Un importante hito para el mejoramiento ambiental en Chile se produjo el pasado 6 de febrero: se publicó en el Diario Oficial el Decreto Supremo Nº 9/2022 del Ministerio del Medio Ambiente, que establece la primera norma de olores en el país. La regulación está orientada específicamente a controlar las emisiones odorantes del sector porcino, con el objetivo de proteger la salud y mejorar la calidad de vida de la población cercana a los planteles de cerdos, estimada en unas 40 mil personas.
Sus exigencias ya están vigentes para todos los criaderos emplazados en el territorio nacional que tengan 750 animales o más, a los cuales se les impone límites de emisión de olor, así como la necesidad de implementar buenas prácticas operacionales y tecnologías de control en las principales fuentes odoríferas, como son las lagunas de purines (mezcla de agua, excrementos y otros residuos) y las áreas de compostaje.
Los límites de emisión definidos distinguen a los planteles por tamaño y hacen la diferencia entre las instalaciones nuevas y existentes.
Para calcular estos umbrales en las fuentes emisoras pequeñas (aquellas con 750 a 25.000 animales) y medianas (más de 25.000 y hasta 50.000 cerdos) existentes, el titular deberá medir, durante el primer año de entrada en vigencia del decreto, la Tasa de Emisión de Olor (TEO) a través de un muestreo en laguna si se trata de un plantel pequeño, o un muestreo en laguna y/o en el área de compostaje si es un plantel mediano, considerando la condición más desfavorable. Los resultados se deben reportar a la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) que verificará si la medición se hizo según las metodologías autorizadas y establecerá, mediante resolución, la Tasa de Emisión de Olor para la unidad emisora que aplique, en base a la cual se podrá calcular su límite de emisión de olor, conforme a la Tabla 1 (ver adjunta) mencionada en la norma.
XLP = % de reducción asociado a laguna para fuente emisora pequeña.
XL = % de reducción asociado a laguna para fuente emisora mediana.
XC = % de reducción asociado a área de compostaje para fuente emisora mediana.
El límite indicado para el área de compostaje no se aplicará a las fuentes medianas que cuenten con tecnologías que permitan cumplir con los porcentajes de reducción indicados en la tabla 1.
En tanto, los emisores medianos y pequeños se podrán eximir de lo dispuesto en la tabla 1, si acreditan una TEO total –vale decir, de todas las unidades generadoras de olor de la fuente emisora– que permita cumplir un impacto odorante máximo de 8 unidades de olor europea por metro cúbico (UOE/m3) percentil 95. Esta misma condición es la que se dispone como límite de emisión para las fuentes grandes (más de 50.000 cerdos).
El plazo para cumplir con los umbrales señalados será de cuatro años contados desde la entrada en vigencia de la norma.
Para las fuentes emisoras nuevas, la regulación exigirá desde su inicio lo siguiente: en los planteles grandes, una TEO total que permita cumplir un impacto odorante máximo de 8 UOE/m3 percentil 98; y para los medianos y pequeños, una TEO total que permita cumplir un impacto odorante máximo de 10 UOE/m3 percentil 98.
Además, a todos los planteles se les exige implementar prácticas operacionales para prevenir y controlar las emisiones odorantes, como también entregar reportes periódicos a la SMA que tendrá a cargo el control y fiscalización de la norma.
Soluciones Técnicas
Con la norma en plena vigencia, conviene conocer algunas soluciones técnicas que permitan a los planteles de cerdo cumplir con las exigencias regulatorias.
En relación a ello, Alberto Piel, gerente de ingeniería de Proterm –empresa que ha apoyado a diversas industrias en el diagnóstico, implementación, seguimiento, control y gestión de olores–, destaca primero que cada plantel porcino es diferente, "por lo que se requiere un diagnóstico y asesoría especializada, con experiencia para comparar las distintas alternativas tecnológicas" y encontrar la opción más adecuada desde el punto de vista técnico-económico.
