Si de enfermedades pulmonares se trata, el asma es una de las más "populares". Pero una de sus variantes, la ocupacional, es mucho menos conocida, aunque los trabajadores afectados han sido numerosos en las últimas décadas en Chile y el mundo.
Por citar un caso no tan reciente, en abril de 1991, un dictamen de la Superintendencia de Seguridad Social daba cuenta que su Departamento Médico, "previo estudio de los antecedentes, radiografía del paciente y de su historia laboral (mezclador de vitaminas desde marzo de 1987 a octubre de 1989), ha concluido que le afecta una incapacidad de 27,5% por asma bronquial de origen ocupacional, probablemente causada por sensibilización al polvo mezcla de vitaminas".
El Centro del Alérgico (CdA) de nuestro país define a esta patología como un trastorno respiratorio directamente relacionado con la inhalación de emanaciones, gases, polvo u otras sustancias potencialmente tóxicas en el trabajo. "Puede desarrollarse por primera vez en un trabajador previamente saludable, o agravarse el cuadro ya existente por la exposición dentro del lugar de trabajo", explica.
¿Su prevalencia? Aunque en Chile no se conocen datos recientes, diversos artículos dan cuenta que, en las primeras dos décadas de este siglo, el asma ocupacional ha llegado a ser la enfermedad pulmonar relacionada con el trabajo más prevaleciente en los países desarrollados. De hecho, se asegura que hasta el 15% de los casos de asma en Estados Unidos pueden tener factores relacionados con el trabajo.
Agentes y causas
Sobre los agentes productores de asma laboral, la Mutual de Seguridad apunta al polvo de grano, isocianatos (MDI y TDI), polvo de madera, formaldehído, glutaraldehído, polvo de harina y proteínas animales, principalmente.
La literatura médica internacional, en tanto, advierte que existen más de 400 sustancias en el lugar de trabajo que pueden desencadenar la enfermedad. Destacan las siguientes:
• Proteínas animales que se encuentran en la caspa, pelos, escamas, pelaje, saliva y desechos corporales.
• Sustancias químicas que se utilizan para fabricar pinturas, barnices, adhesivos, laminados y resina para soldaduras. Y también aquellas empleadas para elaborar aislantes, materiales de empaquetado y colchones de espuma y tapicería.
• Enzimas que se usan en detergentes y en harinas para hornear.
• Metales, en especial platino, cromo y sulfato de níquel.
• Sustancias vegetales, como las proteínas que se encuentran en el látex de caucho natural, la harina, los cereales, el algodón, el lino, el cáñamo, el centeno, el trigo y la papaya.
• Gases o partículas irritantes, como el gas de cloro, el dióxido de azufre y el humo.
Según informa el CdA, la incidencia del asma ocupacional varía dentro de las distintas industrias. "Por ejemplo, en el rubro de detergentes la inhalación de una enzima en particular, utilizada para producir polvos para lavar, ha llevado al desarrollo de síntomas respiratorios en aproximadamente el 25% de los empleados expuestos. En las imprentas, hasta el 50% de los trabajadores experimenta síntomas respiratorios después de la exposición constante a goma arábiga o acacia, que se usa en la impresión cromática para separar hojas impresas y evitar manchas. Y los isocianatos son agentes químicos que se ocupan ampliamente en muchas industrias, incluida la elaboración de pintura rociada, la instalación de aislantes y la fabricación de plásticos, caucho y espuma. Pueden causar asma en el 10% de las personas expuestas", detalla.
Síntomas diversos
Los principales síntomas del asma ocupacional son la sibilancia o silbido al respirar, tos, falta de aire, opresión del pecho, goteo de la nariz, congestión nasal, ojos llorosos y picazón o irritación de los mismos.
En el CdA plantean que su causa puede ser de índole alérgica o no alérgica, "y la enfermedad puede persistir por un largo período en algunos trabajadores, aun cuando ya no estén expuestos a los irritantes que desencadenaron sus síntomas. Comúnmente, éstos empeoran a lo largo de la semana de trabajo, mejoran en el fin de semana y se repiten al volver a la actividad laboral".
Agregan que, en muchos casos, los antecedentes familiares de alergias hacen a una persona más susceptible de sufrir asma ocupacional. Y si fuma también estará en mayor peligro de desarrollar asma después de haberse expuesto en el trabajo, debido al estado debilitado de sus pulmones. "La duración de la exposición ocupacional que desencadena el asma varía y puede fluctuar entre meses y años antes de que se produzcan los síntomas", agregan.
Medidas de prevención
Una vez identificada la causa, "deben reducirse los niveles de exposición", aseguran en el Centro del Alérgico. ¿De qué manera? "Por ejemplo, un trabajador puede ser trasladado a otro puesto dentro de la planta industrial. Y los empleadores podrían seleccionar previamente a los colaboradores potenciales con exámenes de función pulmonar. Luego deben continuar monitoreándolos para determinar si hay o no síntomas después de ciertos períodos en el trabajo y así garantizar que no haya desarrollado asma. Además, las áreas de trabajo deben vigilarse de cerca para que la exposición a sustancias causantes del asma se mantenga en los niveles más bajos posibles", manifiestan.
Añaden que las personas con asma ocupacional deben consultar a un especialista en alergias para una evaluación. Y, en algunos casos, puede resultar útil un pretratamiento con medicamentos específicos para contrarrestar los efectos de las sustancias en el lugar de trabajo.
En un artículo sobre esta patología, Mayo Clinic, prestigioso centro médico estadounidense, sostiene que la mejor manera de evitarla es "controlando la exposición a sustancias químicas y de otra clase que se sabe causan irritación. En los lugares de trabajo se pueden implementar controles para prevenir las exposiciones, utilizar sustancias menos nocivas y brindar equipos de protección personal a los trabajadores".
La nota indica, asimismo, que los medicamentos pueden ayudar a aliviar los síntomas y a controlar la inflamación relacionada con el asma ocupacional. No obstante, se pueden adoptar varias medidas para ayudar a prevenir o disminuir las manifestaciones de la enfermedad, como "dejar de fumar, vacunarse contra la gripe (influenza) y evitar el consumo de antiinflamatorios no esteroides (AINE) y otros medicamentos que puedan empeorar los síntomas".
DATO:
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Industrias (de plástico, caucho y resina) generan en sus procesos pequeñas moléculas químicas que los trabajadores pueden aspirar repetidamente en el tiempo causándoles asma ocupacional alérgica.
Artículo publicado en InduAmbiente n° 190 (septiembre-octubre 2024), páginas 86 a 87.