Proyecto que mejora condiciones laborales de recolectores de basura avanza a la sala del Senado

Martes 22 de abril de 2025.- La Comisión de Trabajo y Previsión Social del Senado aprobó por unanimidad y envió a sala el proyecto de ley que releva el rol que cumplen las y los recolectores de residuos domiciliarios, y establece obligaciones para la protección de su salud y seguridad en el desempeño de sus funciones.

La iniciativa, que está en segundo trámite legislativo tras ser aprobada por la Cámara de Diputadas y Diputados, reconoce la importancia de la labor de estos trabajadores, que incluyen a las barredoras y barredores, conductoras y conductores, y peonetas en camiones recolectores. Asimismo, define un estatuto legal propio del sector en lo relativo a las condiciones sanitarias, ambientales y de seguridad en las que desarrollarán sus labores. Esto, en el contexto del cumplimiento, por parte de las municipalidades o los gobiernos regionales, del mandato legal vigente. El concepto de recolector(a) de residuos domiciliarios se aplicará, indistintamente, de la calidad contractual de las personas que ejercen las labores señaladas.

El proyecto regula la subcontratación de los servicios para garantizar el cumplimiento de los estándares técnicos necesarios para el desarrollo de la labor priorizando aquellas ofertas que contemplen mejores condiciones laborales.

Por otra parte, obliga a las municipalidades y a los gobiernos regionales a verificar el cumplimiento de las obligaciones sanitarias, ambientales y laborales de las empresas concesionarias. Y, en caso de tomar conocimiento de eventuales infracciones, deberán informarlas y otorgar un plazo máximo para su corrección. Asimismo, entrega facultades para accionar de manera subrogada y aplicar sanciones contractuales o legales en caso de que persistan los incumplimientos.

El texto, además, garantiza a las y los trabajadores la provisión de agua potable y acceso a servicios higiénicos. Junto a ello, se les debe entregar lugares habilitados, limpios y en buen estado, para alimentarse, ducharse y cambiarse vestimenta durante toda su jornada laboral.

Otras disposiciones de esta normativa regulan la provisión de asistencia frente a emergencias o contingencias; y exige un protocolo de prevención y gestión de riesgos, junto con la debida capacitación en materia de seguridad y salud en el trabajo. Adicionalmente, demanda la entrega de implementos de seguridad necesarios para la labor.

La propuesta clarifica que no origina gastos porque contiene bajadas específicas a obligaciones generales que tienen las empresas y los municipios que cumplen el rol de empleador.

En el ámbito de las licitaciones, se fijan normas específicas en cuanto a la recolección de residuos. Asimismo, el proyecto encarga tareas a los órganos de la administración central, como Dirección del Trabajo, la Superintendencia de Seguridad Social y el Ministerio de Salud, las que serán financiadas con cargo al presupuesto y dotación vigente de dichas instituciones.

Condiciones riesgosas y hostiles

En la tramitación de este proyecto han participado representantes del sector público y también de distintas federaciones de sindicatos de trabajadores del rubro. Según antecedentes entregados por los asistentes, 263 comunas de las 364 existentes en el país, cuentan con servicios externalizados de aseo, a las que están vinculados asociaciones, gremios y federaciones que reúnen alrededor de 19 mil trabajadores.

Al mismo tiempo, los dirigentes hicieron ver la necesidad de avanzar en la calificación de trabajo pesado, mejorar el acceso al seguro de accidentes y enfermedades profesionales que muchas veces son cuestionadas, y perfeccionar los incentivos para mejorar los salarios. A su vez, se mostraron preocupados porque la ley no tenga un efecto retroactivo respecto a los contratos ya adjudicados.

Por su parte, desde el sector público se ha puesto atención en las condiciones hostiles que vive este gremio como la exposición a gases tóxicos y materiales biológicos, temperaturas extremas (lluvia, sol, frío), residuos peligrosos tales como sustancias tóxicas, y materiales que pueden ocasionar heridas graves (vidrios, alambres, fierros, agujas, objetos de metal, entre otros).

A eso se suma el acceso limitado a servicios sanitarios, lo que se complejiza aún más, por ejemplo, en horario nocturno, como también al bajo número de denuncias realizadas ante las mutualidades por accidentes y enfermedades profesionales.