El 2019 comenzó de la peor forma para cerca de 60 familias de Limache, en la Región de Valparaíso. Un voraz incendio forestal consumió total o parcialmente sus casas y redujo a cenizas los frutos del esfuerzo de muchos años.
Por las condiciones climáticas adversas que se han registrado y se seguirán presentando durante el actual verano, la Conaf proyecta que se quemarán en estos meses unas 70 mil hectáreas, muchas más que las 39.500 hectáreas del mismo periodo anterior.
Además de los cuantiosos recursos humanos, técnicos y económicos que destina el Estado a prevenir y combatir los incendios en zonas rurales, las empresas forestales también hacen aportes en el mismo sentido. De hecho, en 2019 disponen de un 17% más de brigadistas, invirtiendo unos 85 millones de dólares para evitar y enfrentar el fuego.
Muy Capacitados
En los últimos meses, más 2 mil 500 brigadistas de las compañías forestales han pasado por un proceso de selección y capacitación. Ellos, en una primera etapa, se someten a evaluaciones físicas, médicas y sicológicas. Luego, en el curso de capacitación, se interiorizan sobre temas de seguridad, comportamiento del fuego, tipos y etapas de combate, proceso de combustión, uso de herramientas y, en especial, respecto a un buen trabajo en equipo.
Arauco, en particular, cuenta en esta temporada con un contingente de 1.350 brigadistas, quienes combaten siniestros entre las regiones de O´Higgins y Los Lagos.
La otra gran empresa del rubro, CMPC, tiene una dotación cercana a las 1.000 personas para los servicios de prevención y combate de las llamas. El subgerente de Protección Forestal de CMPC Bosques, Osvaldo Vera, comenta que “las capacitaciones a brigadistas en nuestras bases de combate tienen como principal objetivo resguardar la seguridad de nuestra gente y reforzar los contenidos teóricos y prácticos para enfrentar incendios. Las tareas de prevención las hemos trabajado durante todo el año en conjunto con nuestros vecinos”.
Para una mejor labor, CMPC opera también un completo equipo de combate de incendios forestales, destacando el mega helicóptero Boeing CH47D Chinook. La máquina, en la pasada temporada, lanzó en promedio 130 mil litros de agua por hora durante las descargas realizadas en cada misión.
En total, el sector privado aporta una flota de 51 aeronaves (25 aviones y 28 helicópteros, 3 de ellos de 10 mil litros cada uno) y 35 bases de carguíos para proveer de agua a las brigadas.
Cabe agregar que 17 pilotos de las Fuerzas Armadas se capacitaron recientemente para el combate aéreo de incendios. Ellos se sumaron a 175 efectivos del Ejército que fueron preparados para el trabajo terrestre, en el contexto de un pionero acuerdo entre el Ministerio de Defensa y las empresas forestales socias de la Corporación Chilena de la Madera (Corma). Como parte del convenio, las compañías donaron cuatro helibaldes para el transporte y descarga de agua para emergencias.
Equipo de Protección
Para realizar una labor segura y eficiente contra el fuego, los brigadistas forestales deben utilizar el siguiente equipo de protección, de acuerdo a información publicada por la Asociación Chilena de Seguridad (AChS):
- Casco:
Debe estar certificado para incendios forestales, con arnés interior ajustable, barbiquejo resistente a temperaturas elevadas y a contacto con objetos ardientes, y no ser conductor de electricidad.
- Máscara purificadora buconasal:
Con filtro recambiable, goma suave y flexible, y de tamaño reducido. Se usa principalmente en evacuación de zonas con alta concentración de humo.
Lea este artículo completo en InduAmbiente 156 (enero-febrero 2019), páginas 84 a 87.