Revista de descontaminación industrial, recursos energéticos y sustentabilidad.

Tratamiento Superior

Tratamiento Superior

Revisamos el nivel de cumplimiento y los retos que afrontan las plantas de tratamiento de aguas servidas.



Si hacemos memoria, hasta hace menos de dos décadas en Chile había algunos ríos y playas que eran verdaderas cloacas a tajo abierto. Y enfermedades como el cólera, el tifus y la hepatitis eran "pan de cada día" por el consumo de verduras regadas con aguas contaminadas.

¿Cómo se revirtió gran parte del problema? Con la construcción y puesta en marcha de cientos de plantas de tratamiento de aguas servidas (PTAS) a lo largo y ancho de todo el país, llegando hoy este servicio a coberturas cercanas a 100% en las zonas urbanas. Por ejemplo, Santiago le dio un respiro a la salud pública y al medio ambiente con la operación de las PTAS El Trebal y La Farfana en 2001 y 2004, respectivamente, instalaciones que hoy incluso aprovechan esos mismos residuos líquidos para generar recursos hídricos, energía y abono para nuevos usos.

Para empujar este proceso, en el año 2000 se dictó el Decreto Supremo (DS) 90, que regula los contaminantes asociados a las descargas de residuos líquidos a aguas marinas y continentales superficiales. Previamente, en 1978, se promulgó la Norma Chilena (NCh) 1333, que fija un criterio de calidad del agua de acuerdo a requerimientos científicos referidos a aspectos físicos, químicos y biológicos, según el tipo de uso, preservándola de la degradación producida por contaminación con residuos de cualquier tipo u origen.

Desde que la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) tiene registros (a partir de 1999), el cumplimiento de esas normas por parte de las PTAS se ha mantenido estable, superando en la inmensa mayoría de los reportes mensuales el 90%.

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Los problemas operacionales, en tanto, las afectan de manera esporádica. El último evento, hasta el cierre de esta edición, ocurrió en noviembre en la PTAS de Antofagasta. La SISS constató allí la descarga de aguas servidas desde la planta elevadora Croacia hacia al borde costero, las cuales posteriormente fueron desviadas a la planta elevadora sur.

Calidad del Servicio

Sobre el funcionamiento de las PTAS que operan hoy en día en Chile, Verónica Vergara, jefa de la Unidad de Aguas Servidas y Riles de la SISS, señala que el diagnóstico es positivo. "El indicador de calidad del servicio de tratamiento de aguas servidas, en los 300 sistemas operativos en el país, llegó a un promedio de 0,96 (de un máximo de 1) el año 2021 y a 0,97 en 2020, los cuales son muy favorables y sobre el promedio de los últimos 10 años", expresa.

Tal indicador se relaciona con los parámetros a monitorear en las descargas, los límites máximos establecidos en la normativa vigente y con la población atendida.

Muy positivo es también el balance de la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Sanitarios (Andess), desde donde valoran los frutos que han dado los planes de desarrollo de sus asociados, que son parte del modelo de colaboración público-privada de esta industria. Al respecto señalan: "Gracias a la infraestructura de las PTAS, que ha requerido inversiones cercanas a los US$2.500 millones, se trata el 99% de las aguas servidas que se recolecta en las redes de alcantarillado y hoy es posible decir que en las ciudades de Chile, donde habitan 15,6 millones de personas abastecidas por las empresas concesionarias de servicios sanitarios, se cumple con los derechos humanos al agua y al saneamiento".

En la asociación sostienen que, aunque Chile tiene una normativa muy exigente en materia de calidad del efluente para las plantas de tratamiento –en algunos casos superior a los parámetros que exigen países desarrollados–, "la industria tuvo un nivel de cumplimiento de las exigencias de calidad de 97,2% en 2021, lo que refleja una operación de altos estándares. Y ese no es un resultado al azar. Surge de un monitoreo constante, con más de 230 mil controles de calidad cada año, equivalentes a 26 controles por hora".

Incumplimientos

Desde la SISS, Verónica Vergara indica que los incumplimientos normativos más comunes en las que incurren las plantas en las descargas corresponden a superaciones de los límites exigidos de algunos parámetros orgánicos y bacteriológicos, como la demanda bioquímica de oxígeno (DBO5) y coliformes fecales, respectivamente.

De acuerdo con la evaluación 2021 de la Superintendencia, en promedio un 6,1% de las PTAS presentaron algún incumplimiento en uno o más meses (ver gráfico 1). Por tecnología, las lagunas aireadas registraron un 10%, las lagunas de estabilización un 8% y los lodos activados un 5%. Los sistemas que exhibieron un mejor desempeño fueron los de emisarios submarinos, con solo un 2% de incumplimiento. La figura 2 muestra más detalles.

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En septiembre de 2022, el último reporte mensual publicado por la SISS, 21 de las 300 PTAS en operación presentaron alguna infracción normativa. Del total, 9 fueron lagunas aireadas (de 55 que ocupan esta tecnología) y 7 lodos activados (de 174 con dicho sistema). Considerando estas 16 plantas, 12 no cumplieron con el Decreto 90 y cuatro con la NCh 1333.

