Miércoles 30 octubre de 2024.- Su presentación formal en Chile hizo hoy la empresa noruega Deep Wind Offshore (DWO), que busca desarrollar en la región del Biobío los primeros proyectos eólicos offshore (en el mar) en nuestro país. La avalan sus más de 100 años de experiencia en generación de energía renovable en distintos puntos del planeta.
Ante más de un centenar de invitados, entre ellos el embajador de Noruega en Chile, Per Anders Nilsen; y el comandante en jefe de la Armada, Juan Andrés de la Maza; además de las más importantes autoridades regionales, Hans Peter Ovrevik, gerente corporativo de DWO, expuso que la compañía eligió el Biobío por su "gran historia y potencial, con universidades de nivel mundial, experiencia y capacidad industrial, excelente infraestructura portuaria y conocimiento y manejo del mar. Además, cuenta con un marco regulatorio estable y razonable, y con un mercado que funciona y que permite que empresas como la nuestra puedan invertir y posicionarse".
También influyó en tal decisión el hecho que Haugesund, donde se emplazan sus oficinas centrales en Noruega, tenga mucha similitud con el Biobío, contando con numerosas industrias locales y hasta con un astillero. Además, en ambas regiones los vientos se desplazan a gran velocidad.
Como valor agregado, el ejecutivo destacó que DWO se caracteriza por trabajar con proveedores locales. Y que sus proyectos "deben construirse y administrarse localmente, creando oportunidades de empleo y empoderando a las comunidades que viven en su entorno".
Considerando un plan a 10 años, que partió el 2022, la compañía pretende que sus primeros molinos en alta mar estén generando energía en torno al 2032. Para eso, ya cuentan con el respaldo de las autoridades chilenas. De hecho, en su ceremonia de lanzamiento los ministros de Economía y Energía, Nicolás Grau y Diego Pardow, respectivamente, manifestaron su apoyo a este innovador emprendimiento.
En esta primera etapa, la empresa se ha ido relacionando y dando a conocer su proyecto a los diferentes actores involucrados de una u otra manera. En concreto, señaló Ovrevik, "buscamos contribuir a fomentar la reactivación de la región, para lo cual ya estamos trabajando en conjunto con otros usuarios del mar, como los pescadores, la Armada, investigadores, ONGs, autoridades e industria local". En ese contexto, por ejemplo, DWO suscribió un acuerdo con la Universidad de Concepción para fortalecer la investigación oceanográfica y trabajar en el desarrollo de proyectos de energías renovables con base científica.
Además, la generadora eólica se ha comprometido a proteger los recursos naturales de la zona, que destacan por su abundancia. En definitiva, DWO traerá un doble beneficio: una gran inversión, que moverá la economía local, y la generación de energía limpia. "Esto permitirá un encadenamiento productivo y el desarrollo de muchas empresas locales", subrayó Ovrevik.
Sin perjuicio de lo anterior, reconoció que proyectos como los que impulsa DWO pueden generar desconfianza y temor, por lo que "estamos absolutamente abiertos al diálogo sin dejar fuera ningún tema".
Grandes Desafíos
Junto con vincularse con la comunidad local y generar valor compartido, DWO pretende que los proyectos a implementar en Chile aporten a cumplir su gran desafío a nivel global: alcanzar 10 gigavatios de potencia instalada en generación eólica offshore, lo que equivale a cerca de un tercio de la electricidad que Chile produce hoy.
Otro reto para la compañía es generar una línea de base muy completa respecto a la rica y diversificada biodiversidad que habita en la costa del Biobío, de manera de "identificar los posibles impactos que puedan producir sus operaciones y así poder mitigarlos. Y para eso nos estamos nutriendo del conocimiento que ya existe y de los investigadores de alto nivel que trabajan en las universidades regionales", indicó Juan José Gari, gerente de Proyectos para América Latina de Deep Wind Offshore.
La logística y cadena de suministro son otros factores desafiantes para la firma noruega, más aún considerando que sus proyectos son de gran escala, mayores a 500 MW de potencia instalada, y hay muchas centrales eólicas offshore en desarrollo en el mundo. De ahí que una de sus prioridades sea trabajar con proveedores locales.
Cabe agregar que, de acuerdo al Centro Tecnológico Meric, el potencial técnico estimado de la energía eólica offshore en Chile es de 957 GW, del cual el 14% (131 GW) corresponde a turbinas eólicas fijas al fondo marino, y el 86% (826 GW) a turbinas flotantes.