La microfiltración es una tecnología confiable y eficaz para la extracción de sólidos en todo tipo de líquidos. Para este proceso se utilizan mallas finísimas y la acción de la gravedad, que permite la remoción de partículas pequeñas y frágiles suspendidas en grandes caudales de agua.
Existe una amplia gama de estas micro mallas o tamices, diseñados para aplicaciones muy diversas. Pero en los últimos años el desarrollo de los filtros de tambor rotatorios - también llamados tamices rotativos -, ha supuesto un destacable avance tecnológico, ya que entre otras ventajas son capaces de separar partículas de menos de 1 mm de diámetro.
Estos equipos son adecuados para la filtración de los efluentes de las Plantas de Tratamiento de Aguas Servidas (PTAS), afluentes y efluentes de pisciculturas, filtración de agua de mar para su uso en acuicultura, plantas de osmosis inversa y producción minera, entre otras aplicaciones.
Funcionamiento
El filtro de tambor rotatorio está formado por una carcasa que sostiene el sistema motriz y un tambor filtrante. Este último es donde ingresa el líquido ya sea por bombeo o gravitacionalmente, para ser separado de los sólidos.
El funcionamiento es el siguiente: el agua a filtrar ingresa en la zona de alimentación, donde un deflector frontal distribuye uniformemente el afluente a lo largo de todo el tambor filtrante. Posteriormente, el líquido se filtra a través de la malla y cae al interior de una cámara de recogida, desde donde sale por una tubería hacia el siguiente proceso.
“Los sólidos que transporta el agua quedan retenidos sobre la superficie filtrante, siempre que sean de un tamaño superior al de la luz de paso. Debido al giro continuo del cilindro, los sólidos son conducidos hasta que se encuentran con una rasqueta transversal que los desprende y los descarga sobre un contenedor o un tornillo transportador”, explican en Ecopreneur.
Las aplicaciones del tamiz rotatorio son amplias. No obstante, la principal que la compañía desarrolla hoy es en (PTAS) modulares, principalmente utilizadas en campamentos mineros.
“Su aplicación está dada por las ventajas comparativas que posee en relación al uso de tamices del tipo rejas finas, donde se requiere de obras civiles (canales) para instalarlas. Además, por ser un equipo compacto el tamiz rotatorio es fácilmente acoplable a las instalaciones existentes dentro del proceso. Su instalación debe realizarse después del sistema de bombeo y la descarga es de manera gravitacional al proceso de tratamiento”, señalan en la firma.
Aspectos Técnicos y Ventajas
Además, los tambores rotatorios se usan en la industria alimentaria para tamizar sólidos provenientes de procesamiento de frutas y vegetales. “Aunque el objetivo principal es la separación de residuos de estos alimentos, adicionalmente el uso de filtro rotatorio permite recuperar el agua de lavado para ser reutilizada como agua de transporte”, precisan.
Otra aplicación es en plantas de celulosa. “Nuestros tambores se han instalado en las canchas de lavado de maderas, en conjunto con rejas de desbaste, donde el tamiz rotatorio se utiliza para recibir el agua tamizada, retirar sólidos finos (luz de paso utilizada correspondiente a 3 mm) y recircular el agua a la cancha de lavado tronco nuevamente”, añaden.
En todos estos casos los materiales del equipo son un aspecto muy importante. Se usa acero inoxidable para el cilindro filtrante y carcasa, y polipropileno para la rasqueta de sólidos.
Lea este artículo completo en InduAmbiente 122 (mayo-junio 2013), páginas 100 a 102.