Si de récords para avergonzarse se trata, en materia de calidad del aire nuestro país ostenta varios. Por ejemplo, en distintos periodos, Santiago y Coyhaique se han ubicado como las ciudades con la mayor contaminación atmosférica de América Latina, ubicándose además top 20 en este ítem a nivel mundial en diferentes estudios internacionales. Peor aún, otra investigación global arrojó que Temuco, en varios días de julio de 2022, tuvo el aire menos respirable del planeta. Nada para celebrar.
Lo anterior, pese a que desde hace casi 30 años que se vienen sentando las bases para controlar este flagelo.
Cristián Tolvett, jefe del Departamento de Planes y Normas de la División de Calidad de Aire del Ministerio del Medio Ambiente, recuerda que ya la Ley Nº 19.300 (promulgada en marzo de 1994) establece diferentes instrumentos de gestión ambiental que pueden aplicarse de manera paralela y/o complementaria, como las normas de emisión y normas de calidad ambiental, tanto primarias como secundarias. En tanto que en las últimas décadas se fijaron nuevas normativas primarias de calidad del aire (NPCA), como la de material particulado fino (MP 2.5) en 2012, "que ha sido fundamental para la política pública ambiental a través de los planes de descontaminación y para poder implementar una red de calidad del aire a lo largo del país, donde la evaluación de cumplimiento normativo ha ido generando diversas zonas latentes o saturadas".
Citando un caso emblemático, la implementación del Plan de Prevención y Descontaminación Atmosférica de la Región Metropolitana, desde 1990 a la fecha, ha logrado reducir en torno al 70% el MP 2.5, lo que ha sido reconocido internacionalmente.
A nivel más general, el especialista agrega: "Los planes aplicados entre las regiones de O'Higgins y Aysén han logrado también avances significativos en calidad del aire, principalmente para MP 2.5, abordando al sector residencial con varias líneas de acción que se implementan desde el 2010 hasta ahora. Entre las principales medidas figuran nuevos estándares de acondicionamiento térmico para viviendas nuevas, subsidios en este ámbito para viviendas existentes y un programa de recambio de calefactores por equipos más eficientes. Y en la zona norte los planes implementados para material particulado grueso (MP 10) también han tenido logros importantes, destacando el cumplimiento de la norma para este contaminante".
Otros Avances
Tolvett destaca, asimismo, las actualizaciones de las NPCA para MP 10 y dióxido de azufre (SO2), esta última incorporando el estándar de la Unión Europea para su valor horario; y la entrada en vigencia de la NPCA para benceno, la primera regulación de este tipo para un compuesto orgánico volátil a nivel nacional.
"Los planes de descontaminación aplicados entre las regiones de O'Higgins y Aysén han logrado avances significativos en calidad del aire, principalmente para MP 2.5", resalta Cristián Tolvett.
En materia de normas de emisión, resalta las aplicadas a grandes fuentes industriales, como centrales termoeléctricas, fundiciones de cobre, calderas y procesos de combustión, así como las relativas a material particulado para los artefactos que combustionen o puedan combustionar leña y pellet de madera, a grupos electrógenos y a compuestos TRS, generadores de olor asociados a la fabricación de pulpa kraft o al sulfato.
"La priorización de las normas se basó en el análisis de una serie de criterios, como los niveles de emisión, la toxicidad de los contaminantes, la cantidad de información disponible, los costos y los beneficios sociales, la población y los recursos afectados", señala.
Sin perjuicio de lo anterior, plantea que uno de los hitos más importantes en este campo fue la desulfurización de los combustibles diésel y gasolina, "ya que esto permitió la entrada de nuevas normas vehiculares e industriales por el uso de diésel de bajo contenido de azufre. Con ello se produjo la implementación de un sistema nacional de control de emisiones vehiculares basado en el 3CV (Centro de Control y Certificación Vehicular) y en el establecimiento de normas de entrada de vehículos de alcance nacional, como la Euro 5, que posteriormente fue reemplazada por la Euro 6 (2020), actualmente vigente".
Felipe Reyes, gerente técnico del Centro Mario Molina –que presta asesorías en las áreas de calidad del aire y cambio climático– concuerda en que la desulfurización del diésel marcó un antes y un después. "No solo redujo las emisiones industriales, sino que también incentivó la transición hacia vehículos con menores tasas de emisión. Se ha avanzado desde las normas Euro 1 y 2 hacia la implementación actual de la Euro 6, y se vislumbran desafíos futuros como la transición hacia la Euro 7, estándares de eficiencia energética y la promoción de la electromovilidad", asegura.
Mejoras Energéticas
Para el Doctor en Química, la Ley de Bases del Medio Ambiente y la implementación de normas primarias de calidad del aire para MP 10, MP 2.5, SO2, NO2 (dióxido de nitrógeno), CO (monóxido de carbono) y O3 (ozono) fueron los primeros avances relevantes en pro de la protección del aire de nuestro país.