En ese contexto, comenta que Proterm es una Entidad Técnica de Fiscalización Ambiental (ETFA) que cuenta con laboratorio de olfatometría NCh 3190:2010, está acreditada ISO/IEC 17025:2017, y tiene especialistas en modelaciones de dispersiones atmosféricas, sistemas de monitoreo en línea con inteligencia artificial de variables ambientales, operacionales e identificación de olores, y asesoramiento en tecnologías de reducción de estas emisiones.
La modelación de las dispersiones atmosféricas es uno de los servicios especializados con que Proterm ayuda al cumplimiento normativo.
Con todo ese background, entrega algunas orientaciones técnicas a tener en cuenta: "Las soluciones para fuentes de área se seleccionan en base al tipo de emisión, es decir, composición química, temperatura, concentración de olor y estimación de caudal. En base a estos parámetros, se determina que las tecnologías más apropiadas para este tipo de fuente son las siguientes: encapsulamiento, filtro de lecho fijo (distintos tipos de adsorbentes), biofiltros, incineración, biotrickling, entre otras".
Luego, Alberto Piel agrega: "Debido a que estas fuentes se caracterizan por ser pasivas, recomendamos no aumentar el caudal de emisión innecesariamente ya que produce un aumento en la generación de olor. En el caso de la laguna de purines, por ejemplo, se puede utilizar un tratamiento anaeróbico en conjunto con un incinerador que actúe luego de haber acumulado un cierto volumen de gases o, también, un filtro que actúe continuamente por diferencia de presiones".
Con respecto al costo de este tipo de soluciones, el ejecutivo de Proterm indica que "tanto el monto de inversión como los costos operacionales se deben determinar mediante un estudio de factibilidad que evalúe las alternativas posibles".
Otra empresa especializada en el control de olores industriales es Ecolife, compañía del grupo Nicolaides que ofrece un servicio de gestión integral "que incluye, entre otros, cortinas de atomización para neutralizador de olores, totalmente automatizadas y controladas de manera remota (celular, página web, etc.). Estas pueden ser accionadas por dirección y velocidad de viento e incluso por niveles de concentración de gases, ya que también contamos con monitoreo en línea de gases odorantes. Con esto el cliente puede monitorear en línea todos los parámetros necesarios para hacer mejoras de sus procesos detectando los puntos de emisión y cumplir cabalmente con la normativa actual entregando datos en línea e históricos de sus emisiones de olor", asegura su gerente general, Eduardo Morel.
El ejecutivo agrega que el rango de inversión en estas soluciones dependerá de los requerimientos y la modalidad que prefiera el cliente, "pero Ecolife puede realizar el 100% de la inversión para ser absorbida mediante la prestación del servicio. De esta manera, tiene la ventaja de contar con asistencia técnica en todo momento, mejoras y actualizaciones periódicas de los componentes y finalmente un mejor control de sus emisiones".
Descomposición Orgánica
Otra alternativa para controlar los olores en los planteles porcinos es la que ofrece la empresa Agranco, a través de su producto biorremediador denominado Oxynova, el cual actúa introduciendo una mezcla especializada de bacterias beneficiosas y enzimas que descomponen eficazmente la materia orgánica de los residuos animales, reduciendo así la generación de los principales compuestos odorantes. En el caso de los planteles de cerdos, se puede aplicar en las fosas de purines y otras zonas propensas a los olores.
Así lo explica Adrián Acuña, ingeniero medioambiental de la compañía: "Se activa cuando el polvo se mezcla con agua y se aplica pulverizándolo mientras se lavan los corrales, permitiendo que las bacterias y enzimas de Oxynova descompongan rápidamente la materia orgánica. Este proceso no sólo reduce la producción de amoníaco, que es el principal compuesto oloroso en las explotaciones porcinas, sino que también ayuda a descomponer otros compuestos nocivos y causantes de olores, lo que conlleva una disminución considerable de las emisiones y fomenta un entorno más saludable para los cerdos y los trabajadores".
Adrián Acuña describe las cualidades de Oxynova que permiten reducir emisiones de olor.
