Si usted tiene a su cargo el área adquisiciones de una industria y necesita urgentemente contar con equipos que muevan grandes volúmenes de aire, está leyendo el artículo preciso. Una de las alternativas de solución que tiene a su alcance son los ventiladores axiales, que dependiendo de la aplicación pueden ser helicoidales, axiales de techo, tuboaxiales, de minas, portátiles y de otros tipos.
Para escoger el modelo más adecuado a las necesidades de una empresa, los expertos recomiendan fijarse detenidamente en las condiciones de operación del sistema, considerando puntualmente el caudal de aire a mover, la presión estática, la temperatura de funcionamiento, el tipo de contaminante contenido en el aire o cualquier otro antecedente que sea de relevancia al momento de seleccionar el ventilador.
Funciones y Aplicaciones
Para contribuir a una correcta elección, tres especialistas en soluciones de ventilación entregan detalles sobre esta tecnología específica.
Para empezar, Javier Stager, Gerente de Operaciones de Enviro Care, señala que la principal función de los ventiladores axiales es mover o trasladar altos volúmenes de aire y gases a baja presión.
Aportando más detalles, Peter Lanz, Socio y Director de Empresas Lanzco, sostiene que “permiten mejorar y renovar el aire respirable que se necesita en las diversas actividades del hombre, en condiciones de ambiente desfavorable. Por ejemplo, en el interior de minas subterráneas y recintos industriales con generación de vapores, gases, calor, malos olores, etc. También se utilizan en hospitales, escuelas, sedes sociales y en el hogar. Tanto los axiales como otros tipos de ventiladores aspiran el aire viciado e inyectan aire fresco en zonas críticas”, comenta.
A su vez, Edgardo Pérez, Jefe del Area Ventiladores de Indufan, empresa que también los comercializa, resume así sus aplicaciones: “Se emplean, principalmente, para mover volúmenes considerables de aire con bajas presiones estáticas para la ventilación de recintos y procesos industriales”.
Mientras este último profesional destaca sus bajos costos de adquisición y mantención, Lanz pone de relieve, como atributos más importantes, su capacidad para impulsar altos volúmenes de aire a presiones bajas. Asevera: “En esto se distinguen, por ejemplo, de los ventiladores centrífugos, capaces de lograr diferencias de presión más altas con caudales menores”.
También comenta que su eficiencia, desde el punto de vista energético, depende del diseño de los álabes o paletas del rotor. “En promedio ésta alcanza a alrededor del 50% de la potencia instalada. En ventiladores mayores, de un diseño más exigente, puede mejorar hasta un rango de 70%, aproximadamente”, afirma.
Stager acota que su eficiencia es muy difícil de medir debido a la alta variedad de modelos y formas existentes, poniendo de relieve su “fácil montaje y mantención, debido a los pocos componentes del equipo; el paso regulable de los alabes para la adecuación del caudal de aire; y su utilidad, por ejemplo, para aplicarlos a ductos redondos”.
El especialista de Indufan, en tanto, plantea que estos equipos son altamente eficientes con grandes caudales y bajas presiones estáticas.
Un factor importante a considerar es su operación en ambientes contaminados. Peter Lanz, en concreto, subraya que en entornos corrosivos deben emplearse materiales resistentes a la corrosión.
Revise este artículo completo en Revista N° 114, páginas 74 a 75 (edición enero-febrero 2012).