De acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadísticas, más de 300 empresas componen el sector químico a nivel nacional. Éstas se dedican a la fabricación y distribución de más de 400 sustancias químicas industriales, entre las que destacan la povidona yodada, cloruro de potasio, nitrato de potasio, carbonato del litio y el nitrato de amonio como principales productos de exportación.
Todo esto habla de un dinámico rubro de la economía que en las últimas décadas, junto con lograr expandirse comercialmente, también ha dado grandes pasos en materia de sustentabilidad.
Lo anterior, luego de la implementación del Sistema de Gestión de Conducta Responsable, que ha traído importantes beneficios en el área de seguridad y salud ocupacional (SSO) a las industrias químicas del país.
Hoy, a 21 años de su incorporación, Sergio Barrientos, Gerente General de la Asociación Gremial de Industriales Químicos de Chile (Asiquim A.G.) realiza un positivo balance acerca de estos impactos.
Referente Internacional
Conducta Responsable es la aplicación en Chile del programa internacional de la industria química denominado “Responsible Care”, que desde sus inicios se basó en códigos y prácticas industriales que abordaban explícitamente los conceptos de SSO.
El ejecutivo relata que en 1994 se adoptaron seis códigos, entre los que estaban el “Código de Salud y Seguridad del Personal” y el “Código de Seguridad en los Procesos Productivos”.
“Ambos promovieron directamente prácticas industriales para abordar los ámbitos de seguridad y salud ocupacional”, recuerda.
Desde 2006, dichas prácticas formaron parte de un Sistema de Gestión, lo que según el líder gremial, en la actualidad se pone en práctica transversalmente en todas las actividades de las compañías, tales como producción, almacenamiento y transporte, entre otras.
“Una de las formas en que se materializan estas directrices es incluyendo explícitamente, dentro de las prácticas, el requerimiento de efectuar evaluaciones de riesgo formales en las actividades más relevantes, a fin de prevenir de accidentes y promoviendo así la protección del medio ambiente y de las instalaciones y, por sobre todo, de las personas”, afirma.
Impactos
El Gerente General de Asiquim sostiene que en los últimos años se han comprobado impactos positivos en las organizaciones, incluso en aquellas que no han sido verificadas con el Sistema de Gestión ni tampoco han obtenido distinciones especiales en el marco de la celebración anual del Día de Conducta Responsable.
Uno de estos beneficios es la disminución en la tasa de accidentes. Al respecto, Barrientos comenta: “Más de una empresa verificada en los últimos años tiene record de cinco o más años sin accidentes con tiempo perdido y ha obtenido o está postulando a premios a nivel nacional, dada su baja tasa de accidentabilidad”.
Según agrega el ejecutivo, información proporcionada por la ACHS actualizada a agosto de 2014, corrobora los datos internos de las firmas verificadas en Conducta Responsable, que muestran una tendencia a la baja en la tasa de accidentabilidad del sector químico.
Asimismo, resalta que si bien no existe por el momento una evaluación cuantitativa del ROI (Retorno de la Inversión, por su sigla en inglés), de la implementación de Conducta Responsable, existe evidencia que corrobora que su puesta en práctica trae mejoras en productividad y confiabilidad de planta, dada la disminución de accidentes y de desajustes operacionales.
Lea el artículo completo en Revista InduAmbiente N° 132, págs. 74-75.