Dan un paso, retroceden dos. Un poco así es la dinámica que llevan muchas ciudades del mundo en materia de control de la contaminación atmosférica. Así lo refrenda una reciente investigación divulgada por la Universidad de Exeter (Reino Unido) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El estudio concluye que la mitad de la población del planeta está expuesta a una creciente contaminación del aire, constituyendo "una amenaza importante y cada vez mayor en muchas zonas para la salud pública. Esto, pese a los esfuerzos mundiales para mejorar la calidad del aire", afirma.
Para apoyar la búsqueda de soluciones creativas y eficientes, el Programa para el Medio Ambiente de la ONU destacó recientemente el trabajo de científicos y otros profesionales innovadores que desarrollan productos y tecnologías que contribuyen a reducir la polución del aire.
En su reporte, la entidad presentó cuatro vanguardistas soluciones en la materia que están impulsando en distintas etapas de avance algunas empresas. A éstas sumamos una quinta, relacionada con transporte, que ha sido también noticia internacional durante el 2020. El siguiente es el detalle.
Hojas Biosolares
Los científicos del Imperial College de Londres están colaborando con el emprendimiento Arborea para elaborar hojas biosolares. Se trata de grandes paneles cubiertos con pequeñas plantas que ocupan la superficie de un solo árbol, pero absorben dióxido de carbono y liberan tanto oxígeno como lo harían 100 árboles. El sistema de cultivo también genera biomasa orgánica de la que Arborea extrae aditivos para fabricar productos alimenticios de origen vegetal.
Las hojas biosolares absorben tanto dióxido de carbono y liberan tanto oxígeno como lo harían cien árboles.
Las pruebas piloto al aire libre se realizarán próximamente en el campus White City del Imperial College para mitigar el impacto ambiental de sus edificaciones.
"La contaminación del aire es uno de los desafíos más urgentes de Londres. A través de nuestro plan maestro en White City estamos presentando soluciones sostenibles que tienen el potencial de mejorar los resultados ambientales en el oeste de la ciudad y en todo el mundo", sostiene el profesor Neil Alford.
Paredes Arbóreas
Las paredes cubiertas de musgo de la empresa alemana Green City Solutions, construidas sobre bancos de madera, son el primer filtro de aire biotecnológico inteligente del mundo, además de un espacio agradable para sentarse luego de caminar por una ciudad.
Las estructuras, que miden poco más de tres metros de altura, albergan una variedad de musgos que naturalmente absorben la contaminación y que son protegidos por plantas que dan sombra, lo que les permite desarrollarse en un entorno urbano hostil. Además incorporan paneles solares y recogen agua lluvia para redistribuirla a través de un sistema de riego incorporado. Estos murales vivos también tienen un efecto de enfriamiento en los alrededores.
"La capacidad de ciertos cultivos de musgo para filtrar contaminantes del aire como las partículas y los óxidos de nitrógeno, los convierten en purificadores naturales ideales. Pero en las ciudades, donde la limpieza del aire es un gran desafío, estas plantas apenas pueden sobrevivir debido a su necesidad de agua y sombra. Este problema se puede resolver conectando diferentes musgos con una provisión de agua y nutrientes completamente automatizada basada en la tecnología del Internet de las Cosas", resalta la compañía.
Los creadores de las paredes -que ya han sido probadas con éxito en Londres, París y Berlín- aseguran que éstas pueden absorber tanta contaminación como cientos de árboles usando sólo una fracción del espacio terrestre.
Tejados con Gránulos
En Estados Unidos, el grupo empresarial 3M diseñó y fabricó gránulos para recubrir las tejas de las casas que son capaces de reducir la contaminación. A diferencia de los elaborados para proteger los techos de los rayos UV del sol, la compañía desarrolló una versión con un recubrimiento fotocatalítico que se activa con los mismos rayos UV. Este producto genera radicales que se unen a los químicos del aire contaminado y los transforman en iones solubles en agua que finalmente se lavan con la lluvia.
Las pruebas realizadas por el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley concluyeron que un tejado de tamaño promedio cubierto de gránulos elimina tanta contaminación del aire como lo harían tres árboles.
También se ha cuantificado que cada tonelada de estos gránulos puede disminuir la contaminación del aire en una cantidad anual equivalente a la producida por un automóvil conducido durante 4.828 kilómetros.
Diversos fabricantes de techos de asfalto ya trabajan en la aplicación de esta novedosa tecnología.
Pintura Purificadora
Ciudad de México es conocida por su elevada polución atmosférica pero también por sus murales. Estos dos ámbitos se han unido de una forma sorprendente e innovadora en la iniciativa Absolut Street Trees. Consiste en la creación de murales gigantes hechos con pintura Airlite, que purifica el aire contaminado en un proceso similar al de la fotosíntesis.
Murales gigantes con pintura Airlite purifican el aire contaminado en un proceso similar a la fotosíntesis.
Uno de los murales, un árbol gigante de 35 metros que adorna el ajetreado Paseo de la Reforma, fue producido por el colectivo español Boa Mistura. Dos artistas mexicanos trabajan actualmente en otras dos obras.
Cuando la pintura se expone a la luz solar, el aire circundante se oxigena a través de una reacción química. Los creadores del proyecto dicen que los murales deberían neutralizar el equivalente a la contaminación creada por unos 60.000 vehículos al año. La pintura dura unos 10 años.
Buses con Ventiladores
La compañía de transporte británica Go-Ahead se propuso combatir la contaminación en las ciudades con su modelo de autobús Bluestar, que cuenta con un sistema específico de filtrado de aire denominado Air Filtering Bus.
Cada autobús incorpora uno de estos sistemas compuesto por tres ventiladores en el techo que succionan partículas ultrafinas utilizando filtros especiales. Así, mientras circulan por las calles, una flota es capaz de limpiar hasta 3,2 millones de metros cúbicos de aire de la ciudad.
Los autobuses "Bluestar" incorporan ventiladores en el techo con filtros que succionan partículas ultrafinas.
Estos buses operan en la ciudad inglesa de Southampton desde fines de 2018 y próximamente comenzarán a circular también en Brighton, Manchester, Newcastle, Oxford, Plymouth y Crawley/Gatwick.
Las pruebas realizadas en Southampton han demostrado que un solo autobús elimina hasta 65 gramos de partículas contaminantes del aire, lo que equivale al peso de una pelota de tenis, en un período de 100 días.
Artículo publicado en InduAmbiente Nº 165 (julio-agosto 2020), páginas 82-84.