Aún en estos días, una piel bronceada suele asociarse a vida saludable y belleza. Es cierto que resalta a la vista, pero en la mayoría de los casos suele ser el resultado de muchas horas de exposición descontrolada al sol. Y si esta práctica es permanente en el tiempo los efectos en la salud humana pueden ser devastadores.
Como indica la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), la radiación solar nos provee de vitamina D necesaria para el correcto funcionamiento del organismo, “sin embargo, la disminución de la capa de ozono ha provocado un aumento de la radiación ultravioleta (UV), que es la que genera daños acumulativos sobre la piel, por lo que exponernos sin la protección adecuada es un riesgo”.
Una cartilla de la entidad precisa que los rayos UV son peligrosos porque afectan el ADN de las células de la piel. Y explica que de los varios tipos que existen, sólo dos son los que causan mayores problemas: los rayos UVA y UVB. “Los primeros dañan la piel a largo plazo y generan arrugas y foto-envejecimiento, mientras que los UVB son el principal causante de quemaduras y provocan la mayoría de los cánceres de piel”, señala el documento.
Está comprobado que la mayor radiación solar se produce entre las 10 y las 17 horas, teniendo su máxima intensidad entre las 13 y 15 horas. Y en los días nublados las personas también se exponen a los rayos UV, debido a que las nubes atenúan escasamente su trayecto hacia nosotros.
Normas Legales
El Decreto Supremo 594/1999 del Ministerio de Salud, sobre condiciones sanitarias y ambientales básicas en los lugares de trabajo, es el que fija, en su artículo 109, las exigencias que deben cumplir los empleadores cuando tengan a su cargo personal expuesto a la radiación UV. Dicho texto fue modificado en enero de 2011, incorporándose definiciones y medidas más específicas para controlar los efectos dañinos de este fenómeno. Se creó un protocolo técnico en torno al tema, en el que, por ejemplo, se obliga a las empresas a contar con un programa escrito de protección y prevención contra la exposición ocupacional a radiación UV de origen solar.
Pese a la preocupación legal, en Chile no hay estadísticas adecuadas y completas sobre lesiones por UV solar de origen laboral.
Cabe acotar que se consideran trabajadores expuestos a radiación UV aquellos que realizan algún tipo de labor al aire libre en el periodo que abarca entre el 1° de septiembre y el 31 de marzo, entre las 10 y las 17 horas.
Asimismo, son vulnerables a este flagelo las personas que desempeñan funciones habituales bajo radiación UV directa, con un índice igual o superior a 6, en cualquier época del año. Son ejemplos de ello los operarios de parquímetros, jardineros, temporeros agrícolas, pescadores, recolectores de basura y salvavidas, entre otros.
En ese contexto, cuando se ejerce alguna ocupación en lugares con reflexión (nieve, agua, salares y superficies claras) es recomendable el uso de lentes con protección UV, con la indicación de que bloqueen la radiación UVA y UVB.
Medidas de Protección
En la Mutual de Seguridad precisan que la exposición excesiva a la radiación ultravioleta, de fuentes naturales o artificiales, produce efectos dañinos a corto y largo plazo principalmente en la piel y los ojos, como quemaduras solares, queratitis actínica y alteraciones de la respuesta inmune hasta foto- envejecimiento, tumores malignos, cáncer y cataratas a nivel ocular.
“Para evitar quemaduras en la piel, se sugiere el uso de protector solar, de amplio espectro, UVA y UVB con un factor de protección mínimo de 30, con registro del Instituto de Salud Pública. El producto debe aplicarse media hora antes de la exposición y cada 2 horas como mínimo. Es importante cubrir especialmente la nariz y las orejas. Si usted tiene piel sensible, consulte a un médico antes de iniciar su uso”, recomienda la Mutual.
El Ministerio de Salud también ha instruido la utilización de elementos naturales o artificiales para producir sombras en lugares públicos y de trabajo; la obligación por parte de los empleadores de mantener informado a su personal sobre los niveles de radiación ultravioleta (que se pueden consultar en www.meteochile.cl); la programación de horarios de trabajo según riesgo y exposición; la entrega de elementos de protección personal como gorros y lentes; y evitar la sobrecarga térmica.
Particularmente, para el sector construcción, cuyos trabajadores están entre los más expuestos a los rayos UV, la Mutual de Seguridad elaboró una Ficha de Apoyo Preventivo con las siguientes medidas:
- Programar las faenas y tareas según el riesgo y exposición a radiación UV solar.
- Establecer en los procedimientos de trabajo rotaciones del personal y disminución de labores en horas de mayor intensidad de radiación solar.
- Fijar que los horarios de colación sean entre las 13 y las 15 horas.
- Cuando sea posible, mantener a los trabajadores a la sombra en los horarios de mayor intensidad de la radiación solar.
- Utilizar elementos artificiales, como mallas raschel, para producir sombra.
- Usar ropa de trama gruesa y estrecha (tupida) y de colores oscuros (verde oscuro, gris oscuro y azul, entre otros).
- Ocupar camisas o camisetas holgadas con cuello de solapa con botones y manga larga, pantalón largo y zapatos cerrados.
- Usar casco de ala ancha (7 cm o más) o casco con visera transparente con filtro UV.
- Utilizar paño de legionario colgando del casco para proteger la zona posterior del cuello.
- Cuando se trabaja en lugares con reflexión usar lentes con protección UV, con la indicación de que bloqueen la radiación UVA y UVB.
Lea este artículo completo en InduAmbiente n° 150 (enero-febrero 2018), págs. 112-113.