Revista de descontaminación industrial, recursos energéticos y sustentabilidad.

ANÁLISIS EN FRÍO

ANÁLISIS EN FRÍO

El impacto ambiental de los sistemas de enfriamiento de termoeléctricas.



“Más cuestionado que proyecto termoeléctrico” podrá decir más de alguien a propósito de las polémicas que enfrentan de cuando en cuando las centrales de este tipo, en especial a carbón, ya sea estén en operación o en evaluación. Su funcionamiento es, por lo general, rechazado por gran parte de los habitantes de las comunidades cercanas, principalmente por factores ambientales, con una importante cobertura mediática local e, incluso, nacional.     

Uno de los aspectos que más polémica genera se relaciona con el sistema de enfriamiento o refrigeración de estas instalaciones, lo que implica en la mayoría de los casos el uso de agua de mar. Un ejemplo al respecto: en diciembre de 2013, la unidad 4 de la central Ventanas de AES Gener sufrió la obstrucción de este mecanismo por la aspiración de un cardumen de sardinas junto con el flujo de agua de mar. Como resultado, miles de ellas aparecieron muertas en la playa de Ventanas, abriéndose una investigación por parte del Ministerio Público.

En el Borde Costero

De acuerdo al informe final del “Estudio de antecedentes técnicos, económicos, normativos y ambientales de tecnologías de centrales termoeléctricas y sus sistemas de refrigeración”, preparado recientemente por encargo del Ministerio de Energía y que sirve de base para este artículo, en Chile las unidades de generación termoeléctrica se ubican de preferencia en el borde costero del Océano Pacífico, emplazándose solo 5 de ellas en el interior. “La razón de esto se explica principalmente por las condiciones favorables, económicas y de simplicidad operativa, que el borde costero presenta para el suministro de combustibles importados (carbón o gas)”, asegura el documento.

El agua es un insumo vital en estas instalaciones en base a vapor, tanto de ciclo simple como combinado, que hacen retiro, uso y consumo del recurso. El retiro dice relación con la cantidad de agua que se extrae de un cuerpo de agua en un determinado periodo de tiempo. El uso corresponde al volumen hídrico que la planta necesita para su operación, mientras que el consumo se define como la cantidad de agua que no retorna al cuerpo de agua producto de evaporación.

Los efectos ambientales del uso del agua de mar por plantas termoeléctricas han sido ampliamente estudiados. Estos impactos se pueden asociar tanto al proceso de captación del recurso, como a las descargas de las aguas utilizadas en el proceso. La Figura 1 presenta una síntesis de los impactos por uso de agua en centrales termoeléctricas.

La Figura 2, en tanto, sintetiza las distintas alternativas identificadas que contribuyen a reducir la tensión entre la presión por producir energía eléctrica mediante plantas termoeléctricas y la presión por realizar un uso más sustentable del agua, reduciendo los impactos que genera su empleo sobre el medio ambiente.

Sistemas Predominantes

El enfriamiento es el principal factor que explica el uso de agua en estas instalaciones. La cantidad de agua requerida para ese fin depende del tamaño de la central, su eficiencia y el tipo de sistema de enfriamiento, independiente del combustible utilizado.

La función primaria del sistema de enfriamiento es mantener la presión a la salida de la turbina en niveles cercanos a la presión de diseño, y minimizar los incrementos de ésta ante condiciones ambientales adversas (como alta temperatura y humedad). Por lo tanto, este mecanismo debe diseñarse y operarse acorde a las necesidades de la turbina de vapor de la central.

Lea este artículo completo en Revista 134, páginas 32 a 34.