El especialista destaca que este producto es natural, tiene certificación USDA de base biológica y está al alcance de las pequeñas y medianas empresas. "Oxynova es una mezcla hiperconcentrada de bacterias y enzimas, que requiere cantidades relativamente pequeñas para tratar grandes superficies, por lo que un poco rinde mucho. Aunque trabajamos con los clientes para personalizar un protocolo de dosificación que mejor se adapte a sus operaciones, como punto de referencia general, recomendamos aplicar un kilogramo de Oxynova por cada 1.000 cerdos en cada ciclo de lavado. Además, su aplicación es un proceso flexible y adaptable. Está diseñado para no desentonar con las operaciones existentes y no requiere inversiones adicionales en maquinaria especializada".
Buenas Prácticas
La norma también exige a los productores implementar prácticas operacionales para reducir y controlar las emisiones de olor. ¿Qué medidas se podrían aplicar en estos casos?
En Proterm responden que para apoyar esta tarea realizan auditorías operacionales y confeccionan planes de gestión de olor. En ese marco, Alberto Piel indica que algunas de las medidas habitualmente recomendadas son las siguientes: "Monitoreo continuo de emisiones e inmisiones de olor, asesoría profesional en la implementación de soluciones, auditoría especializada para identificar oportunidades de mejora, inspecciones periódicas a los equipos de abatimiento y a las fuentes emisoras, segregación y tratamiento óptimo de los residuos, plan de acción de seguridad ante episodios críticos, y capacitación de personal".
Desde Ecolife, en tanto, mencionan otras medidas más concretas como "la limpieza constante en pabellones, el cierre de puertas cuando se ingresa a trabajar, el manejo adecuado de los purines y no sólo acumulación en lagunas, entre otras", indica Eduardo Morel. Añade que el sistema de gestión integral que ofrece la empresa "permite, mediante el monitoreo en línea, identificar claramente las áreas de mayor emisión de olores. De esta manera, el cliente puede enfocar las medidas de mejora en aquellos sectores de mayor emisión y ver los resultados de sus acciones en esas áreas haciendo mucho más efectivas las acciones tomadas".
Eduardo Morel destaca el sistema de gestión integral de olores que ofrece Ecolife.
Por su parte, Adrián Acuña recuerda que el sulfuro de hidrógeno y el amoníaco son los dos principales compuestos causantes de olores en la industria porcina y se crean como resultado de condiciones anaeróbicas (ausencia de oxígeno). En ese contexto, como buenas prácticas para reducir los olores recomienda:
• Estimular la descomposición aeróbica: El ingeniero medioambiental explica que esto "es importante porque promueve la conversión de amonio en nitritos y nitratos, compuestos valiosos en fertilizantes que pueden ser reutilizados en la economía circular. Oxynova es un catalizador orgánico que facilita la descomposición aeróbica al promover el crecimiento de bacterias beneficiosas y aumentar los niveles de oxígeno en los desechos".
• Alimentar a los cerdos con un suplemento que contenga una mezcla de probióticos y otras bacterias beneficiosas. Al respecto, recomienda usar un aditivo para forraje producidos por Agranco denominado Hydroyeast, el cual "mejora la salud intestinal, la utilización del alimento y la absorción de proteínas, y la calidad fecal, lo que a cambio reduce las excreciones tóxicas y disminuye la producción de amoníaco. Al aumentar la cantidad de nitrógeno absorbido por el animal, se reduce la cantidad de nitrógeno disponible en los desechos", sostiene.
• Hacer una limpieza frecuente de los purines y mantener una ventilación adecuada para limitar la descomposición anaeróbica y reducir la formación de compuestos olorosos.
DATO:
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Anteproyecto de norma para la emisión de olores del sector pesquero comenzó su etapa de consulta pública el pasado 13 de febrero. Se pueden ingresar observaciones hasta el 10 de mayo en el sitio: consultasciudadanas.mma.gob.cl
Artículo publicado en InduAmbiente 180 (enero-febrero 2023), páginas 54 a 56.