en parte, porque las condiciones de las regiones donde se desarrollan son diferentes. No obstante, los aportes de las personas oscilan entre 30.000 y 120.000 pesos.
Respecto al ritmo de implementación del programa, Fernández advierte que, si bien las metas establecidas en cada plan de descontaminación son particulares y que estos instrumentos de gestión comenzaron a regir en años distintos e involucran distintos lapsos de cumplimiento, reconoce que el programa va atrasado. “Aún no hemos sido capaces de levantar el programa para alcanzar los recambios que deberíamos hacer todos los años. Un número razonable debiera estar por sobre los 20.000 reemplazos al año”, comenta.
En efecto, de acuerdo con una proyección de avance efectuada con datos a septiembre de 2021, el promedio nacional de implementación de recambios es de 30%. La zona más adelantada es el Valle Central de O’Higgins, con 70%, y las más rezagadas, Concepción Metropolitano y Los Ángeles, con 3% y 6%, respectivamente (ver gráfico 3).
Sin embargo, a renglón seguido subraya que al finalizar este año los recambios concretados a través del programa llegarán a unos 15.000, sin contar aquellos que está gestionando el Minvu.
Problema de Masificación
Sebastián Tolvett, académico del Departamento de Mecánica de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM), fue el jefe de la División de Calidad del Aire del MMA en el período 2014-2015.
El experto destaca la relevancia del Programa de Recambio de Calefactores dentro del paquete de medidas incluidas en los PDA. “Si consideramos el potencial de reducción de emisiones del recambio de un aparato a leña por uno de otro combustible, la contribución es enorme”, comenta.
Sin embargo, añade el especialista, el problema con este tipo de iniciativas es su masificación: “Lamentablemente, el Programa de Recambio de Calefactores, según un estudio del Centro de Sistemas Públicos encargado por la DIPRES, en 2019, solo había alcanzado un 9% de la meta de los Planes de Descontaminación. Por ello, su contribución desde ese punto de vista ha sido baja”.
Asimismo, concuerda con Fernández en la relevancia de impulsar una sinergia entre el recambio de calefactores y los subsidios a la aislación térmica, recordando también que esta última está incluida en la Ley de Eficiencia Energética (Nº 21.305) que se promulgó este año. “En mi opinión, la aislación térmica debería ser la primera medida a promover, porque, aunque en un principio aumenta el valor de la vivienda produce no solo una reducción de emisiones sino un ahorro energético y, finalmente, del costo familiar”, puntualiza el experto de la UTEM.
Más Recursos
A juicio de Tolvett, el programa ha tenido problemas de implementación, “lo cual era esperable porque la cantidad de calefactores a recambiar requiere de una capacidad que el MMA no tiene”.
En esa línea, argumenta: “Por un lado, se deben conseguir fondos extra. El costo del recambio para todos los planes en un periodo de 10 a 15 años, dependiendo de la entrada en vigor de los planes, es de unos 150 millones de dólares aproximadamente. Por lo tanto, se deberían invertir unos 10 a 15 millones de dólares al año. Actualmente, si miramos la ley de presupuesto del año 2021, el monto asignado para el programa Calefacción Sustentable fue de $4.875 millones (aprox. 6 millones de dólares), es decir, solo la mitad de lo necesario. El resto se debería obtener de fondos regionales, lo cual no es fácil”.
Por otra parte, precisa el docente de la UTEM, “lo más complejo es la ejecución del programa desde el sector público, a través de licitaciones y selección de beneficiarios. En mi opinión, el MMA debería asociarse con agencias que tienen una mejor capacidad de ejecución como por ejemplo la Agencia de Sostenibilidad Energética, que tiene una estructura más liviana desde el punto de vista de la gestión de recursos”.
A lo anterior, Sebastián Tolvett agrega que es necesario dar mayor visibilidad al programa Calefacción Sustentable del MMA, junto con una colaboración directa con las universidades regionales en las zonas más afectadas por la contaminación atmosférica, “para evaluar los avances y desarrollar pilotos con nuevas tecnologías”.
