Cada vez es más común encontrar estaciones de depuración (EDARs) y bombeo de aguas residuales (EBARs) en áreas cercanas a zonas residenciales y turísticas. Los procesos que se desarrollan en estas instalaciones emiten compuestos gaseosos que suelen generar problemas de olores, toxicidad y corrosión, por lo que es necesario disponer de soluciones que se adapten y controlen efectivamente los distintos tipos emisiones.
Los gases que se producen de manera más habitual en los procesos de tratamiento de aguas son el sulfuro de hidrógeno o ácido sulfhídrico (H2S), los mercaptanos, aminas y otros que no sólo causan olores, sino que además son tóxicos y corrosivos a partir de ciertos valores de concentración.
Por ejemplo, el sulfuro de hidrógeno es un gas incoloro inflamable, de sabor algo dulce y olor a huevos podridos que en altas concentraciones es venenoso. Se puede detectar a bajas concentraciones en el aire, entre 4 y 9 partes por billón (ppb). A partir de 5 partes por millón (ppm), una persona puede perder la capacidad para olerlo, lo que hace del ácido sulfhídrico un gas muy peligroso, y a concentraciones de 20 o 25 ppm llega a ser mortal. Los niveles de H2S en EDARs y en EBARs pueden variar desde partes por billón hasta 10 ppm, llegando a peaks ocasionales de hasta 100 ppm.
Dentro de una estación de depuración de aguas residuales, las zonas donde se generan más gases son las áreas de pretratamiento, el decantador primario y el sector de tratamiento de lodos. Muchos de estos gases, además de causar olores y ser tóxicos para el ser humano, son corrosivos y pueden provocar daños serios en equipos metálicos y en equipamiento eléctrico y electrónico en salas de control, por lo que es aconsejable, tratar de forma adecuada el aire que ingresa a estas delicadas zonas.
Medias Químicas Filtrantes
Una solución eficiente para eliminar este tipo de olores, así como los gases tóxicos y corrosivos, es el uso de medias químicas filtrantes. BION es una empresa especializada en el diseño y fabricación de estos productos para absorber gases, así como en adaptarlos a las necesidades específicas de cada cliente. Gracias a su amplia experiencia en el sector de la depuración del agua, la compañía cuenta con una amplia gama de estas soluciones, la cual incluye medias con base de carbón activo virgen, zeolitas o arcillas naturales que pueden contener agentes químicos especialmente seleccionados para abatir, por reacción química, muchos de estos gases.
Expertos de BION explican que la eliminación de gases a través de una media filtrante se puede lograr por adsorción física (fisisorción) o por adsorción química (quimisorción).
La fisisorción es el proceso por el cual el gas queda adherido a la superficie del adsorbente por fuerzas físicas (llamadas de Van der Vaals). Este fenómeno ocurre, generalmente, en el abatimiento de compuestos orgánicos volátiles de alto peso molecular (COVs) en la superficie del carbón activo virgen.
Las soluciones que ofrece BION se adaptan a las necesidades específicas de cada cliente.
La quimisorción, en tanto, suele darse en medias filtrantes que contienen un agente químico, el cual reacciona con el gas a eliminar o bien actúa como catalizador de la reacción entre dicho gas y otro compuesto (por ejemplo, oxígeno), para así abatir el gas tóxico u odorífero.
En presencia de los catalizadores que se encuentran en los absorbentes, el H2S reacciona con oxígeno para formar azufre elemental que queda adsorbido en la superficie del pellet, eliminando así el gas tóxico y los olores asociados.
La capacidad de adsorción de este tipo de medias hacia un gas concreto está limitada por la cantidad de agente químico que contenga (impregnado, catalizador u otro) y la porosidad del material base utilizado en la solución.
Artículo publicado en InduAmbiente 173 (noviembre-diciembre 2021), páginas 40 a 41.