Vergara explica que los incumplimientos en los sistemas de lagunajes son mayores debido a que "son tecnologías menos robustas que las de lodos activados, por lo que se espera que en los próximos años sigan migrando a sistemas más avanzados. Por lo general, las plantas en base a lagunas presentan incumplimientos en nutrientes, en parámetros establecidos en el DS 90, como es el Nitrógeno Total Kjeldahl, ya que estas tecnologías no abaten dichos parámetros. En algunas localidades donde la normativa de emisión les permite descargar con más holgura algunos parámetros, porque cuentan con dilución en el cuerpo de agua superficial donde descargan, las lagunas aireadas son suficientes. Cabe recordar que el DS 90 establece 5 tablas y si los cuerpos de agua superficial son caudalosos se pueden descargar concentraciones menos exigentes".

En la figura 3 se puede revisar la evaluación de los sistemas de tratamiento de aguas servidas urbanas.

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Mayor Capacidad

Según datos de la SISS, a causa del aumento de la población, alrededor de un 12% de las PTAS deberá próximamente realizar ampliaciones por estar alcanzando sus capacidades de diseño. En algunos de esos casos, además, tendrán que cambiar sus tecnologías de tratamiento. "Muchas de ellas ya hicieron un compromiso con la SISS al incluir en sus planes de desarrollo los estudios y obras de ampliación, o bien la modificación de sus tecnologías según corresponda", asegura la profesional.

En Andess subrayan que las empresas sanitarias destinan ingentes recursos a la mantención de la infraestructura de tratamiento. "Entre 2022 y 2024, de los US$1.195 millones que tiene contemplado invertir la industria, un 19% se destinará al mantenimiento y modernización de la infraestructura destinada al tratamiento de las aguas servidas", especifican.

Ya en el último lustro diversas empresas sanitarias han concretado desembolsos millonarios para incrementar la capacidad de tratamiento de sus plantas. Essbio, por ejemplo, puso en marcha la renovada PTAS de Rancagua, Machalí y Graneros durante 2021.

Lo anterior es ratificado por Andess: "La capacidad de las plantas de tratamiento no se ha mantenido estática. Se ha ampliado a fin de absorber el aumento de la población. De hecho, solo en los últimos 10 años los clientes de la industria sanitaria han aumentado en un 21%, lo que ha requerido ir ampliando la infraestructura para mantener la cobertura y calidad de servicio. Esto se refleja en las tasas de cobertura, que siguen prácticamente en 100% aunque hay más usuarios".

Medición de Caudales

Por estos días, la SISS ha estado y seguirá abocada a la fiscalización del cumplimiento de la norma de medidores de caudal de aguas residuales (NCh 3205/2011). La regulación tiene directa relación con las mediciones efectivas de los caudales que se están recibiendo y tratando en las plantas de aguas servidas, así como con los caudales descargados a los cuerpos de agua superficial.

Verónica Vergara agrega: "Durante el año 2022 hemos estado trabajando en el desarrollo de un Instructivo SISS de medición de caudal y aplicación de la norma, que creemos será de mucho apoyo tanto para los sectores sanitario e industrial como para la SISS, ya que le permitirá realizar una mejor fiscalización y contar con nuevas tecnologías para poder tener medición en línea de los caudales".

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RECUADRO:

Reúso de Aguas, Lodos y Energía


En la SISS tienen una gran convicción: como el cambio climático está golpeando fuertemente a algunas regiones del país, "hay que aumentar el reúso de las aguas servidas tratadas, para lo cual estamos trabajando. En primer término, estas aguas se deben reutilizar dentro de la infraestructura de las plantas de tratamiento, y también se pueden intercambiar a través de un mecanismo SWAP con otros rubros industriales o agrícolas para que estos últimos liberen aguas naturales y disminuyan sus consumos de agua potable, dejando disponible las aguas limpias para el consumo humano", plantea Verónica Vergara.

Añade que, además, está la posibilidad cierta de reusar las aguas que se descargan al mar, "a las cuales se les puede dar otro uso, sobre todo en las regiones del norte. La SISS está abordando estos nuevos retos, comenzando con estudios sobre el reúso de las aguas servidas tratadas", acota.

En Andess precisan que el reúso directo de estos recursos es actualmente de unos 72 millones de m3 de agua, equivalente al 5,8% del total de agua tratada. "Ésta se vierte en cauces naturales, lo que permite su reutilización aguas abajo, principalmente por parte de la agricultura", sostienen.

En el gremio también destacan el reaprovechamiento de los lodos o biosólidos, como abono orgánico, en la recuperación de suelos agrícolas degradados. "En 2021, poco más del 72% de los biosólidos se destinó a diferentes usos en suelos, existiendo regiones donde el reúso alcanzó hasta el 100%", revelan.

Por último, resaltan que cada vez más PTAS son hoy fuente de generación de biogás, llegando a producir más de 70 millones de m3 de biogás al año, tanto en la Región Metropolitana como en Concepción, Temuco y Osorno. "Incluso, existen casos en que se ha conseguido generar energía eléctrica como consecuencia del proceso de tratamiento de las aguas servidas", afirman.

DATOS:

61%
De las plantas de tratamiento de aguas servidas que hoy operan en Chile son en base al sistema de lodos activados. Otro 18% ocupa la tecnología de lagunas aireadas.

1
Problema: el crecimiento excesivo de bacterias filamentosas (bulking filamentoso) es considerado uno de los mayores inconvenientes que presentan las PTAS que utilizan la tecnología de lodos activados.

Artículo publicado en InduAmbiente 179 (noviembre-diciembre 2022), páginas 10 a 14.