Jueves 30 de enero de 2025.- La falta de un sistema de recogida selectiva y de tratamiento es uno de los problemas que persiste en Chile para aprovechar la mayor sostenibilidad ambiental que los plásticos compostables ofrecen en relación a los convencionales. Esa fue una de las problemáticas analizadas en un webinar que marcó el inicio de un grupo de trabajo, en el marco del Pacto Chileno de los Plásticos (PCP), que busca lograr la valorización efectiva de dichos materiales, "con normativas e infraestructura que promuevan su gestión, y educando a la ciudadanía para que contribuya al proceso".
Así lo señaló Alejandra Kopaitic, directora del PCP, quien indicó que esta iniciativa viene a complementar la labor realizada en el acuerdo de producción limpia (APL) suscrito por el Centro de Envases y Embalajes de Chile (CENEM).
En ese contexto, el evento abordó las complejidades que presenta el cierre de ciclo de los plásticos compostables y su potencial de desarrollo frente al crecimiento exponencial que se anticipa, a raíz de la implementación total de la ley sobre plásticos de un solo uso (PUSU).
Maximiliano Frey, jefe de proyectos de PCP, delineó las principales conclusiones del seminario online: "Los plásticos compostables representan una oportunidad de cambio en la industria y serán, sin duda, uno de los principales temas de conversación en los próximos años. No obstante, para que este cambio sea positivo para el medio ambiente no basta solo con innovaciones tecnológicas, se necesita de un diseño institucional y, para eso, el Pacto entrega un espacio único apoyado en una red global".
Desafíos para cerrar el ciclo
La primera expositora fue Carola Moya, consultora y CEO de Santiago SLOW, quien expuso sobre "Compostabilidad consolidada en Chile: desafíos para validar el cierre del ciclo". Según la experta, son tres las tendencias que impulsan el desarrollo de los plásticos compostables: consumidores que exigen "que los envases tengan menor impacto ambiental, donde los compostables destacan"; "el marco regulatorio, específicamente la Ley PUSU", que promueve el aumento exponencial del mercado para dichos materiales, y el enorme incremento del consumo por delivery, "donde los compostables se presentan como una alternativa a la cantidad de plásticos de un solo uso que se utilizan en el reparto".
Si bien estos tres factores juegan a favor de los compostables, Carola Moya sostuvo que no ocurre lo mismo con los sistemas de recolección y la infraestructura existente para el compostaje: "En Chile, no contamos con un sistema de recogida selectiva para envases compostables; tampoco para orgánicos, como en otros países" y tampoco tenemos "plantas de compostaje industrial que estén capacitadas para tratar envases compostables en sus instalaciones", advirtió.
La interrogante que surge es qué va a ocurrir cuando venga la "avalancha de compostables" y no exista un sistema preparado para cerrar el ciclo. Un problema que también es una "oportunidad para las actuales plantas de compostaje", destacó Carola Moya.
Diferencia con biodegradables
La segunda presentación fue de Nélida Araya, jefa de Desarrollo y Proyectos de Sun Chemical, socio del Pacto Chileno de los Plásticos, quien estableció las diferencias entre envases reutilizables, reciclables, biodegradables y compostables.
Aseguró que "el término biodegradable es bastante amplio y ambiguo, pero se podría definir como que son los que están hechos de materia orgánica, que se pueden degradar sin usar métodos químicos y no necesitarían un ambiente en especial para degradarse, como sí lo requieren los compostables".
"¿Cuáles son las desventajas? Que el término es tan amplio que no hay límite de tiempo en su degradación. O sea que un envase puede tardar siglos en biodegradarse y la descomposición puede dejar componentes que dañen el medio ambiente", planteó. En relación con eso, explicó que "los envases compostables tienen un tipo de biodegradabilidad que cae dentro de ciertos parámetros que están muy normados, dado que los componentes tienen que degradarse en un tiempo y condiciones determinadas y no impactan el lugar donde se degradan".
Innovaciones en Reino Unido
La aplicaciones y tecnologías de vanguardia en compostables corrieron por cuenta de Thomas Baker, especialista de WRAP, quien destacó el impulso público a la investigación y desarrollo sobre esta materia en Reino Unido, "lo que ha duplicado el número de patentes", y en particular en plásticos sostenibles, a través del UKRI Smart Sustainable Plastics Packaging Challenge.
Según el experto, este esfuerzo ya da cuenta de un importante número de empresas asociadas a estos desarrollos. "Una de estas es Xampla, que utiliza derivados de proteínas de plantas, que se disuelven en agua", enfatizó.
Otro caso que expuso fue el de Notpla, que ha desarrollado nuevos materiales en base a algas. Uno de sus productos más notables es Ooho, "la burbuja comestible hecha de algas" y que fue todo un hit para la maratón de Londres, porque el líquido junto a su "envase" iba a la boca de los corredores, sin dejar ningún residuo.
Por su parte, Vegware posee envases y utensilios desechables de materiales basados en plantas, donde la novedad está más bien en que ha generado redes para la recolección directamente en el lugar de consumo. "Más que ser un proveedor de productos de un solo uso, se convirtió en una compañía de gestión de desechables".
Finalmente, anticipó la actualización de una guía de WRAP para envases de plásticos compostables.