Por el lado de los fondos, indica el académico, “el MMA actualizó en 2020 la Contribución Nacional Determinada (NDC), donde se define una meta de reducción de carbono negro de un 25% al año 2030. En resumen, esto implica que no sólo existen las metas de cada uno de los PDA, sino que también un objetivo a nivel nacional, por lo cual debería ser posible obtener recursos desde otras unidades del Estado y darle al problema de la contaminación, la dimensión país que realmente tiene”.
Estufas Inteligentes
Entre los proveedores que participan en el Programa de Recambio de Calefactores están las empresas Betterlife y FELP Chile. La primera distribuirá calefactores a pellet de 6,2 kW y 9,5 kW en el marco de los PDA de Osorno y Valdivia, respectivamente.
Felipe Jara, encargado comercial de Betterlife, explica que las unidades a pellet son parecidas a una estufa eléctrica en términos de sofisticación: “Los equipos están provistos de sensores, ventiladores, encendedor electrónico y computador. Con todo eso, se logra controlar la combustión para que sea óptima. También, los aparatos cuentan con distintos niveles de potencia y otros parámetros que pueden controlarse a través del ordenador”.
Gracias a este dispositivo, el calefactor viene con la capacidad de conectarse a internet. “De este modo, la estufa se puede encender a través de un celular desde cualquier lugar, previa descarga de una aplicación y utilizando los asistentes por voz, como Alexa, Siri o Google Asistant”, añade.
Algunos beneficios de esta tecnología es que permite no dejar el calefactor prendido toda la noche, sino programado para operar únicamente en las horas que se necesite o bien, por ejemplo, activarlo todos los días a las 6 AM.
Asimismo, si hay niños solos en una vivienda, es posible utilizar el dispositivo durante ciertos lapsos, controlándolo vía remota. Todo lo anterior, junto con permitir mantener una casa climatizada, brindar seguridad a los usuarios y ahorros en consumo de combustible.
Por otra parte, Raúl Matte, Gerente General de FELP Chile, comenta que la firma está trabajando con sistemas eléctricos de las marcas Khöne y Clark. “Los equipos que se han instalado son de diferentes potencias y cuenta con la tecnología inverter. Además, vienen con refrigerante ecológico R410 y sistema WIFI, para el control a distancia”, explica el ejecutivo.
Hasta ahora, la compañía ha participado en los recambios de calefactores de las regiones de Los Ríos, Biobío y Los Lagos, entre otras.
Con Menos Leña
Tanto Fernández como Tolvett proyectan el futuro con una participación de la leña más acotada. “Lo esperable es que a medida que Chile alcance el desarrollo económico, las viviendas del sur tengan un nivel de confort térmico similar al de países desarrollados en las mismas latitudes, con inmuebles aislados térmicamente y sin depender de la leña, quemada en calefactores unitarios, como la principal fuente calefacción”, estima el docente de la UTEM.
Por su parte, Marcelo Fernández plantea que, junto con la optimización constructiva de los inmuebles, los próximos pasos serán: entregar la mayor cantidad posible de subsidios para este beneficio; alcanzar una alta tasa de recambio de calefactores con los menores precios de copago posible; y restringir el uso de leña en edificaciones nuevas.
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RECUADRO:
Economía Circular
El Programa de Recambio de Calefactores incluye dos componentes que se alinean con la economía circular. Primero, que todos los calefactores que se retiran son desmantelados y llevados a la fundición de Aceros AZA, ubicada en la comuna de Colina. Posteriormente, este material se procesa y se destina a la fabricación de barras y perfiles de acero laminado que se utilizarán en la industria de la construcción.
Además, en el caso del pellet, una gran proporción de este combustible producido en Chile proviene de los residuos de la industria forestal.
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Datos
35.849
Toneladas de CO2 y 225 toneladas de MP 2,5 se han dejando de emitir en Chile por medio de la implementación del Programa de Recambio de Calefactores, según estimaciones del MMA.
90%
De las emisiones unitarias de sistemas de calefacción residenciales se reducen a través del uso de estufas a pellet.
Artículo publicado en InduAmbiente N° 172 (septiembre-octubre 2021), págs. 40-44.