En el área industrial, releva la modificación de la matriz energética, con el abandono del carbón en favor del diésel y el gas, y la imposición de límites de emisión cada vez más exigentes para centrales termoeléctricas, fundiciones y calderas, así como el cierre anticipado de unidades de generación térmica.
Y entre los avances para mitigar la polución atmosférica generada por la quema de leña en las ciudades del valle central del centro y sur de Chile, resalta la implementación de los programas de recambio de calefactores, la dictación de normas sobre dispositivos a leña y eficiencia térmica en viviendas, y la prohibición del uso de leña en algunas zonas urbanas.
"Se han ofrecido incentivos para el empleo de leña certificada, aunque su efectividad aún no está completamente evaluada. Como bien se dice, lo que no se mide no se controla y, por lo tanto, no se puede mejorar", advierte.
Reyes valora, asimismo, el establecimiento de redes de monitoreo en importantes centros urbanos, las cuales proporcionan información en línea sobre la calidad del aire.
Felipe Reyes es partidario de restringir el uso de leña y seguir promoviendo la eficiencia energética a nivel residencial en la zona sur.
Entre los hitos más recientes en esta área, resalta también la publicación de la Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC) en 2020, que fija metas de reducción de carbono negro para 2030; la Estrategia Climática de Largo Plazo (ECLP) en 2021, que define lineamientos para la mitigación y adaptación al cambio climático y se relaciona con la disminución de contaminantes locales; la Ley de Eficiencia Energética (2021), que impone exigencias para optimizar el consumo energético en diversos sectores; la Ley Marco de Cambio Climático (2022), que incorpora instrumentos de mitigación y una meta de carbono neutralidad para 2050; y la Ley de Biocombustibles Sólidos (2022), que otorga atribuciones a la SEC para la fiscalización de la leña y otros biocombustibles.
Planes Macrozonales
Sobre los pasos a seguir en materia de gestión de la calidad del aire, Tolvett indica que "lo primero es considerar que el proceso de transición socioecológica justa es una prioridad para el Ministerio del Medio Ambiente y el actual Gobierno. Como tal se entiende la promoción de una sociedad resiliente baja en carbono y contaminantes, en que la protección ambiental sea parte de las decisiones del Estado, comunidades y sector privado".
En ese contexto, uno de los desafíos permanentes para el MMA es la actualización de sus planes y normas, así como la evaluación de nuevas zonas para implementar los respectivos planes y normas de calidad y emisión. Añade: "Dentro de esa estrategia está ir avanzando a planes macrozonales, es decir, que incluyan varias comunas de una región determinada para contar con un solo plan y tener una gestión integral".
Luego detalla otros retos en carpeta:
• Seguir avanzando en la descarbonización de las centrales termoeléctricas.
• Impulsar la electromovilidad.
• Establecer nuevos estándares térmicos de viviendas nuevas.
• Aumentar los subsidios de estándares térmicos de viviendas existentes.
• Acelerar el programa de recambio de calefactores, migrando hacia sistemas más eficientes y menos contaminantes.
• Ir hacia un programa de calefacción distrital.
• Avanzar en la regulación de diversas fuentes industriales, como hornos y otros procesos de fundición y de emisión de compuestos orgánicos volátiles y de contaminantes peligrosos.
• Continuar con la estrategia de regulación de olores.
A juicio del profesional, se requieren más recursos estatales para que se puedan lograr las metas propuestas. Y también que la comunidad tenga acceso a créditos bancarios para que, por ejemplo, realice cambios tecnológicos que permitan reducir las emisiones atmosféricas.
Restringir Uso de Leña
Para Felipe Reyes, en las zonas del sur donde el problema de calidad del aire se origina en la quema de leña "es necesario restringir su uso y seguir promoviendo la eficiencia energética a nivel residencial".
Y entre las medidas más generales que se debieran aplicar de manera transversal en todas las comunas afectadas por la polución, menciona: la migración de la matriz energética hacia fuentes renovables, la promoción de la electromovilidad, la implementación de normas de emisión más estrictas como la Euro 7, y la aplicación de planes de reducción de emisiones conforme a lo establecido en la Ley de Cambio Climático.
En el caso específico de Puchuncaví, Quintero y Concón, espera que el establecimiento de una norma de calidad para benceno ayude a establecer una vigilancia más precisa sobre un tipo de contaminante que anteriormente no se tenía controlado.
A modo de conclusión, Reyes expresa: "Hoy nos encontramos en un punto en que reducir los niveles de contaminación del aire se ha vuelto cada vez más difícil. A pesar de los avances significativos registrados en las últimas dos décadas, todavía enfrentamos el desafío de controlar contaminantes que no son fáciles de abatir, especialmente el MP 2,5. De ahí que, por ejemplo, en las zonas urbanas el foco deba estar en reducir las emisiones de sus precursores, como los óxidos de nitrógeno y los compuestos orgánicos volátiles. En definitiva, enfrentar con éxito este desafío requiere de un enfoque integral y coordinado, con medidas específicas adaptadas a las particularidades de cada zona".
