Revista de descontaminación industrial, recursos energéticos y sustentabilidad.

Chile lidera en tratamiento de aguas residuales según ranking ambiental internacional

Chile lidera en tratamiento de aguas residuales según ranking ambiental internacional

Nuestro país ocupa el primer lugar mundial en el indicador de aguas residuales tratadas, según el Índice de Desempeño Ambiental (EPI) elaborado por la Universidad de Yale.



Jueves 17 de abril de 2025.- Chile vuelve a ser reconocido a nivel internacional por sus avances en sostenibilidad ambiental. De acuerdo con el Índice de Desempeño Ambiental (EPI) 2024, publicado por las universidades de Yale y Columbia, el país obtuvo el primer lugar mundial en el indicador de aguas residuales tratadas, destacando entre 180 países evaluados.

Este indicador forma parte de la categoría Recursos Hídricos, que mide el grado en que los seres humanos mitigamos las amenazas a los ecosistemas acuáticos causadas por la generación y la gestión inadecuada de aguas residuales. Chile también logró una excelente posición en otros subindicadores: 11º lugar en recolección de aguas residuales y 18º lugar en reutilización de las mismas.

Al respecto, la presidenta ejecutiva de la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Sanitarios (Andess), Lorena Schmitt, señala que "recibimos con mucho orgullo estos resultados, los que demuestran los avances de nuestro país en agua potable y saneamiento, y nos permite poner en valor la importancia de la colaboración público-privada".

Esto no es todo. El reporte también categoriza qué tan segura es el agua que se bebe en cada país del mundo, incluido nuestro país, y se puede concluir que Chile se encuentra dentro de los 40 países del mundo donde es seguro beber agua de la llave.

De hecho, este resultado sube el promedio ambiental del país: Chile se encuentra en el puesto 64 en el ranking general, de un total de 180 países. Esto, porque en la categoría saneamiento y agua potable, que mide el nivel de protección de un país a la salud humana de riesgos ambientales, Chile se ubica en el lugar 35 entre 180 países.

"El agua potable o agua de la llave que se distribuye en las ciudades chilenas es sana y segura, gracias a una norma exigente de calidad y estrictos controles de las empresas de agua y las autoridades sectoriales y de salud. En la actualidad, pese al complejo escenario climático, el agua potable llega en oportunidad y cantidad a todos los habitantes de las ciudades de Chile y el 100% de las aguas servidas urbanas recolectadas son descontaminadas en sistemas de tratamientos modernos, evitando que afecten cuerpos de agua. Muy pocos países en América Latina pueden entregar esa garantía", señalan en Andess.

Cabe destacar que en Chile se puede tomar agua directamente de la llave gracias a la norma chilena 409, elaborada por el Ministerio de Salud y basada en indicaciones de la OMS. La regulación es controlada por más de un millón de muestreos de calidad al año, estrictamente fiscalizada por las autoridades sectoriales y de salud.

Schmitt agrega que "la tarea de la industria del agua potable y saneamiento es mantener la calidad y continuidad de los servicios sanitarios a pesar de las condiciones adversas derivadas por los efectos del cambio climático. Esta misión es abordada con el mismo espíritu que hemos consolidado desde que el país decidió enfrentar el saneamiento de las aguas servidas, con un marco regulatorio sólido para que empresas privadas se hicieran cargo del tema. Este modelo ha permitido que el suministro de agua potable sea suficiente y continuo, lo que garantiza su disponibilidad para los habitantes de las ciudades del país. Esta disposición nos permite mantener los servicios de agua potable y saneamiento a la población por muy complejas que sean las circunstancias y los nuevos desafíos que traiga el cambio climático".

Hay que recordar que el sector ha destinado más de US$ 9.500 millones a infraestructura sanitaria y tecnologías desde el año 2000, cuando se instauró el modelo de colaboración público-privada que profundizó el logro alcanzado por el Estado de ofrecer agua de la llave segura y potable para todos los habitantes urbanos y permitió avanzar decididamente en saneamiento.