Estrategia para los Olores
Al igual que con la polución atmosférica, Chile también suma avances en el control de los olores molestos, pero que aún son insuficientes. Igor Valdebenito, jefe del Departamento de Ruido, Lumínica y Olores del MMA, los resume: "Se ha impulsado desde 2012 la implementación de la Estrategia para la Gestión de Olores, que ha implicado generar información mediante estudios que permiten tener un conocimiento acabado de los sectores que se han priorizado. Además, se ha promovido el desarrollo de normas técnicas relacionadas con la medición de olores, y la elaboración de guías de evaluación de proyectos en el SEIA y para implementar planes de gestión. Así, desde 2023 contamos con la primera norma de emisión de olores en Chile, la que regula a los planteles porcinos, impulsando la incorporación de tecnologías que posibilitan reducir tales emisiones desde el origen".
Igor Valdebenito revela que hoy en día se está elaborando la norma de olores para el sector pesquero y se revisa la norma de compuestos TRS del sector celulosa.
Agrega que, actualmente, se está elaborando la normativa para el sector pesquero y se está revisando la norma de compuestos TRS, que regula los olores en la industria de la celulosa.
Los otros sectores priorizados, que contarán con regulaciones de este tipo, son las plantas de tratamiento de aguas servidas y los sitios de disposición final de residuos sólidos.
De manera coincidente, Miguel Gatica, gerente de Ingeniería en Olores de la empresa Proterm, sostiene que "en los últimos diez años nuestro país ha tenido un importante avance en esta materia. Destaco la publicación de la Estrategia de Gestión de Olores en 2014, la cual sentó los lineamientos del actual marco regulatorio, la definición de los rubros prioritarios y la difusión a los principales actores claves gubernamentales y no gubernamentales".
Para el experto, otro hito importante fue la publicación de la "Guía para la predicción y evaluación de impactos por olor en el SEIA", la cual incluye al componente olor como un aspecto fundamental a evaluar en los proyectos ingresados al SEIA. "Éste fue el primer instrumento medioambiental en incluir este alcance dentro del ámbito normativo", subraya.
Por último, valora la promulgación de la norma de emisión de olores para el sector porcino, así como la publicación del anteproyecto de norma que regulará las emisiones del sector pesquero.
Continuar lo Planificado
¿Qué viene ahora? A juicio del ejecutivo, el desafío es continuar lo planificado, es decir, "avanzar de acuerdo con la estrategia definida en el año 2017, publicar la norma de emisiones para el sector pesquero y normar el resto de los rubros prioritarios. Estas nuevas regulaciones deben ir acompañadas, prontamente, de instructivos definidos por rubro que viabilicen su implementación, como los estándares que deben cumplir los laboratorios que medirán olores (Acreditación ISO 17025) y las guías para modelar las emisiones de olores específicas. Además, la capacitación de todos los actores claves es un reto permanente para la gestión de olores".
Para Gatica también es relevante que los establecimientos industriales, de los sectores con potencial de generar olores, realicen un adecuado diagnóstico de sus emisiones y el impacto que producen sobre la salud y calidad de vida de las personas. "Contar con esa información permitirá elaborar normativas acordes a la realidad de cada sector productivo y, a su vez, generará certeza para la continuidad operacional de los respectivos rubros", explica.
Otro aspecto que le parece trascendente es que la gestión de olores "se pueda abordar desde una mirada holística, teniendo presente que existen diferentes metodologías para realizar un diagnóstico adecuado que permita dimensionar el problema de olor y proyectar las soluciones adecuadas para cada contexto. En esta visión es relevante considerar a la comunidad, que es finalmente el real sensor olfativo que les dirá a las empresas si hay o no problemas de olores".
Para Miguel Gatica, la comunidad constituye el real sensor olfativo que le revelará a las empresas si tienen o no problemas de olores.
DATOS:
16
Planes de prevención y/o descontaminación atmosférica se han aplicado en nuestro país. Abarcan desde la región de Antofagasta hasta la de Aysén. Antofagasta, Maule y Biobío son las únicas regiones en que existen dos zonas diferenciadas para la implementación de estos instrumentos.
5
Líneas de acción contempla la Estrategia para la Gestión de Olores en Chile, publicada en 2014 y actualizada en 2017: fortalecimiento del marco regulatorio, levantamiento de información, incremento del conocimiento, coordinación intersectorial y fortalecimiento Institucional.
90%
De las emisiones de material particulado fino y grueso son generadas por el sector residencial en Chile, según un estudio del (CR)2 y de las universidades de Chile y Santa María. Este sector también aporta 81% del monóxido de carbono y el 87% de los compuestos orgánicos volátiles.
Artículo publicado en InduAmbiente n° 183 (julio-agosto 2023), páginas 36 a 40.